En mayo de 2021, Isabel Díaz Ayuso consiguió lo que nadie antes había logrado: teñir de azul el distrito de Puente de Vallecas. La actual presidenta consiguió el 27% de los votos en lo que parecía un bastión irreductible de la izquierda. Ni siquiera Esperanza Aguirre lo logró en 2011, en las elecciones que le dieron su tercera legislatura, en las que arrasó.
Este es un logro que José Luis Martínez-Almeida se quedó lejos de conseguir dos años antes. En las municipales de 2019, Puente de Vallecas -y todo el sur y el este de Madrid- se decantó mayoritariamente por Más Madrid, es decir, por Manuela Carmena. Almeida cuenta, eso sí, con la desventaja de que solo ha se ha presentado a unos comicios y Ayuso, a dos.
Los distritos de Latina, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde, Villa de Vallecas, Moratalaz y Carabanchel suman más de un millón de habitantes, es decir, casi un tercio de la población de la capital. Estos distritos solían ser territorio del PSOE inexpugnable para la derecha. Pero los tiempos cambian.
Los socialistas son conscientes de que su tradicional caladero de votos en la capital será crucial en las municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo. Pero la fragmentación de la izquierda en tres partidos y el mandato de Manuela Carmena no han sentado bien al PSOE, que se han visto relegados a ser la tercera fuerza política tanto en la Asamblea de Madrid como en el Pleno del Ayuntamiento.
Por eso la campaña de Reyes Maroto se ha centrado en recuperar el sur de Madrid y volver a teñirlo de rojo. A principios de este año, la candidata socialista empezó a visitar sin descanso los distritos del sur de Madrid, siendo todavía ministra de Industria. En febrero, ya había cumplido el "hito" -en sus propias palabras- de recorrer los nueve distritos del sur de Madrid.
Aún quedaban cuatro meses para las elecciones, pero Maroto sabe que su lucha por la Alcaldía -o, al menos, por liderar la oposición- se libra en el sur y el este de Madrid.
Pero no solo ha cambiado el mapa político de Madrid, también lo ha hecho la realidad de estos distritos en el tiempo que el PSOE iba cayendo a un segundo plano en el sur y el este de Madrid.
Estas zonas de Madrid tienen un alto porcentaje de población inmigrante. Latina tiene un 17%; Carabanchel, un 21,55%, Usera, un 23.98%; Puente de Vallecas un 20,28%... Los partidos son conscientes de que ganarse el voto de los inmigrantes -y sus segundas generaciones- es crucial para obtener un buen resultado.
En esto el PP ha tomado la delantera, especialmente con la población latinoamericana, sabiendo que muchos venezolanos, bolivianos o ecuatorianos le tienen pánico a la izquierda por las experiencias de sus países de origen.
Así pues, durante la precampaña se dieron episodios tan curiosos como el de la pastora evangélica Yadira Maestre, cuyo discurso en un mitin del PP a finales de marzo dejó una ristra de titulares -y mofas- durante semanas.
Esta misma semana, la comunidad latina de Tetuán -que no pertenece al sur de Madrid, pero tiene características sociológicas muy similares- cientos de personas de origen latinoamericano mostraron públicamente su apoyo a Almeida.
Asimismo, el pasado 25 de marzo el PP de Madrid organizó en San Blas un mitin-concierto con la actuación del cantante Henry Méndez y con la presencia de los principales líderes del partido.
También el desarrollo de los PAU (Proyectos de Actuación Urbanística) han jugado en favor del PP. Carabanchel y Vallecas han ido ganando paulatinamente una población con un mayor poder adquisitivo, principalmente familias jóvenes con hijos, que se distancian ideológicamente del voto obrero del PSOE, y es más probable que se decantan por el centro derecha del PP o la izquierda más cosmopolita de Más Madrid.
El Sur que fue de Carmena
Precisamente el Partido de Mónica García le ha ido ganando terreno al PSOE en el sur de Madrid en los últimos años. En las municipales de 2015, en las primeras elecciones a las que se presentaba, Manuel Carmena tiñó de verde azulado el sur de Madrid.
Fue el partido más votado en Latina, Usera, Carabanchel, Puente de Vallecas, Moratalaz, Villa de Vallecas, San Blas-Canillejas y Vicálvaro, relegando al PSOE, en el mejor de los casos, al segundo puesto.
