Dinamizar la innovación, más allá de la inversión
Países como Estonia, Eslovenia y República Checa obtienen mejor puntuación que España en esfuerzo innovador.
Afortunadamente hoy no son necesarios ríos de tinta para evangelizar respecto a las bondades del proceso innovador como estrategia clave de competitividad; ya es un hecho, una realidad absolutamente imprescindible y que pocos, por no decir nadie, se atreven a contradecir.
España ocupa el puesto 16 de 27 en el ranking de innovación de la Unión Europea, según la edición de 2022 del European Innovation Scoreboard (EIS), análisis realizado por la Comisión Europea comparando los resultados de la investigación y la innovación en los países de la UE con algunos otros países del mundo.
Esta posición sitúa España enntre los países que se pueden considerar "moderados" por su nivel de innovación. Y, como apuntaba la Fundación COTEC en su análisis sobre este informe europeo, la posición de España no se corresponde con su potencial económico.
Así lo muestra el hecho de que haya tres países con menor renta per cápita, como Estonia, Eslovenia y República Checa, que obtienen una mayor puntuación que España en el ranking por su esfuerzo en innovación.
Aunque es posible identificar una evolución positiva en los últimos años en cuanto a crecimiento de la inversión en innovación, alcanzar el objetivo de que la inversión en I+D llegue al 2% del PIB que el Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación 2017-2020 establecía para 2020, parece una quimera y seguimos muy lejos del 2,12% para 2027 de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027.
Más allá de la inversión, que sin duda es un factor clave, lo más preocupante es que seamos capaces de elegir las mejores estrategias para dinamizar la actividad innovadora en la economía.
Sin duda el carácter emprendedor que atesoramos, con un sector empresarial basado en pymes y pocas, pero grandes compañías internacionales, es uno de nuestros mayores valores. Innovación y emprendimiento se conectan para liderar la transformación del modelo económico de España. Solo necesitamos foco y determinación.
"Innovación y emprendimiento se conectan para liderar la transformación del modelo económico de España. Solo necesitamos foco"
El suelo digital o altamente conectado, con una extensión de banda ancha que cubre prácticamente todo el país, es otro de los grandes atractivos que tenemos para la economía innovadora, incluso con un mayor peso en la nueva realidad postpandemia donde el teletrabajo es una de las tendencias transformadoras del mercado laboral.
El reto principal al que nos enfrentamos es la imbricación de estrategias de alto nivel que aseguren una transformación continua, basada en innovación, con las más sencillas y atractivas condiciones que promuevan la transformación económica y productiva que necesitamos como país.
Si nos focalizamos en ello, la lista se reduce a tres iniciativas principales. La primera iniciativa sería mejorar la coordinación de las políticas de I+D en los distintos niveles de la Administración, permitiendo el crecimiento de la inversión pública de la manera más eficiente posible.
No solamente se trata de invertir más, llegar al deseado 2%, también se trata de invertir mejor y buscar la eficiencia y mayor impacto de esta capacidad de inversión.
La segunda iniciativa es continuar fomentando y promocionando la inversión privada en I+D con medidas que faciliten esta asunción de riesgo en el mundo empresarial. Deducciones fiscales o bonificaciones en la Seguridad Social para la actividad que sea realmente innovadora, son claves en la decisión de inversión.
Y como tercera medida o iniciativa prioritaria destaca el hecho de mejorar la coordinación entre el mundo académico y el empresarial. Seguimos teniendo como asignatura pendiente la generación de talento adaptado a las necesidades reales del mercado.
Para ello, es necesario incorporar al sector empresarial en la estrategia académica y universitaria, que debe ganar flexibilidad y agilidad, entre otras muchas cosas. Y de la misma manera debemos seguir coordinando la investigación del sector académico con las necesidades reales de innovación empresarial, impulsando y facilitando programas como los doctorados industriales, así como la colaboración público-privada en el desarrollo de activos innovadores.
"El déficit de especialistas TIC se ha agravado rápidamente en los últimos dos años"
Es especialmente grave el problema de generación de talento tecnológico que afecta a la actividad innovadora de ambos, el sector público y el privado. La asociación de empresas tecnológicas DigitalES analizó en un informe del pasado mes de mayo que el déficit de especialistas TIC se ha agravado rápidamente en los últimos dos años y España tiene en la actualidad más de 120.000 vacantes laborales tecnológicas sin cubrir.
En este sentido, un tejido universitario más dinámico, flexible, abierto, asequible e interesante para el talento es una de las claves de cualquier estrategia de modernización de país y modelo económico innovador que podamos diseñar.
Por lo tanto, no se trata únicamente de incrementar la inversión en innovación, sino también de asegurar su coordinación y eficiencia. Esto se logra poniendo foco en los puntos fuertes de nuestro tejido innovador y competitivo, a la vez que centrándonos en redirigir de manera correcta y priorizada nuestros esfuerzos a la generación de impacto, tanto en el mundo público como privado, podremos avanzar adecuadamente en la transformación económica basada en la innovación y tecnología.
La transformación continua del modelo económico, perfectamente sincronizada con la evolución de mercado, es responsabilidad de todos y cada uno de los eslabones de la cadena de valor.
*** Carlos Galve, socio responsable de Innovación e Inversión Estratégica en NTT DATA.