El gran potencial de las transferencias instantáneas: una revolución en los pagos
La nueva regulación europea sobre transferencias instantáneas, en vigor desde el 8 de abril de 2024, marca un punto de inflexión en el ecosistema de pagos europeo. Esta normativa exige que bancos y proveedores de servicios de pago ofrezcan transferencias instantáneas a todos sus clientes—particulares y empresas—a través de cualquier canal y en cualquier momento. Además, introduce medidas para combatir el fraude, como la verificación del nombre del beneficiario antes de ejecutar un pago.
Esta regulación va más allá de ofrecer rapidez en los pagos. Las transferencias instantáneas representan una herramienta estratégica que Europa pretende utilizar para cumplir con varios de sus objetivos estratégicos, impulsando la autonomía y eficiencia económica del continente.
Hacia una soberanía financiera
Europa busca reducir su dependencia de infraestructuras externas, dominadas por actores globales, creando soluciones de pago propias y paneuropeas que garanticen su soberanía y autonomía estratégica. La infraestructura de transferencias instantáneas a nivel continental permite también acelerar la circulación del dinero, beneficiando a toda la economía.
Cuando el dinero fluye más rápido entre ciudadanos, empresas y gobiernos, los ciclos financieros se acortan, mejorando la gestión de la liquidez. Esto es especialmente importante para las pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan el 99% del tejido empresarial europeo. Las transferencias instantáneas permiten a las pymes realizar y recibir pagos en tiempo real, optimizando su flujo de caja, reduciendo riesgos y mejorando su eficiencia.
Impulso a la digitalización
Otro de los grandes impactos de las transferencias instantáneas es su capacidad para impulsar la digitalización de la economía europea. En un entorno cada vez más globalizado y competitivo, la adopción de soluciones digitales es clave para mejorar la eficiencia y competitividad de las empresas.
Las transferencias instantáneas permiten la automatización de todo el ciclo del pago mediante el uso de APIs (interfaces de programación de aplicaciones). Este enfoque digital no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también reduce los errores humanos y acelera los procesos financieros.
Para que este impacto se materialice, es fundamental que las empresas y administraciones adopten estas soluciones de forma masiva. Aunque España lidera la adopción de transferencias instantáneas en Europa, su uso está mayormente concentrado en Bizum y en los pagos entre particulares. Sin embargo, el potencial en el ámbito empresarial y público es enorme: desde pagos a proveedores hasta nóminas y cobros a clientes.
Innovación, competencia y resiliencia
La regulación pretende también impulsar la innovación y competencia en el sector de los pagos. Las transferencias instantáneas ofrecen una alternativa rápida y económica a otras redes tradicionales, lo que abre la puerta a que bancos y fintechs puedan ofrecer servicios más innovadores y más centrados en el cliente final.
Además, esta infraestructura proporciona una mayor resiliencia al sistema financiero europeo, al actuar como una red complementaria que refuerza la seguridad y reduce dependencias.
Pagos internacionales más eficientes
Aunque la regulación se enfoca principalmente en los pagos en euros, su impacto también será relevante para los pagos internacionales. La tecnología que sustenta las transferencias instantáneas permite una mayor interoperabilidad entre monedas y sistemas de pago, facilitando las transacciones transfronterizas con otras divisas. Esto no solo reducirá los tiempos de espera, sino que probablemente también su coste, mejorando la competitividad de las empresas europeas en el mercado global.
Oportunidad para España y Europa
La expansión de las transferencias instantáneas abre una ventana de oportunidades sin precedentes para Europa. No solo permitirá agilizar el flujo del dinero, sino que cambiará los hábitos de pago de ciudadanos, empresas y administraciones, como ya ha demostrado Bizum en España en los pagos entre particulares. Este cambio fomentará la digitalización, la innovación financiera y una mayor competencia en los servicios de pago, lo que dinamizará aún más la actividad económica.
España, en particular, está en una posición privilegiada para liderar esta transformación. Su experiencia con Bizum demuestra que los consumidores están dispuestos a adoptar soluciones de pago rápidas y eficientes. El siguiente paso lógico es extender esta revolución al ámbito empresarial y público, donde el impacto puede ser aún más profundo.
Estamos ante una revolución en los pagos que puede remodelar la economía europea, dotándola de mayor eficiencia, digitalización e innovación. Aquellos países y empresas que sepan aprovechar esta oportunidad estarán mejor posicionados para competir en la economía digital del futuro. Es fundamental entender la magnitud de este cambio y estar preparados para sacar el máximo provecho posible de este avance tecnológico.
*** Juan Luis Encinas es profesor de Afi Escuela y CEO de Iberpay.