El transporte público, clave en la crisis energética
El presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús expone sus reclamaciones al Gobierno.
La amenaza de un corte de suministro de gas ruso el próximo invierno, los problemas energéticos que Europa arrastra desde tiempo atrás -agravados por la invasión de Ucrania- y el gran encarecimiento de la energía -que ya ha contagiado a otros productos llevando a la inflación a más del 10%- han obligado al Gobierno de España a remitir a la Comisión Europea el Plan de Contingencia de Seguridad Energética del país.
Desde Confebus (Confederación Española de Transporte de Autobús), agradecemos a la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, la oportunidad de poder presentar propuestas para el establecimiento de una serie de medidas, a corto y largo plazo, que den confianza y certidumbre al sector del transporte en autobús y sean incluidas en el Plan de Contingencia.
No tendría sentido un plan energético nacional sin tener en cuenta al sector de transporte en su conjunto. Por eso, el Gobierno está obligado a incentivar el papel de todo el transporte público colectivo para afrontar el escenario actual de altos precios de la energía, que afecta muy especialmente a la movilidad cotidiana de los ciudadanos, fomentando el cambio a un medio de transporte más seguro, fiable, capilar, económico y sostenible.
El sector del transporte de viajeros por carretera sigue atravesando una situación muy complicada tras el impacto que supusieron las medidas de restricción de la movilidad provocadas por la pandemia. Aún no ha recuperado los niveles de demanda pre-Covid.
A la desaparición de casi 300 empresas de transporte en autobús desde 2020, hay que sumar las consecuencias del extraordinario incremento del precio de los combustibles, que está teniendo un enorme impacto en las cuentas de resultados de las empresas del sector, afectando en última instancia al ciudadano de a pie, limitando los servicios de movilidad.
Solicitamos a la Administración la aplicación de medidas concretas para asegurar el sostenimiento económico de los servicios públicos de transporte en general. Y entre las principales propuestas relacionadas con el sector del transporte en autobús, incluimos el fomento de todo el transporte público como medida de ahorro energético.
Esto implica extender las medidas de gratuidad del tren al autobús; la continuidad en el tiempo de medidas ya adoptadas en favor del sector y la extensión de otras al transporte en autobús; además del reequilibrio de todos los contratos de transporte regular de viajeros por carretera, incluido el transporte escolar, para adaptarlos a las nuevas energías, entre otras.
En definitiva, exigimos la aplicación de medidas contundentes a largo plazo para el fomento de la movilidad sostenible a través del uso del autobús.
Este nuevo Plan de Contingencia de Seguridad Energética del País no puede ignorar actuaciones clave para promocionar modos más eficientes e inducir un trasvase modal hacia medios menos contaminantes como el autobús en detrimento del transporte privado.
Pedimos que las medidas en favor de los servicios de tren, como la gratuidad de Renfe, se extiendan a todo el sistema de transporte público
Por ello, pedimos que las medidas en favor de los servicios de tren, como la gratuidad de Renfe, se extiendan a todo el sistema de transporte público, incluido el autobús, que es el único que llega a todos los rincones del país y que más viajeros mueve en el territorio nacional.
Además, desde Confebus, instamos a la Administración a disponer de un marco regulatorio más favorable para los operadores de transporte que permita eliminar las barreras en materia de infraestructuras, que actualmente coartan la utilización de un mayor número de vehículos limpios en sus flotas, bien por las condiciones de acceso a la energía o bien por las condiciones de las infraestructuras relacionadas con la red de transporte.
El Plan de Contingencia debe pasar por el impulso de vehículos medioambiental y energéticamente más eficientes a través de las mejoras tecnológicas disponibles y con incentivos reales a la inversión como el de otros países de nuestro entorno (Alemania, Portugal), para que los objetivos de este Plan se cumplan de forma realista y eficaz.
Pero en todo caso los incentivos para abordar el reto de la descarbonización deben ser reales, "no basta parecerlo".
*** Rafael Barbadillo, presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús, Confebus.