El 1 de diciembre de 2020 la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inauguraba el Hospital Enfermera Isabel Zendal. Un "hospital de hospitales". Un nuevo concepto de atención sanitaria que la región ha llevado por bandera, pese a que la oposición lo ha usado como arma arrojadiza.
Y es que, el gran proyecto sanitario de Díaz Ayuso en Valdebebas ha estado rodeado de polémica desde su inauguración fantasma (el exministro de Sanidad, Salvador Illa, declinó la invitación), hasta estas últimas semanas donde se ha convertido en un ‘ring' político en plena precampaña electoral.
Según estimaciones, el hospital Isabel Zendal ha supuesto un desembolso de 170 millones de euros del dinero público. El proyecto es a largo plazo y la Comunidad insiste en que es el camino correcto, pero no tiene el apoyo de algunos profesionales sanitarios.
En un primer momento, el Zendal se abrió para atender a los pacientes de la Covid-19 cuando las olas epidémicas saturaban hospitales de toda España. Atendió a más de 10.000 pacientes durante lo peor de la pandemia pero, ahora, sus áreas están casi vacías.
El Gobierno ha ido anunciando diversos usos para el Zendal. Desde quirófanos para hacer cirugías ambulatorias y descongestionar los hospitales y centros de salud, hasta un Laboratorio Central de Salud Pública, que anunciaba el consejero de Sanidad, Enrique Ruíz Escudero, en una entrevista para EL ESPAÑOL.
La propia Isabel Díaz Ayuso, en su entrevista con Madrid Total, hablaba del inminente futuro del centro sanitario como un proyecto solvente y con recorrido.
"Es un hospital de hospitales que ayuda a desatascar el resto de hospitales, en casos como picos de gripe o cuando hay reformas, como en el caso de la Paz", ejemplificaba.
Precisamente, hace menos de una semana se anunció que, tras la saturación "puntual" de algunos centros sanitarios, el Zendal acogería derivaciones de pacientes con patologías respiratorias (gripe, covid, etc).
El anuncio llegó después de que se hiciera público el colapso de algunas urgencias como las de La Paz y, este martes, apenas 5 cinco días después, se ha vuelto en contra de la región.
Y es que, pese a que fuentes de la Comunidad insisten que las derivaciones al Zendal desde el pasado viernes (menos de 15) son las que se esperaban, el PSOE lo ha usado para criticar el anuncio "vacío" de Ayuso y su equipo.
Desde la consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid explican que el pico de casos en Urgencias fue algo puntual derivado, en parte, por los días festivos en los que las altas no se agilizan tanto. "El Zendal se ha activado y el ritmo de las derivaciones está siendo el esperado", insisten.
Es decir, que en ningún momento la Consejería de Sanidad esperaba que llegaran ingresados por centenares, como ocurría en la parte más dura de la Covid-19, y siempre se enfocó como un deshago "escalonado" de otros hospitales. Visión que el PSOE vende completamente diferente.
Pero no sólo el PSOE o Más Madrid -que acaba de denunciar un contrato de adjudicación directa para el mantenimiento del centro-, están en contra del Zendal. Los profesionales sanitarios han sido la peor pesadilla de sus gestores desde que se inauguró.
Los sindicatos insisten en que las condiciones laborales no son buenas y que la gente no quiere trabajar allí. De hecho, esta misma semana SATSE Madrid denunciaba la falta de profesionales. Algo que la Consejería niega en rotundo. Según datos de la Comunidad de Madrid en el Zendal hay 62 enfermeras y 64 auxiliares de Enfermería.
Vacunas y traslados
Hasta que se ha reactivado con las unidades quirúrgicas y esta nueva faceta para acoger a pacientes de hospitales colapsados por la gripe, el Zendal se ha dedicado principalmente a vacunar contra la Covid-19.
Ha sido el macrovacunódromo por excelencia de toda España, algo que ha solucionado aglomeraciones en los primeros meses de las campañas vacunales y que, a su vez, ha obligado a dejar de lado otros proyectos.
