El curso escolar comenzará en la Comunidad de Madrid con 32 nuevos colegios en régimen de jornada continua o intensiva. Un modelo que enfrenta a la comunidad educativa y que está plagado de polémica. Unos dicen que favorece el rendimiento de los escolares, otros que lo perjudica... Lo único seguro es que es un modelo que divide entre centros educativos públicos y privados.
Así lo reflejan los datos de la Consejería de Educación de Madrid contrastados por Madrid Total que reflejan que, en la región, hay un 67% de colegios públicos que cuentan con la jornada intensiva. Mientras que, en los centros privados, la cifra apenas alcanza el 5%.
En un buscador que la Comunidad de Madrid pone a disposición de los padres para ver las características de cada centro educativo, se reflejan datos similares. En lo que respecta a centros públicos de Educación Primaria e Infantil, hay 587 que ofertan una jornada intensiva y 224 que la tienen partida.
En el caso de los centros en régimen de privados-concertados o privados, la oferta de jornada intensiva es casi inapreciable. Sólo 23 centros ofrecen este tipo de horario, mientras que 506 tienen jornada partida.
Además, los datos facilitados por la propia Consejería de Educación a Madrid Total muestran que en los centros públicos la cifra de colegios con horario intensivo se incrementa conforme pasan los años. Al contrario que en la privada.
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"En la actualidad, un 67% de los colegios de la Comunidad de Madrid cuenta con este horario. Antes de la pandemia, el porcentaje de colegios que tenía este horario era del 60,8%", cifran.
Hay que recordar que, en Madrid, la jornada partida ordinaria va de 9,00 horas a 16,00 horas; con un recreo para comer. En la intensiva, el horario es de 9,00 horas a 14,00 horas. A partir de esa hora, muchos centros ofrecen actividades extracurriculares que tiene un coste añadido.
Jornada intensiva
Desde la Comunidad de Madrid insisten en que "la elección del tipo de jornada forma parte de la autonomía de organización de los centros educativos y son las propias familias las que lo deciden mediante votación". Opinión con la que no están del todo de acuerdo los docentes.
Esteban Serrano, secretario de organización de ANPE Madrid, asegura que es muy difícil conseguir los requisitos necesarios para que un centro pase de tener jornada partida a intensiva.
"Para que salga la jornada continua por parte de los padres se pide que vote, al menos, dos tercios de los padres. Un progenitor que no la quiere, con no ir a votar le es suficiente", denuncia asegurando que es "muy difícil" poner de acuerdo a los centros.
Además del 'ok' de la abrumadora mayoría de los padres, hace falta tener la mayoría absoluta de los apoyos del resto del consejo escolar: en el que también están alumnos y profesorado.
Desde CCOO, su secretaria general de la Federación de Enseñanza en Madrid, Isabel Galvín, denuncia que la jornada intensiva y partida es un "elemento de diferenciación" que el Gobierno de la Comunidad de Madrid usa para marcar una línea "entre la concertada y la pública".
"Es una regulación obsoleta que sirve en la pública para confrontar a las comunidades educativas", lamenta Galvín. Y es que, a su juicio, la jornada escolar en una misma comunidad autónoma no puede estar desregularizada (sea intensiva o partida), puesto que crea "desigualdades".
A modo de ejemplo, destaca otras comunidades en las que sí hay una jornada continua para toda la red de centros. "Todos los centros tienen que ser iguales", defiende sin llegar a decantarse por un modelo.
Ese sistema ideal de la jornada de todos centros fuera igual se puso en marcha tras la pandemia de la Covid-19. Tras la primera ola, todos los centros de Madrid tuvieron horario continuo para reducir las entradas y salidas del centro.
Galvín dice que la experiencia, a nivel educativo, fue un "éxito". Pero los datos muestran que muchos padres prefirieron volver a la partida.
Estudios
Se suelen presentar muchos informes sobre los beneficios y perjuicios que tienen las jornadas escolares en el alumnado. La mayoría muestra los beneficios de la jornada partida, pero los docentes afirman que no hay una respuesta "única", por lo que no los dan por válidos.
