El Ibex 35 huele a naftalina. Sus componentes más potentes (eléctricas y banca) son de la vieja economía. Está obsoleto. Por eso lleva un tiempo renqueando. Sube a los 9.000 y vuelve a bajar hasta casi rozar los 8.000.
El mercado bursátil se mueve por expectativas de crecimiento. El inversor medio busca plusvalías, sólo el más conservador se conforma con el dividendo. Es verdad que, con la caída de las cotizaciones de las principales empresas del Ibex, su rentabilidad por dividendo es buena. En algunos casos más que la inflación, hasta la fecha. Pero con una inflación al alza para un inversor, con un mínimo perfil de riesgo, la rentabilidad por dividendo no será suficiente a partir de ahora. Por eso el Ibex 35 renquea.
¿Cuáles son las empresas y sectores que esperan crecimiento? Las de la nueva economía y otros sectores como la salud, los relacionados con el medioambiente y su sostenibilidad y, sobre todo, con proyección internacional. En las bolsas mundiales las cotizadas que más han crecido en la crisis son las tecnológicas y las que operan en internet. Ejemplos: Amazon o Netflix
Amazon lleva creciendo más del 25% en 2021. En 2020 duplicó sus ventas en España ¿Qué hubiese ocurrido con su cotización si fuera del Ibex 35? ¿Y con ese índice si muchas de las empresas que lo componen fueran de sectores vinculados a las nuevas tecnologías o internet? Se habría disparado. Netflix lo mismo. En 2020 sus acciones aumentaron su cotización casi un 60% y aunque su crecimiento se desaceleró en 2021 siguió creciendo a pesar de la nueva competencia en el streaming. Si Netflix fuera del Ibex 35 seguro que lo habría empujado.
En las bolsas mundiales las cotizadas que más han crecido en la crisis son las tecnológicas y las que operan en internet. Ejemplos: Amazon o Netflix
En el Ibex 35 hay buenas y sólidas empresas. Entonces, ¿por qué está estancado con niveles de resistencia tan bajos? Porque los que más pesan en su composición son como los paquidermos, con crecimientos lentos. Y aunque dentro de él hay empresas que han experimentado rápidos crecimientos, como Inditex, su futuro en este aspecto está ligado a las ventas online, es decir, a internet, las nuevas tecnologías y el mercado global. Una muestra más de que sin "internet ahora, en la bolsa no hay paraíso" (parafraseando una frase de una serie televisiva).
¿Hay empresas con expectativas de crecimiento en España para "modernizar" el Ibex 35? Probablemente sí. Las ligadas a las nuevas tecnologías, a la industria farmacéutica, al mercado internacional… Pero, salvo unas pocas, son demasiado pequeñas para ser incluidas en ese índice.
Además, en España la financiación tradicional en el crecimiento ha sido autofinanciación o bancaria. Solo hasta hace muy poco tiempo las rondas para obtener capital en el mercado de inversores se han desarrollado y, aun así, no lo suficiente como para hacer crecer las empresas a la velocidad que exige el mundo digital. Glovo crece con rondas de financiación. Cabify venderá 450 millones de euros. Aun así, las dos son demasiado pequeñas para entrar en el Ibex 35.
El problema es el tamaño de nuestras empresas que en su 90% son pymes. Lo dicen todos los estudios. ¿Qué hacer? Una política de fortalecimiento de nuestro tejido empresarial, ayudas a la financiación de sectores en crecimiento, enfoque a la nueva economía. Eso no solo se hace con PERTES, también con una legislación que favorezca el crecimiento.
Por ejemplo, parece que la reforma de la reforma laboral de 2012 va a preservar aspectos claves de los que introdujo el PP en esa fecha. También profundizará en los derechos del trabajador, buscará la reducción de la temporalidad. Pero no cambiará la rigidez de nuestra legislación laboral. La acentuará.
Una de las cosas a cambiar es la presencia de los sindicatos. Muchas compañías cuando llegan cerca de los 50 empleados dudan entre crecer o crear otra empresa distinta para nuevos productos o mercado. ¿Por qué? Porque a partir de 50 empleados pasas de tener un delegado sindical a un tener obligatoriamente un comité de empresa.
Es una barrera artificial que hay que eliminar. La pregunta es: ¿por qué una empresa tiene la obligación de tener representación sindical? Esa sería una decisión que deberían tomar los empleados de la misma y no estar impuesta por ley.
*** J. R. Pin es profesor del IESE Business School.