Las 1.000 camas que tiene este macrohospital al norte de Madrid nunca se han llegado a ocupar. La cifra más grande de camas abiertas apenas ha llegado a las 500.
Pero la baja ocupación no ha sido tan criticada por los profesionales sanitarios o los líderes de la oposición. Lo que más ha molestado a los sanitarios ha sido estar destinados allí.
Contratos de corta duración o traslados "forzosos", según los profesionales, han sido las principales razones de las críticas de los sindicatos mayoritarios de Madrid.
Estos traslados suelen responder a decisiones de la consejería para cubrir puestos de trabajo y se suele movilizar a personas que no tienen una plaza fija en un sitio determinado. Los sindicatos insisten en que, dos años más tarde, las plantillas del Zendal siguen sin estar planificadas.
Adjudicaciones y sabotajes
La oposición lleva desde su inauguración acusando al hospital de ser un "pozo sin fondo" de contratos "a dedo". Esto no quiere decir que la Comunidad esté dando dinero público de manera irregular, sino que utiliza un cauce por el que, sin información pública previa, se adquieren servicios de empresas externas. Como ocurre en todas las administraciones, ya sean locales o nacionales.
El último contrato es el de 571.000 euros para el mantenimiento de la infraestructura que es, a fin de cuentas, prorrogar el contrato vigente hasta ahora. Con la misma adjudicataria. Mónica García, portavoz de Más Madrid, lo ha denunciado y el consejero ha restado importancia a los hechos.
Si hay un escándalo que ha rodeado al Zendal ha sido el sabotaje que sufrió, según el informe policial por parte de sus propios trabajadores. Fuentes cercanas al Isabel Zendal aseguraban a este diario que todo paró tras registrarse la denuncia a la Policía Nacional.
Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, en ese escrito se narraban hechos que atentaban contra el hospital y sus pacientes desde el 18 de enero hasta el 3 de febrero. En el momento de la denuncia, se calculaba un coste de más de 14.000 euros en material sanitario.
Entre los enseres sustraídos estaban un ordenador personal, pinzas y laringoscopios que sirven para poder colocar la ventilación asistida a los pacientes más críticos, resucitadores cuya función es dar oxígeno de modo inmediato al paciente e, incluso, conexiones de oxígeno para esos ventiladores.
Pese a que los hechos se habían elevado a instancias policiales, Isabel Serra, portavoz de Unidas Podemos en la capital en aquel momento, aseguraba que en el hospital no había "ningún tipo de sabotaje" y era todo una "campaña inventada por el PP".
Su posicionamiento era muy contrario al que consideraban los propios investigadores que apuntaban que estos actos los podían haber realizado trabajadores del propio centro sanitario.
"Son trabajadores del Zendal, dadas las circunstancias y los accesos restringidos que hay en el mismo", sentenciaba el escrito de acusación al que tuvo acceso este medio.
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Además de un hospital en una zona con un importante crecimiento poblacional como es Valdebebas, el Zendal ha tenido dos nombres propios: Antonio Zapatero y Fernando Prados. Ambos han ido escalando poco a poco puestos dentro del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso hasta, en el caso de Zapatero, llegar a la cúpula de Génova.
Huelga de médicos
Toda esta batalla electoral que se libra ahora en el Zendal por parte de los grupos de la izquierda tiene banda sonora: la huelga de médicos de Atención Primaria que lleva vigente desde el 21 de noviembre.
En estos momentos, el seguimiento de la huelga se está desinflando y las movilizaciones de los profesionales sanitarios no tienen tanta repercusión. De hecho, el primer día de la huelga la Consejería de Sanidad cifraba el seguimiento en un 31% y esta semana apenas llegan al 5%.
Tal y como ha confirmado el equipo de Escudero, el seguimiento de este martes ha sido de un 4,10% en horario de mañana, el del lunes de un 3,78% y, en la tarde, un 3,14.
Tampoco superó las expectativas el primer día tras levantar el parón navideño. El pasado jueves el seguimiento en horario de mañana era de un 3,47% y en la tarde de un 2,11.