Aunque es más conocida por su incidencia en perros, la leishmaniasis (o leishmaniosis) también afecta a los humanos. Esta enfermedad parasitaria de origen tropical es transmitida por un insecto y vivió un repunte sin precedentes en la Comunidad de Madrid en los años 2011 y 2012, especialmente en los municipios al sur de la capital.
Aquellos años se contabilizaron 226 y 190 casos, respectivamente, de leishmaniasis en la región. Saltaron las alertas. Nunca antes esta enfermedad había tenido tanta incidencia en humanos en Europa.
Por eso, la Consejería de Sanidad acaba de licitar un contrato de 57.600 euros para tomar muestras -y hacer las correspondientes pruebas analíticas- tanto del mosquito en el que viaja la enfermedad como la de los reservorios silvestres portadores de la misma. Estos son principalmente liebres y conejos.
"Gracias a las actuaciones llevadas a cabo de vigilancia y control de la enfermedad en la zona del brote, el número de personas afectadas actualmente está en franco retroceso", se puede leer en la memoria justificativa de la licitación.
"Por ello se hace necesario que la vigilancia implantada en la zona del brote, tanto del vector como de los reservorios implicados, se haga extensiva a otras áreas de nuestra región con el fin de minimizar el riesgo de transmisión de esta zoonosis. No hay que olvidar que nos enfrentamos a una enfermedad vectorial compleja en la que intervienen varios reservorios difíciles de controlar y un vector con un ciclo biológico especial que dificulta enormemente su control", continua dicha memoria.
Un insecto menor que un mosquito
Los casos de leishmaniosis se concentran especialmente en el parque forestal Bosque Sur, ubicado entre Fuenlabrada, Getafe y Leganés. Este lugar, con una extensión de más de 300 hectáreas, es hogar de numerosos conejos y liebres sin depredadores naturales.
La enfermedad se transmite por la picadura de un insecto que alberga un parásito. Se trata de la hembra del flebotomo perniciosus, un insecto menor que un mosquito y que no emite zumbido al volar.
La leishmaniasis se transmite al ser humano únicamente por la picadura de este insecto, más concretamente, de las hembras que han ingerido previamente sangre de un perro, conejo o liebre infectado por los parásitos.
La picadura provoca dos tipos de enfermedades. La más leve suele ser la cutánea, que provoca el llamado "botón de Oriente". En segundo lugar, está la visceral o "kala azar", que afecta al bazo y a la médula ósea y puede ser mortal si no se trata correctamente.
"Desde el año 2010, en el que se produjeron los primeros casos, hasta la fecha, se han reportado cerca de 800 casos humanos, de los que alrededor del 40% han sido casos viscerales. En Europa nunca se había producido un brote con este elevado número de casos y esto ha supuesto un importante reto para la Comunidad de Madrid", asegura Sanidad.
"Se trata de un brote de carácter urbano de gran complejidad, debido a la amplitud del área afectada, fuertemente urbanizada, con una superficie aproximada de unos 125 kilómetros cuadrados y una población de más de 500.000 habitantes, en el cinturón urbano del municipio de Madrid", indican.
"Se ha producido además un cambio en el modelo epidemiológico de importantes consecuencias para la comprensión de esta enfermedad. Del modelo tradicional que tenía al perro como reservorio principal, se ha pasado a considerar la existencia de un ciclo silvestre en el que los lepóridos (liebres y conejos), aparecen como los principales reservorios, planteando nuevos retos para la gestión".
Por todo ello, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha propuesto este contrato para vigilar la evolución de la enfermedad "con el objetivo último de conocer los niveles de infección y parasitación de los mismos".