Ni la lluvia ni la recomendación de seguir por televisión la Cabalgata de Reyes ha impedido que este miércoles miles de madrileños se hayan acercado al centro de Madrid para ver el regreso de Melchor, Gaspar y Baltasar que, guiados por la temática de la astronomía, han alabado el cielo de la capital y a sus infatigables niños.
El 'Auto de los Reyes Magos', la obra teatral más antigua (siglo XII) que se conserva en lengua castellana, ha sido el hilo conductor del desfile, marcando así con el mundo de la astronomía y la sabiduría tanto las carrozas (no patrocinadas) como la indumentaria o el discurso pronunciado a tres voces por Melchor, Gaspar y Baltasar ante un nutrido grupo de personas congregadas en Cibeles.
Los Reyes han hecho el primer regalo, con un juego de luces, a los niños. Esas cosas que no le pueden faltar en la vida: "ilusión", "curiosidad" y "fantasía".
Pese a las recomendaciones del consistorio de no acudir sin una de las 7.000 entradas en gradas que se acabaron en prácticamente diez minutos, y pese a la lluvia que casi no ha cesado en las dos horas de evento, hileras de personas se han apostado en las vallas de ambos lados del paseo de la Castellana, a veces ocupando solo una fila, y en otros, como Rubén Darío y Colón, el número de asistentes era más que notable.
También había ristras de personas, menos vistosas en algunos tramos, en las vallas frente a las gradas reservadas, la mayoría con paraguas que este año no han servido para hacerse con el mayor número de caramelos posible -alguno por error ha caído- sino para refugiarse del temporal. Tampoco han faltado escaleras para no perderse un detalle.
El Ayuntamiento de Madrid ha considerado que la cabalgata se ha desarrollado con normalidad y acorde al programa previsto: "Durante todo el desfile no se han apreciado aglomeraciones reseñables en el entorno de la Castellana. Se han seguido las recomendaciones de no acudir si no tenían entradas, aunque sí han acudido grupos de personas a las zonas de las vallas. El tiempo y los paraguas han ayudado a que no se acumulara la gente en los puntos principales", han dicho fuentes municipales.
Así, son muchos los que no se han querido perder esta tradicional procesión en la que han sonado villancicos, música autóctona de los lugares de origen de Sus Majestades de Oriente y gritos de niños y mayores, sobre todo, con el colofón final: un espectáculo pirotécnico que ha iluminado el tan nombrado cielo de Madrid con 'Our Destiny' de Tomas Bergenshen como banda sonora.
Medidas de seguridad
Para garantizar la seguridad, la Cabalgata ha contado con un Centro de Coordinación, donde los responsables de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid han seguido al detalle la evolución de la Cabalgata.
Además, se han reforzado los efectivos policiales en las zonas donde tradicionalmente se concentraba más público, para recordarles la obligatoriedad de llevar la mascarilla y mantener siempre la distancia de seguridad.
Automóviles con megafonía han incidido en esos mismos mensajes a lo largo del recorrido desde el cierre al tráfico entre Nuevos Ministerios y el Palacio de Cibeles, mensajes que han podido verse también tanto en las pantallas de las paradas de autobús como en las estaciones de Metro.