Ningún lotero en Madrid ha tenido tanta suerte este viernes como Rocío, la mujer que más millones de euros de la Lotería ha repartido en la capital. La trabajadora, viuda desde septiembre, ha vendido 50 series del Gordo, el 88.008. Su establecimiento de La Vaguada se ha llenado enseguida de medios de comunicación, de champán y de curiosos. Pero los agraciados se han hecho de rogar. Uno de ellos, Rodrigo, un burgalés que reside en el barrio, se ha enterado de la noticia en medio de una reunión de trabajo: "Nos ha tocado a cuatro amigos y a Hacienda, así que somos cinco" ganadores, ha bromeado.
El Gordo se ha cantado a las 13.16 horas. Antes de las 14 horas, el establecimiento, situado en el número 119 de la calle Monforte de Lemos, ya acumulaba un tumulto de personas y de medios. La noticia ha corrido como la pólvora. Y no era la primera vez que sucedía: en 2018, la misma administración vendió el número ganador de entonces, el 03347.
Rocío, la lotera, y su compañera de trabajo, también llamada Rocío, ha explicado que los décimos se habían vendido también a través de dos restaurantes de Montecarmelo, La Buena Boca y La Mala, así como en una tienda de alimentación de "toda la vida" de la calle Herrera Horia. Mientras descorchaban champán y atendían a las televisiones, las dos Rocíos esperaban a que algún premiado apareciera por el local.
A ellas no les ha tocado ni un euro. Pero el hecho de repartirlo, dicen, "sienta igual de bien". "Llevamos mucho tiempo aquí y conocemos a mucha la gente. Sienta muy bien pensar que el barrio se ha llevado un pellizco".
"Lo necesitaba mucho"
Rodrigo ha aparecido pasadas las 14:30 horas, con una sonrisa de oreja a oreja y una bolsa con una botella de champán. Ha llegado sólo, pero el décimo lo ha compartido con tres amigos que viven en Burgos: Edu, Dani y Avia. Rodrigo, informático de profesión, ha dicho que su golpe de suerte se lo debe a su hija. Cuando fue a llevarla a una piscina de La Vaguada, decidió comprar el número en el local lotero del 199 de Monforte de Lemos.
A su vez, ha admitido que tanto él como sus amigos son personas "afortunadas", con "salud" y "trabajo", pero su pellizco del Gordo le permitirá llevar una vida más "confortable". Preguntado por el primer capricho que se dará con estos miles de euros, el trabajador ha dicho que le apetece comprarse una bicicleta.
Instantes después ha aparecido en el mismo lugar Alejandrina, una ecuatoriana que compró varios décimos, aunque sólo uno con el primer Premio. "Lo compré al azar", ha señalado. "Lo necesitaba mucho", ha asegurado la mujer, que trabaja en una residencia.