En 2019, Más Madrid llegó a incorporar más distritos en su lista de más votados, como Tetuán, Hortaleza o Barajas. Sin embargo, la suma de las derechas consiguió sumar más concejales que Carmena. Almeida fue investido alcalde de Madrid.
Ahora el alcalde no oculta su intención de repetir en la capital el logro de Ayuso en la comunidad en 2021. "Tenemos el reto de conseguir lo que la presidenta consiguió, ganar por primera vez en los 21 distritos de la ciudad, y el 28 de mayo lo volveremos a hacer de la mano de nuestros jóvenes. Os pedimos que nos echéis una mano, que esto depende de nosotros", dijo el regidor en el "tardeo" con Nuevas Generaciones y el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
En otras palabras, Almeida aspira a superar lo que consiguió Alberto Ruiz Gallardón en 2011, cuando fue el candidato más votado en 20 de los 21 distritos de la capital. El único que se le resistió fue precisamente, Puente de Vallecas.
Y llegó Ayuso
Tras dos años de legislatura en coalición con Ciudadanos -y en una maniobra política que le salió a pedir de boca-, Isabel Díaz Ayuso convocó elecciones para el 4 de mayo de 2021. La presidenta pretendía quitarse de esta manera el lastre de Ciudadanos en su gobierno.
Los azules y los naranjas sufrieron una enorme crisis, provocada principalmente por la polémica orden de la presidenta de no derivar a pacientes de coronavirus graves de las residencias de mayores a los hospitales en plena pandemia de Covid-19. Estos llamados “protocolos de la vergüenza” fueron precisamente denunciados por el consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, de Ciudadanos.
Así pues, Ayuso convocó elecciones y arrasó. Al borde de la mayoría absoluta y con los naranjas moribundos, la presidenta consiguió gobernar en solitario con el apoyo de Vox. Ayuso consiguió teñir de azul todo el sur y el este de la capital.
Carabanchel, Villaverde, Vicálvaro, Usera, Arganzuela, Villa de Vallecas, Moratalaz, San Blas, Ciudad Lineal, Barajas, Hortaleza…. En todos fue la candidata más votada, incluso, por primera vez, en Puente de Vallecas.
"Es una proeza que consiguió la presidenta y nuestro objetivo es volver a ganar, pero no nos confundamos porque lo más importante es tener la confianza mayoritaria", aseguró Almeida, que aspira a repetir la gesta este 28 de mayo.
En aquellos comicios, el bloque de la derecha se acercó al 50% del total de los votos en los barrios más pobres de la comunidad, con rentas medias inferiores a los 15.000 euros por persona. La pregunta que se hace ahora el PP es, ¿conseguirá Almeida algo similar?
Almeida gana, pero no por tanto
Todas las encuestas publicadas hasta la fecha señalan a Almeida como ganador, pero lejos de la mayoría absoluta que sí que vaticinan las encuestas para Ayuso, y de su pretensión de dibujar de azul los 21 distritos de Madrid.
El CIS le otorga a Almeida el 30,3% de los votos de los madrileños, lo que se traduciría entre 21 y 25 concejales (teniendo en cuenta el margen de error de la encuesta). De cumplirse las previsiones, el PP necesitaría el apoyo de Vox y/o Ciudadanos, ya que la mayoría absoluta son 29 concejales.
En el otro lado del espectro político, el CIS le da a Rita Maestre un 16,7% de los votos y a Maroto un 12,5%. Esto se traduciría en entre 13 y 18 concejales para los primeros y entre 8 y 11 para los segundos. Solo en el mejor de los supuestos posibles PSOE y Más Madrid podrían empatar a votos con PP, Vox y Ciudadanos.
Así es donde entra en juego Podemos. Las encuestas no son halagüeñas para los morados en Madrid. Si no consigue el 5% de los votos, quedaría fuera del Pleno. En cambio, si consiguiera algunos concejales, podría ser la llave a una coalición de izquierdas que superase en concejales a la derecha. Paradójicamente, el voto útil para que gobierne la izquierda en el Ayuntamiento es al partido más minoritario.
Los distritos del sur serán cruciales en la batalla electoral. Latina, Usera, Puente de Vallecas, Villaverde, Villa de Vallecas, Moratalaz y Carabanchel suman más de un millón de habitantes, siendo este último el más poblado de Madrid. Nadie quiere renunciar a ese enorme caladero de votos.