"El resultado de José Luis Martínez Almeida el próximo 28 de mayo va a sorprender y mucho", asegura una persona curtida en elecciones regionales y municipales de Madrid en el PP que maneja votos, porcentajes y distritos en su cabeza como si fueran gráficos en 3D.
[El CIS de Tezanos le da mayoría absoluta a Ayuso y deja a Almeida pendiente de Unidas Podemos]
No es el único que lleva tiempo echando cuentas y tirando de experiencia para tener claro que Almeida estaría rozando la mayoría absoluta, principalmente por el tirón electoral que supone la candidata del PP a la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
"Nunca un líder regional del PP ha sacado en la capital más de dos puntos de diferencia con el líder municipal", afirma esta fuente interna del PP. Es decir, si a Ayuso le va muy bien, a Almeida, como mínimo, le va a ir bien.
En realidad el cálculo es válido desde las elecciones de 1999 con una única excepción: el año 2011, cuando Esperanza Aguirre en su carrera a la Puerta del Sol sacó un 3,03% de votos más que Alberto Ruiz-Gallardón en la capital, concretamente, 42.459 papeletas que tenían mucho que ver con lo que ocurría en la ciudad en esos momentos.
De hecho, en 2011, el exalcalde de Madrid llegaba a la cita con las urnas con cierto desgaste principalmente por las obras de la M-30 (perdió votos en los distritos implicados en Madrid Río) y los parquímetros. Y aún así ganó con mayoría absoluta y con casi el 50% de los votos que se registraron en la capital. De hecho, el PP se dejó seis puntos desde 2007 a 2011, pero no abandonó el poder.
Si echamos la vista más atrás de 1999 también se mantiene la máxima de los dos puntos que asegura esta fuente interna del PP, ya que en 1995 Gallardón en la comunidad sacó sólo un 1,82% más de votos que el entonces regidor José María Álvarez del Manzano, y en las de 1991, las primeras del joven candidato del PP, sacó un 0,76% más en la capital.
Rompe la regla precisamente el año 1999, cuando un Alberto Ruiz-Gallardón triunfador obtuvo el 54,43% de los votos frente al 49,48% de Álvarez del Manzano, en una tarde de comicios con una participación bajísima, de sólo el 60% del censo acudió a dar su papeleta.
Por eso, si se confirma el resultado que le dan las encuestas a Isabel Díaz Ayuso, y hasta el último barómetro municipal y regional del CIS, la presidenta conseguiría en la comunidad alrededor de un 45% de los votos. De hecho, en las últimas elecciones de 2021, sólo para la Comunidad de Madrid, Ayuso consiguió un 45,4% de votos en la capital.
Extrapolando porcentajes y si se cumple la norma de estas últimas décadas, José Luis Martínez Almeida estaría rondando el 42% de votos, cuatro puntos más de los que les da, por ejemplo, el CIS de Tezanos, y el brinco que le falta para hacerse con los 29 concejales que le darían mayoría absoluta y evitar así depender de Vox.
Con estos datos en la mano, y sobre la mesa de muchos asesores municipales, se puede entender el tipo de campaña que ha elegido el alcalde y candidato a repetir mandato para pelear en Madrid: sin grandes medidas estrellas, sin ningún grave error que lo penalice.
De hecho, sus posturas más agresivas ni siquiera han sido con su principal rival por la Alcaldía, Rita Maestre, de Más Madrid, ni con Reyes Maroto, exministra del Gobierno de Sánchez y candidata del PSOE; sus declaraciones más duras le enfrentan al que, posiblemente, pueda ser su pareja de baile en el próximo Gobierno del Ayuntamiento de Madrid si no llega a los 29: Javier Ortega Smith, candidato de Vox.
También ha hecho un buen trabajo de barrido y limpieza con Ciudadanos, pero sin hacer sangre porque, según cuenta todo el mundo en Cibeles, Almeida sigue teniendo muy buena relación con la candidata naranja y vicealcaldesa, Begoña Villacís.
Almeida ha pedido directamente a los votantes del partido naranja en 2019 que le voten a él, que confíen en el PP; muy consciente de que si Villacís no consigue superar la barrera del 5% para entrar en el Ayuntamiento de Madrid, sus votos se repartirían como restos.
"Yo creo que las encuestas no están teniendo en cuenta el tirón electoral de Ayuso para los resultados de Almeida y que es muy difícil que los ciudadanos, cuando vayan a votar, cojan dos papeletas distintas... Eso sólo puede ocurrir con una minoría de votantes", explica a Madrid Total fuentes del PP de Madrid.
Así que si nadie lo remedia, el destino de Ayuso y Almeida se verán unidos este 28-M como ocurrió en 2019 cuando el PP cosechó su peor resultado en Madrid con un 24,25% de los votos para el alcalde y un 23,8% para la presidenta regional. El cambio de tendencia fue la repetición de las elecciones sólo autonómicas el 4 de mayo de 2021, cuando Ayuso casi duplicó su resultado, también en la capital.
Es más, ese día fueron los únicos comicios de la democracia en Madrid en el que el PP ganó en todos los distritos de la capital, incluso Puentes de Vallecas, que siempre ha sido esquivo a teñirse de azul. La clave es saber si la presidenta conseguirá mantener ese listón y Almeida es capaz de llegar a él.