"How hard times can fool you". Steve Perry.
La euforia gubernamental con los datos económicos esconde que España es el país que más se empobrece de nuestro entorno, y además con gran diferencia.
No. España no es el país que más crece de Europa. Otros, con una fiscalidad mucho más atractiva, crecen mucho más y además ya han recuperado el PIB de 2019. España, con las últimas estimaciones de la AIReF y el FMI, sigue por debajo de los niveles de PIB precovid y eso a pesar de inflar el producto interior bruto con un aumento de deuda sin precedentes.
Con los últimos datos para 2022, España aún está un 1,1% por debajo del PIB de 2019 tras aumentar la deuda pública un 15% y disparar el gasto público (que infla el PIB aunque se financie con más deuda).
[La deuda pública alcanza un nuevo máximo histórico]
En su último informe de estimaciones para 2023, el banco UBS situaba a España como el último país de la UE en recuperar el PIB de 2019 y, además el que tiene más paro y más desempleo "en la sombra". La tasa de paro total y paro juvenil es la más elevada de la UE, según Eurostat y la tasa de paro en la sombra, incluyendo todos esos desempleados que no aparecen en las cifras oficiales, se sitúa en un 15%, casi el doble que el 8% estimado para la zona euro.
"La tasa de paro en la sombra, incluyendo todos esos desempleados que no aparecen en las cifras oficiales, se sitúa en un 15%"
El empobrecimiento de España contradice la propaganda oficial.
La pérdida de poder adquisitivo de los salarios en España en 2022 ha sido del 6%. En los últimos cinco años, la pérdida de poder adquisitivo de los españoles es de más de un 24%, utilizando datos del INE. Es, además, el mayor diferencial de entre las grandes potencias de la zona euro, seguido de lejos por Italia.
La tasa de paro oficial y "en la sombra" es la mayor de la Unión Europea y, con una inflación elevadísima -y maquillada con el subterfugio del "tope del gas"- lleva a España a tener el índice de miseria (índice de Okun) más elevado de las economías comparables, según datos oficiales y un estudio del profesor Fernando Pinto de la Universidad Rey Juan Carlos. El índice de miseria crece un 44 % entre 2018 y 2022 y supera al nivel de Grecia o Italia.
"Se ha destruido la renta disponible líquida de los ciudadanos un 17,5%"
Además, con la brutal subida de impuestos y la negativa a deflactar dichos impuestos a la inflación, se ha destruido la renta disponible líquida de los ciudadanos un 17,5%, como refleja el economista y empresario José Ramón Riera con datos oficiales. La pérdida de renta per cápita es preocupante, de un 4,1%, pero es que la renta disponible líquida, que es la que nos queda tras pagar impuestos, se ha desplomado.
Este empobrecimiento generalizado es especialmente sangrante porque el Gobierno se vanagloria de políticas sociales.
Lo único que se ha demostrado en estos años es que el Gobierno gasta mal y nos empobrece a todos, en especial a los más desfavorecidos.
¿Por qué? Todos los datos mencionados son mucho peores para las clases bajas. La inflación, como demuestran muchos estudios empíricos, es más elevada que el IPC oficial para las clases más bajas ya que consumen un porcentaje mayor de su cesta en energía y alimentos. Y los alimentos han subido un 15,7% mientras la tarifa energética ha subido un 14-21% en datos reales de los recibos de los españoles, como muestra CaixaBank.
Usted pensará que esas clases bajas reciben ayudas y servicios "gratuitos" pero todos sabemos que la mayoría de esas ayudas no llegan al destinatario final ni mucho menos a la mayoría y sabemos también que esos servicios públicos ya los tenían antes. Se han empobrecido igual.
La comparación con otros países como Grecia o Portugal, a los que antes mirábamos con una especie de superioridad injustificada, es alarmante. Mientras el Gobierno maquilla las cifras de paro hasta la extenuación para vender su "récord de contratación", Grecia ya está por debajo en tasa de paro, tasa de paro en la sombra, crecimiento, solidez de las cuentas y riesgo de desequilibrios.
El caso de Portugal comparado con España es brutal. Ni con las cifras maquilladas de España refleja un desempeño mejor a Portugal que ha sido lo suficientemente inteligente como para mantener una fiscalidad atractiva.
España es como un corredor de fondo al que cada vez le cargan con más peso -impuestos- y ve cómo le sobrepasan unos tras otro sus competidores.
Ningún Gobierno puede estar contento con estos datos, pero es insultante que se muestren eufóricos.