Nada más convertir el Palacio de Cibeles en el nuevo Ayuntamiento de Madrid (estaba la ciudad a los mandos el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón) todo el mundo vio claro que el balcón de la sexta planta, más bien una terraza-azotea con más de 400 metros cuadrados, era la oportunidad de crear el lugar con las mejores vistas de toda la capital.
Se buscaba a alguien con solera, con experiencia. Ningún cualquiera podía hacerse cargo de la joya de la corona municipal. Suponía todo un reto explotar un lugar mágico en uno de los edificios más impresionantes del centro de Madrid y el agraciado entonces de la adjudicación fue el grupo Adolfo, que tiene otro local en Toledo con el mismo nombre y que cuenta con dos soles Repsol en su aval.
Era el año 2011 y la concesión, en principio, era de cinco años prorrogable a otros cinco. Ni uno más. Sin embargo, en mayo del año pasado se optó por un concurso exprés de un solo ejercicio y que volvió a ganar Adolfo aunque en UTE con el empresario Javier Pasanau.
Fue una adjudicación casi de transición por parte de Madrid Destino, la empresa pública que gestiona este espacio, después de una pandemia y con obras entre medias para mejorar la famosa azotea, que pretendía mantener la continuidad del servicio tanto el restaurante como la cafetería de la segunda planta, también incluida en el contrato.
Sin embargo, este año, con el nuevo concurso, llega la revolución (para bien) a este espacio único, ya que ha sido el grupo Azotea, responsables de haber convertido en lugares imprescindibles las terrazas del Círculo de Bellas Artes o la de Picalagartos, el que se ha hecho con su gestión para los próximos cinco años.
En realidad, hasta el 12 de mayo el cambio de manos no será oficial porque aún está abierto el periodo de alegaciones, pero todo parece dejar claro que el grupo liderado por José Manuel García y Cristina Lasvignes tendrá pronto un lugar más desde el que descubrir la belleza de los cielos de Madrid.
En principio, el Ayuntamiento de Madrid había fijado el valor de este negocio en 10,7 millones de euros para el contrato de gestión de todos los espacios de Cibeles, incluyendo también la cafetería y el catering de los actos que se organicen en el Espacio Cibeles.
Además, en el último contrato permitían que sus instalaciones se utilizaran para un evento privado al mes, ajeno a la programación de Madrid Destino, y que pudieran incluso cerrar parte del local siempre que no supusiera ningún tipo de cesión a terceros ni que afectara al uso del público general.
En los pliegos de este nuevo concurso se ha valorado de manera muy importante tanto la experiencia como la solvencia técnica de la empresa adjudicataria, dos de los puntos más fuertes que tiene Azotea Grupo que ha convertido las terrazas de algunos de los espacios históricos de Madrid en los sitios más visitados por turistas y madrileños.
Y no sólo en la capital. En 2020, el grupo ya saltó a Andalucía donde cuenta con El Cuartel del Mar, en un emplazamiento privilegiado en Chiclana muy de moda desde su apertura y dos espacios nuevos, Justa Rufina, en Sevilla, con restaurante, terraza y azotea y Sal Verde en Alcaidesa, en San Roque (Cádiz), con vistas al peñón de Gibraltar.