Recientemente, la OCDE publicó el informe de propuestas para reducir el absentismo escolar en España (julio de 2023) que reseñaba que eliminar la jornada intensiva por las mañanas en los centros educativos y distribuir las clases por la mañana y la tarde podía "ayudar a mejorar las altas tasas de abandono escolar temprano de nuestro país".
La propuesta afirma que, si hubiera más jornadas partidas, los padres no tendrían que hacerse cargo de pagar actividades extraescolares por las tardes y se ampliaría "el tiempo de aprendizaje".
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Precisamente sobre estas premisas se ha publicado este lunes una investigación de Daniel Gabaldón, sociólogo especializado en educación de la Universidad de Valencia.
En este estudio se demuestra que la implantación de la jornada intensiva en los centros educativos españoles desde los años 90 ha impactado en la salud y el bienestar del alumnado.
Analizando datos de Encuestas del Empleo del Tiempo del INE, se desgrana que los jóvenes "descansan y comen peor, hacen más deberes, dedican más tiempo a las pantallas y, la jornada continua, les obliga a madrugar en exceso".
Además, hace menos de un año, el Centro de Políticas Económicas EsadeEcPol publicó un estudio que afirmaba que a jornada escolar matinal (o continua) supone una pérdida de 8.048 millones de euros al año para las familias españolas.
También ponía de manifiesto que los hogares con niños en jornada matinal y sin ayuda externa para el cuidado de éstos después las clases, tienen que ajustar el horario laboral de, al menos, una persona de la familia a un máximo de 25-28 horas semanales y que en el 66,4% de los casos éstas son mujeres.
Menos concentrados
Al contrario de lo que dicen estos estudios, tanto desde CCOO como desde ANPE Madrid aseguran que los profesores ven una clara diferencia entre la concentración del alumno por la tarde y por la mañana.
"Los estudios no dicen claramente que sea mejor una jornada continua o una partida para el rendimiento de los alumnos", apunta Serrano pues, también se han presentado estudios contrarios al que se ha conocido este lunes.
Desde ANPE insisten en que, fuera de opiniones y estudios, lo que los docentes sí les hacen ver es que a los alumnos les cuesta más seguir el ritmo de la clase y "asimilar los contenidos" cuando es a última hora de la tarde.
"Por eso -explica-, las áreas instrumentales son a primera hora y, después de comer, se pone otro tipo de áreas que no exigen esos niveles de concentración por parte del alumnado".
Conciliación
El alegato que los padres suelen usar a la hora de optar por la jornada partida es la conciliación y los docentes son conscientes de que "ahí hay un problema", pero no creen que la responsabilidad tenga que recaer sobre ellos.
Afirman que "la solución no pasa por el colegio. "Por las tardes somos conscientes de que hay un problema de conciliación, pero la conciliación no es que tus hijos están más tiempo en el colegio", destaca Esteban Serrano.
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En CCOO siguen la misma línea y denuncian la falta de políticas de conciliación por parte de los gobiernos centrales, autonómicos y municipales.
De hecho, aseguran que a nivel autonómico va a ser una de sus grandes "luchas" para esta legislatura de Isabel Díaz Ayuso. "Vamos a presionar para tener una nueva regulación porque la que tenemos está obsoleta y rompe comunidades educativas", añade.
En este sentido, destaca que los estudios como los que se han publicado esta semana sólo se fijan en el elemento de la jornada lectiva y dejan helado otros elementos de debate que marcan el cansancio y el aprendizaje.
"Es necesario una regulación, independientemente del tipo de centro", introduce. A su juicio, el problema es que la sociedad piensa que el maestro de Infantil y Primaria tiene que cubrir todas las necesidades del alumnado "y no sólo educativas".
Tanto desde CCOO como desde ANPE Madrid son conscientes del problema de conciliación que viven las familias españolas, pero creen que la jornada partida no es la solución, sino otros muchos elementos como "el comedor o las actividades extraescolares".