La tensión de estos días con la presencia del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en la fiesta de la Puerta del Sol ha tenido su episodio más esperpéntico en la parada cívico-militar que se ha celebrado por el 2 de mayo.
La Comunidad de Madrid ya había advertido a Bolaños que no tenía un sitio protocolario en la tribuna de autoridades, donde sí estaba Alberto Núñez Feijóo como líder de la oposición; la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. La razón era clara: el ministro no estaba invitado a la ceremonia.
Cuando ha arrancado el pase de militares, Félix Bolaños ha intentado acceder a este puesto elevado acreditando que era un ministro del Gobierno de España, pero la encargada de protocolo del Gobierno de Ayuso le ha cerrado el paso asegurando que él no estaba invitado.
"Se ha hablado y la representación institucional está establecida. Estamos cumpliendo toda la normativa", se le oía decir a la jefa de protocolo, que aseguraba que "bajo ningún concepto" podía dejarlo pasar.
Según han relatado testigos a Madrid Total, la tensión ha sido máxima porque uno de los acompañantes del ministro de Presidencia ha insistido varias veces en que Bolaños tenía que subir.
Sin embargo, finalmente Bolaños ha tenido que ver todo el paseo militar junto al speaker, "en primera fila", eso sí, explican algunos de los testigos, pero sin acceder a la tribuna.
"El ministro tenía una cara blanca. Hasta le han tenido que traer un poco de agua", aseguran algunos de los diputados y concejales que han compartido con él ese espacio más secundario.
De hecho, en la misma zona de autoridades estaba Carmen Lomana, a la que desde protocolo no han conseguido sacar de ahí, pese a que se trataba de una zona que, supuestamente, era para diputados y concejales, el delegado del Gobierno y el ministro también.
Justo cuando ha acabado el desfile, Bolaños ha salido detrás del alcalde de Madrid y ha vuelto a la Puerta del Sol, donde se ha quejado de las formas de la Comunidad y que no hayan tratado con respeto a un ministro del Gobierno de España.
Fuentes del Gobierno nacional han denunciado que "la Comunidad se ha saltado el protocolo que se marca en el Real Decreto 2099/1983": "El PP incumple constantemente las leyes y Decretos de nuestro Estado de derecho. Incumplen la Constitución no renovando el Poder Judicial e incumplen los decretos que organizan el protocolo de nuestras instituciones", han añadido.
Las mismas fuentes han lamentado "la instrumentalización política que ha hecho el PP de la fiesta de la Comunidad de Madrid, faltando, incluso, al deber básico de lealtad institucional".
Por su parte, la Comunidad de Madrid afirma que en la tribuna el Gobierno estaba representado por Margarita Robles y que el ministro de la Presidencia acudía sólo como "acompañante" por lo que no debía de estar en el palco de honor.
[¿Qué dice el protocolo por el que discuten Gobierno y la CAM a cuenta de los actos del 2 de Mayo?]
El culebrón no ha terminado ahí. Justo cuando Bolaños abandonaba la Puerta del Sol se ha topado con el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y han tenido una tensa despedida, eso sí, con apretón de manos.
Almeida ha invitado irónicamente a Bolaños a "una segunda vuelta" de este lío el próximo 15 de mayo en Cibeles, cuando se celebra el patrón de la capital, San Isidro. El ministro de la Presidencia ha insistido en que irá encantado pero se ha quejado del trato que ha recibido en Madrid: "Si a mí me tratáis así, que soy ministro y madrileño, cómo no trataréis a los 7 millones de madrileños".
"Así os va", ha acabado Bolaños la conversación. "Así nos va, ganando según las encuestas", le ha contestado el alcalde con una gran sonrisa.
Ayuso, sonriente
Todo esto ha ocurrido después de un discurso 100% castizo y nada político de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ha preferido mantenerse al margen de la polémica.
De hecho, nada más llegar a Sol (y antes de que todo esto ocurriera) Ayuso ha dado un apretón de manos que parecía 'cerrar' la disputa del fin de semana.
El ministro, que no había sido invitado por la región, ha acudido finalmente como acompañante de la ministra de Defensa, Margarita Robles, y se ha sentado a escasas cinco sillas de la presidenta. Concretamente, cuatro niños ucranianos y la propia Robles han separado a Bolaños de Ayuso.
Ayuso ha cumplido estrictamente el protocolo y ha agradecido a Bolaños -y a Robles- su presencia desde el escenario, segundos antes de comenzar su discurso con motivo del 2 de Mayo. El objetivo no era otro que desinflar esta polémica, calificada de "artificial" por la izquierda y Ciudadanos.
Tras este discurso de Ayuso, en el que ha defendido la capitalidad de Madrid, el ministro de la Presidencia ha realizado unas declaraciones a la prensa en la que ha rechazado hablar sobre la polémica que ha generado su presencia. En ese momento, todo parecía que iba a ir bien, pero no ha sido así.
Mientras que Bolaños hablaba con los medios para atacar la reunión de Feijóo con una asociación de fiscales, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, colacaba una corona de flores a los Héroes del 2 de mayo junto a la ministra de Defensa, Margarita Robles, la presidenta de la Asamblea de Madrid, Eugenia Carballedo, y el JEMAD Esteban López Calderón.
"Lamento decepcionar a los crispadores y a los que generan odio porque no voy a dedicar ni un segundo al tema que se ha puesto encima de la mesa para evitar hablar de temas que interesan a los ciudadanos como es la Sanidad, las residencias…", ha dicho el ministro.
Pero el tono conciliador se ha terminado cuando, tras dar sus declaraciones, Bolaños ha salido al exterior para presenciar la parada militar.
Ayuso, Almeida, Robles, Feijóo, Margarita Robles y Enrique Ossorio han subido al escenario para observar el desfile y, como ha narrado este medio, han negado subir a Bolaños. Hecho que ha cambiado radicalmente la actitud de Bolaños que ha vuelto a hacer declaraciones contra la Comunidad y a enfrentarse directamente con el alcalde, Martínez Almeida.