Hugo Chávez creó un programa de televisión llamado Aló Presidente para “acercar la realidad” del chavismo al pueblo. Pedro Sánchez ha creado un programa para “informar” sobre la excelente gestión gubernamental y lo difunde en las redes desde Ferraz, dedicando al entretenimiento y la televisión su dura jornada de trabajo. Es claramente una respuesta a una demanda clamorosa de los ciudadanos, ya que el sanchismo aún no nos ha deleitado con la serie de televisión sobre su persona, “la cuarta estación”, a pesar de la ya incontenible impaciencia de los espectadores patrios ante el retraso en su difusión masiva. Ya sabemos que el señor Sánchez considera que los medios de comunicación están infectados de “trumpismo” (sic) y controlados por la derecha.
Pues bien, en su incansable lucha por la verdad y el rigor, Sánchez ha mostrado en su Aló Presidente dos gráficos que harían desternillarse de risa al analista más despistado.
En el primer gráfico, Sánchez utiliza la creatividad gráfica para mostrarnos un salario mínimo interprofesional donde las columnas superan ampliamente el dato que reflejan, para parecer que sube más. En el segundo, no contento con la utilización de la creatividad gráfica para dar sensación de alza espectacular, nos muestra un impresionante aumento de la hucha de las pensiones… en el futuro. Un apoteósico crecimiento de la hucha de las pensiones basada en un aumento exponencial del empleo, el crecimiento, la productividad y los ingresos... Eso sí, calculado con el rigor de un presidente chavista estimando la inflación.
Lo más alucinante es que estas personas son las que se presentaban como los que iban a proteger a los españoles de las noticias falsas, y son los que las difunden.
La realidad es muy diferente.
La deuda de la Seguridad se ha triplicado en los años de gestión de Sánchez y alcanza ya un total de 106.176 millones, un aumento de más de 71.000 millones durante el sanchismo. Recordemos que toda la izquierda se llevaba las manos a la cabeza porque, durante los años en que gobernaba Rajoy, la deuda de la Seguridad Social aumentó en 25.000 millones de euros en ocho años.
La deuda de la Seguridad se ha triplicado en los años de gestión de Sánchez y alcanza ya un total de 106.176 millones
El déficit de la Seguridad Social no ha bajado de los 10.000 millones en ninguno de los años en los que ha gobernado Sánchez.
El hachazo fiscal sin contraprestación alguna que han llamado de manera rimbombante “mecanismo de equidad intergeneracional” -más bien mecanismo de expolio real a largo plazo- no generará la maravillosa y fantástica senda de aumento de ingresos y relleno de la hucha que publica Sánchez. Ninguna entidad independiente ni casa de análisis llega a unas estimaciones tan absolutamente delirantes como las de Escrivá y Sánchez, que sueñan que la hucha de las pensiones alcance los 130.000 millones en 2040.
¿Cómo llegan a semejante cifra? Con una expectativa de crecimiento de empleo, economía, salarios y productividad de ciencia ficción. En el alucinante esquema financiero de Escrivá la productividad en España crecerá un 2% anual cuando lleva estancada años, el empleo y el PIB solo crecen y, por supuesto, los salarios se disparan.
Lo más alarmante del engaño de Escrivá y Sánchez es que todo es una subida de impuestos al trabajo que empobrece a empresas y trabajadores, una bajada de salarios encubierta en un país que ya sufre la mayor pérdida de renta disponible de los países comparables y una caída de renta per cápita ajustada al poder adquisitivo que deja a España a niveles de 2011 con respecto a la media de Europa, según Eurostat.
Es peor. La reforma de Escrivá incluye una bomba de relojería a los tres años por la cual, si no se cumplen los objetivos de ingresos y gastos -que no se cumplirán-, el próximo ejecutivo tendrá que hacer un fuerte ajuste al sistema de pensiones.
Ninguna entidad independiente ni casa de análisis llega a unas estimaciones tan absolutamente delirantes como las de Escrivá y Sánchez
La propia AIReF, que no hace estimaciones precisamente catastrofistas, estima que la deuda pública se disparará al 150% del PIB y el gasto en pensiones pasará del actual 11,7% del PIB al 16,3% del PIB en 2049. Es decir, que el agujero de la Seguridad Social con las propuestas populistas y demagógicas de Sánchez se elevará en 55.200 millones de euros más.
La AIReF alerta que la reforma será “incapaz de frenar un déficit creciente desde 2026 hasta un máximo del 8,1% del PIB en 2055”. Una ruina.
Hasta Fedea, que siempre hace estimaciones prudentes, alerta de la falta de previsión razonable, con un riesgo de “infraestimación del gasto en pensiones en 2050 del ministerio (MISSYM, 15% del PIB) que oscila entre 2,8 y 4 puntos de PIB”, recordando además que en España, la “tasa de reposición (gross replacement rate at retirement) era ya en 2019 la más elevada de la Unión Europea (77% vs 46,2 UE y 46,8% en la ZE) y la tasa de beneficio en España (benefit ratio) era la tercera más elevada (60% vs 41,1% UE y 42,4% en la ZE)”.
La solución al problema de las pensiones en España no es aumentar masivamente los impuestos. Recordemos que el propio Escrivá, cuando era presidente de AIReF, en 2019, decía que las cotizaciones sociales en España son “muy altas, más altas que la mayoría de nuestro entorno”.
Hace años comenté cómo se soluciona el problema de las pensiones aquí. La solución al problema de las pensiones es atraer mucha más inversión, aumentar el tamaño empresarial dejando que las empresas crezcan, crear empleo, no disfrazarlo y trocearlo, y liberalizar la economía.
No hay ninguna justicia social ni equidad intergeneracional endeudando masivamente a los españoles y disparando los impuestos al trabajo. El más optimista análisis de valor presente neto nos demuestra que no han hecho las pensiones más seguras ni las han garantizado. Han hecho el sistema más insostenible todavía.