Según los últimos datos del Banco de España, en el primer trimestre de 2022, el gasto con tarjeta creció un 28% frente a 2021, mientras que la retirada de dinero en efectivo lo hizo tan solo un 10%. Para muchas pequeñas empresas que adoptaron la tecnología de pago con tarjeta por primera vez durante la pandemia, se trata de una noticia bien recibida: significa que la infraestructura que tienen instalada seguirá sirviéndoles a ellas y a sus clientes.

Pero ¿qué significa este aumento para el futuro del sector de los pagos y de los servicios financieros en general?

Aunque muchos comercios transformaron sus operaciones para seguir atendiendo a sus clientes durante el confinamiento, en los últimos meses también se ha producido un cambio significativo en las preferencias de pago de los consumidores. A medida que la gente asumía las realidades impuestas por la pandemia, era mayor el número de personas que recurrían a las transacciones digitales, los pagos sin contacto y las compras online por su comodidad y seguridad.

El 37% de los españoles ya usa su teléfono móvil para comprar, según el estudio sobre Tendencias de Pagos Móviles en España y, a medida que los consumidores se sientan más cómodos con las transacciones sin efectivo, la tendencia hacia el comercio sin contacto continuará. De hecho, hasta 2026 se estima que crecerá un 10% anual.

A medida que los consumidores se sientan más cómodos con las transacciones sin efectivo, la tendencia hacia el comercio sin contacto continuará

La velocidad con la que empresas de todos los tamaños se han adaptado a las necesidades de un mundo en pandemia es realmente fascinante. Desde las microempresas y los autónomos hasta las empresas con cientos de empleados, estas compañías han demostrado resistencia y agilidad. Aunque este cambio era totalmente nuevo para muchos, e implicaba una inversión en la infraestructura necesaria para aceptar pagos online y con tarjeta, el aumento de usuarios que recurren a estos métodos de pago hace que esta inversión merezca aún más la pena.

Para muchos propietarios de negocios, el aumento en 2021 del 21,61% de las compras en terminales de punto de venta (TPV) frente a 2020 y el hecho de que un 47% de los españoles haya aumentado el uso de pagos digitales durante la pandemia representan una gran oportunidad para aumentar la velocidad y la eficiencia de la propia tienda con la digitalización de las operaciones. Esto, a su vez, ayuda a los consumidores a comprar de forma más rápida y segura, lo cual es vital para continuar mejorando la experiencia del cliente en la situación actual.

Está claro que las transacciones sin efectivo tienen muchas ventajas, pero es necesario recordar que un sistema financiero debe funcionar para todos, no para la mayoría. Todavía hay muchas personas que dependen del dinero en efectivo en su vida cotidiana y es importante garantizar que el sistema financiero siga siendo sostenible a largo plazo.

De este modo, es esencial que las empresas consideren las opciones y preferencias de pago teniendo en mente la inclusión financiera. Será interesante ver nuevos avances en el sector durante los próximos años, demostrando cómo pueden coexistir las transacciones en efectivo y sin él, y creando una sociedad más inclusiva desde el punto de vista financiero.

***  Ana Muñoz es jefa de ventas de Square en Europa.