Si este sábado, 23 de marzo, paseas por el centro de Madrid notarás que algunos de sus edificios más emblemáticos están apagados. No se le ha pasado pagar el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ni se han fundido todas la vez.
Lo que ocurre es que la capital de España se suma a la Hora del Planeta. Un acto simbólico por el que se apagan las luces de algunos de los edificios más emblemáticos del mundo. Incluidos los de España.
Esta va a ser la decimoctava edición de esta iniciativa mundial. Y, en esta ocasión, se apagarán la Puerta de Alcalá, el Palacio de Cibeles (sede del Ayuntamiento de Madrid) y la Fuente de Cibeles.
De 20:30 a 21:30 horas, estos edificios municipales se apagarán para unirse a esta iniciativa mundial del Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife Fund-WWF) que se lleva a cabo en más de 190 países, desde el año 2007, para luchar contra el cambio climático.
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‘Apaga la luz. Dale una hora al planeta’ es el lema escogido para la presente edición a la que se une el Ayuntamiento de Madrid para mostrar su compromiso con la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que está ligado a la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360 desarrollada por el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad que dirige Borja Carabante.
Madrid reafirmó su compromiso de reducción de las emisiones totales de GEI en más de un 40 % con respecto a 1990 y muestra de ello son las normativas y acciones llevadas a cabo en los últimos años como la nueva Ordenanza de Calidad del Aire y Sostenibilidad (OCAS), aprobada en 2021, que persigue reducir la contaminación, impulsar la eficiencia energética y fomentar la electromovilidad.
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A este compromiso y al marco normativo, se unen iniciativas como la prohibición del funcionamiento de las calderas de carbón desde el 1 de enero de 2022, que se acompañaron de subvenciones municipales; la electrificación de la flota de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT Madrid) y la creación del Centro de Operaciones de Carabanchel, un proyecto innovador y único en Europa que permitirá abastecer de forma simultánea 118 autobuses cero emisiones.
Otras acciones desarrolladas en Madrid han sido la declaración de toda la ciudad como Zona de Bajas Emisiones (ZBE); la creación de zonas de bajas emisiones de especial protección (ZBEDEP) en Centro y plaza Elíptica, y el fomento de la electromovilidad con las ayudas Cambia 360 para particulares y profesionales de la distribución urbana de mercancías (DUM).
Todas ellas, medidas que han dado sus frutos. Y es que, los madrileños han logrado que su ciudad haya reducido los niveles de dióxido de nitrógeno a mínimos históricos, no aplique desde hace dos años el protocolo de contaminación de 2015 para episodios de contaminación y haya cumplido, por segundo año, con la directiva europea de calidad del aire, algo que no se producía desde 2010.