Mariano Cuadrado murió fusilado en 1939 y, después, pasó décadas en el olvido. Era republicano, socialista y alcalde de Torrelodones. Pero casi nadie se acordaba de él en el pueblo. En 2013, su nieta envió un mensaje a un investigador local y todo cambió. La figura de Cuadrado, asesinado en las tapias del cementerio del Este, salió a la luz como nunca antes. Se puso su nombre a una plaza y se colocó una placa en su honor. Todos los grupos políticos, incluido el PP, votaron a favor. Sólo Vox cuestiona desde 2020 el relato municipal sobre el antiguo alcalde. Ahora, que los de Abascal comparten gobierno con los populares, volverán a intentar eliminar su nombre del callejero. Los socialistas celebran este viernes un acto en defensa del homenaje.
La Plaza Mariano Cuadrado es un pequeño espacio junto al Ayuntamiento de Torrelodones. Además del olivo que preside el centro de la placeta y la típica matrícula azul oscuro con el nombre del republicano, una placa recuerda su "herencia" al pueblo: "Su dignidad, honestidad y defensa de la legalidad representan un ejemplo de vida para su familia y amigos, sus vecinos y los más de 5.000 refugiados acogidos en Torrelodones durante la Guerra Civil".
El PSOE fue y es el máximo valedor del personaje. Fueron los socialistas los que, tras una petición vecinal, impulsaron el reconocimiento en 2014. Entonces, la localidad llevaba gobernada tres años por un partido local, Vecinos por Torrelodones, y no hubo obstáculos a la propuesta. Todo lo contrario.
Las elecciones del 28 de mayo desalojó a Vecinos del Ayuntamiento tras 12 años en el poder. El PP recuperó así uno de sus viejos bastiones del noroeste de la Comunidad de Madrid. Eso sí, para ello, necesitaba los votos de Vox. Fue así como se formó la coalición. En estos tres meses, los dos partidos del Gobierno ya han tenido un encontronazo. La plaza de Mariano Cuadrado podría convertirse en el segundo.
¿Bronca en la coalición?
El primer rifirrafe entre las dos formaciones fue por los puntos violeta de las fiestas municipales. Vox aseguró que los iba a suprimir. Y la alcaldesa popular, Almudena Negro, negó la mayor. Vox, representado en el Ayuntamiento por Sonsoles Palacios, guardó silencio.
Ahora, el socio minoritario del Gobierno exhibe en su cuenta de Twitter (ahora conocida como 'X') sus intenciones con la Plaza de Mariano Cuadrado. Cuando Vox se encontraba en la oposición, intentó abrir el melón del cambio de nombre de calle. Lo probó con dos mociones: una en enero de 2020 y otra en noviembre de ese año. En la primera, el PP y el resto de partidos tumbaron la propuesta. En la segunda intentona los populares no quisieron ni votar la moción y sus votos contaron como abstenciones. En cualquier caso, las dos embestidas fracasaron.
¿Qué pretende Vox estos meses? Volver a llevar al pleno una moción para que se vote de nuevo el cambio de nombre. Nada nuevo, salvo porque ahora son un partido del gobierno. Por ahora, se ha abierto un expediente y se ha nombrado a un instructor -Sonsoles Palacios, la portavoz de Vox- para que investigue las razones del cambio. Se trata de un trámite habitual ante cualquier petición de modificación en el callejero.
Cuando se cierre el expediente, se pasará al Pleno y se someterá al criterio de los concejales. Y todo apunta a que a la tercera tampoco irá la vencida. Fuentes del PP de Torrelodones explican que, en principio, no ven razones para cambiar la postura que ha defendido desde el principio sobre Mariano Cuadrado. "Pero no podemos decir qué vamos a votar si aún no conocemos el expediente", recalcan.
Víctor Ibáñez, secretario general del PSOE del municipio, tampoco cree que los de Negro vayan a cambiar de opinión: "Me sorprendería". Si lo hacen -añade Ibáñez- sería una "decepción". "La Plaza no se tiene que tocar. Fue un acto de justicia de alguien que dio su vida por su pueblo", argumenta.
El Grupo Popular no cree que se produzca un posible desacuerdo con su socio en el Consistorio: "Ambas partes tenemos claro que las mociones no nos obligan a votar conjuntamente".
¿Quién fue Cuadrado?
La investigación sobre la figura de Mariano Cuadrado fue un trabajo de la Sociedad Caminera del Real de Manzanares. Esta asociación comarcal se dedica a defender la conservación de los antiguos caminos vecinales y a trabajar por "la recuperación de la memoria histórica de nuestros pueblos".
"Cuadrado no es un héroe sino una víctima de la Guerra. Seguidor de la Institución Libre de Enseñanza, era muy recto y reivindicativo y se ganó la enemistad de algunas autoridades locales. En Torrelodones le pilló la rebelión militar ya como alcalde. Defendió la legalidad por encima de todo, llegando a denunciar a concejales de su partido por faltar dinero en el arca municipal", detalla Ricardo Roquero, presidente del Observatorio del Patrimonio de la Sierra de Guadarrama.
La biografía incluye otros episodios muy llamativos que ocurrieron en la primera época de la Guerra Civil. Al parecer, según la Sociedad Caminera, ayudó a salvar la vida del obispo de Madrid. También construyó los "refugios civiles necesarios y la acogida de miles de refugiados que fueron llegando a la población". El maestro y alcalde gobernó Torrelodones de 1936 a 1939, año en el que fue arrestado por las tropas de Franco y fusilado junto a otros regidores y concejales de la Sierra.
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Para Vox, la historia de Cuadrado es muy distinta. "Fue socialista, revolucionario, bolchevique y totalitario", apuntó el anterior portavoz del grupo en 2020. "No fue ni mucho menos católico, como dicta la placa", añadió en el segundo pleno al que Vox llevó una moción.
El grupo argumentó entonces que Cuadrado no fue un alcalde democrático, sino que fue impuesto por el gobernador civil de la época. El profesor tampoco fue, según los de Abascal, un hombre "respetuoso con la legalidad republicana". En aquel pleno, Vox dedicó varios minutos a recordar episodios que apuntalaban su tesis.
El partido político no ha sido el único altavoz que ha defendido esta corriente alternativa. Una publicación web, El Español Digital, publicó dos extensos artículos "desmontando" la figura del idolatrado alcalde y la investigación de la Sociedad Caminera.
Ricardo Roquero responde con dureza a los argumentos expuestos por Vox. Creen que el relato del grupo municipal es "parcial" y "tendencioso" y que "desprecian aspectos claves" de la vida política de Cuadrado en Torrelodones. "Hay cosas que nunca sabremos", concluye Roquero. "Estamos ante un maestro que fue jugado por los dos bandos (...) y que su familia no supo ni dónde estaba su cuerpo", sentencia.