Tras una crisis sanitaria que ha trastocado nuestra forma de vivir y de relacionarnos, es hora de poner el foco en lo verdaderamente importante: la salud del futuro. Durante mucho tiempo hemos confiado en un sistema sanitario que, aunque se sitúa entre los mejores del mundo, ha mostrado áreas de mejora ante una situación de pandemia que ha tensionado sobremanera la gestión hospitalaria.
Hemos de garantizar la mejor gestión de la salud a los ciudadanos y, por lo tanto, los agentes implicados debemos seguir trabajando para acercar la salud de futuro gracias, en parte, a la innovación y a las nuevas herramientas digitales y tecnológicas que tenemos a nuestro alcance. Debemos estar preparados y ser capaces de anticiparnos a los acontecimientos futuros.
Aunque es innegable que esta adaptación supone un reto para la sanidad española, no me cabe ninguna duda de que será un desafío que acometeremos con éxito. El sistema sanitario ha demostrado con creces su capacidad de adaptación en tiempo récord a situaciones desconocidas e impredecibles y, sobre todo, el profundo compromiso de los profesionales y los ciudadanos, que son agentes fundamentales para en este camino.
Por un lado, los sanitarios cuyo esfuerzo durante complicados meses ha conseguido proveer de la mejor asistencia posible y, por otro, los ciudadanos que han dado ejemplo a nivel mundial de solidaridad con una vacunación masiva situando a España entre los países con mayor tasa de protección frente a la Covid-19.
Es hora de reconocer estos esfuerzos proporcionando tanto al sector como a la sociedad de las mejores herramientas para el cuidado de la salud. Es decir, mediante una apuesta por la digitalización de la sanidad, una provisión sanitaria eficiente dotada con la última tecnología y unas ciudades saludables.
El sistema sanitario ha demostrado con creces su capacidad de adaptación en tiempo récord a situaciones desconocidas
Estos tres componentes son ejes vertebradores de la actividad de Sanitas y las palancas que nos han situado a la vanguardia de salud digital. Estamos convencidos de que esta hoja de ruta hará que nuestro país se consolide como una región de referencia en innovación en salud.
Herramientas como la videoconsulta, que ha resultado enormemente efectiva durante el confinamiento, permiten flexibilizar la atención al paciente, evitando saturaciones en las consultas y realizar un mejor seguimiento de las enfermedades crónicas, una tendencia al alza en nuestro país a raíz del envejecimiento de la población.
Junto a ello, la incorporación de sistemas basados en inteligencia artificial y big data permiten complementar la medicina tradicional para un mejor y más rápido diagnóstico. Estos avances son una ayuda imprescindible para los sanitarios a la hora de prevenir enfermedades y garantizar el bienestar físico y emocional de los pacientes.
Tenemos ante nosotros un sector en pleno crecimiento acelerado por las oportunidades de la digitalización y la innovación terapéutica y tecnológica que debemos impulsar mediante la apuesta y retención del talento, una decidida inversión en I+D y una eficiente provisión sanitaria.
Pero todo ello no es posible sin la colaboración público-privada, imprescindible para que el avance global del sistema sanitario español repercuta positivamente en el conjunto de la sociedad. Porque si algo hemos demostrado durante la pandemia es que juntos somos más fuertes y solo mediante la unión de fuerzas conseguiremos que España siga siendo el país más saludable del mundo.
*** Iñaki Peralta es CEO de Sanitas