Es uno de los temas de los que más se está hablando en las grandes compañías: el papel de la tecnología en la era post-pandémica, que ha dado lugar no solo a enormes cambios de hábitos en muchos sentidos, sino también a evidencias indiscutibles en muchos otros.
La gestión de la tecnología siempre ha sido un tema complejo, cuyos responsables llevan décadas rezando para ser capaces de distinguir las tendencias reales de las simples modas que les vende el consultor o el preventa de turno, pero con un cambio de contexto tan relevante y que dura ya mucho tiempo, las cosas se han complicado más aún.
¿En qué temas deberían estar trabajando los CIOs o los responsables de tecnología de las grandes compañías ahora mismo? ¿Cuánto ha cambiado su agenda con respecto a la que tenían en febrero de 2020, justo antes de que se declarase la pandemia?
La gestión de la tecnología ha sido siempre un tema complejo y cuyos responsables llevan décadas rezando para distinguir tendencias reales de simples modas
En primer lugar, vale la pena plantearse una evidencia: las compañías que habían hecho sus deberes en términos de transformación digital antes de la pandemia fueron capaces de mantener su operativa y su actividad de forma mucho menos traumática que las que no los habían hecho.
Las empresas en las que ya se trabajaba en la nube y con procesos razonablemente automatizados pudieron, simplemente, decir a una gran mayoría de sus trabajadores esenciales, obviamente aquellos no vinculados directamente con la atención al público o con el uso de máquinas especializadas, que se fueran a sus casas y siguieran trabajando desde allí.
Las que, en marzo de 2020, tuvieron que poner en marcha los protocolos necesarios para ello, obviamente, lo pasaron mucho peor. Valga esto simplemente para poner en contexto el valor de la tecnología o la importancia de las decisiones de un buen CIO.
¿Qué hemos aprendido de la pandemia en este sentido, y qué figura ahora en la agenda de los CIOs más punteros? En primer lugar, la nube. Sigue ahí, lógicamente, porque es el entorno de trabajo lógico, el que ofrece mayor flexibilidad, el más seguro, el que permite eliminar más preocupaciones y hacer que nuestro personal se dedique a tareas de más valor añadido, y el más barato.
La nube es el entorno de trabajo lógico porque ofrece más flexibilidad y es el más seguro
Ahora bien, conviene tener en cuenta que nada es gratis: para obtener esas ventajas hay que trabajar, evitar dependencias de un único proveedor que pueda convertirnos en cautivos o reducir nuestra capacidad de negociación, y hay que re-cualificar a buena parte de la plantilla.
Otro importantísimo caballo de batalla es la automatización: a estas alturas, mantener a personas haciendo tareas puramente rutinarias que una máquina puede hacer mejor, más rápido y con menos errores es característico de compañías anticuadas. La hiper-automatización de todo tipo de procesos forma parte de las agendas de todos los CIOs, y está ahí con toda la lógica del mundo, porque diferencia a las empresas competitivas de las que no lo son.
Sin duda, la analítica de datos y el machine learning, de los que llevábamos ya tiempo hablando antes de la pandemia, siguen ahí: ahora, posiblemente, con un enfoque más pragmático y práctico.
Las compañías se han cansado de hacer “proyectos” en lenguajes de programación “artesanales” que luego no hay forma de poner en producción, y optan ahora por no reinventar la rueda y utilizar herramientas sólidas, en las que no haya que programar como se hace cada maldita correlación o regresión, y en donde se pueda cambiar de algoritmo de análisis a golpe de clic, sin tener que reescribir líneas de código.
Otro caballo de batalla importantísimo es la automatización, la analítica de datos y el 'nachine learning'
Y finalmente, pero no menos importante, la gestión de personas. Para los departamentos de tecnología, conseguir a las personas adecuadas se ha convertido en un factor fundamental, sobre todo considerando que el ámbito tecnológico en general y los dedicados al desarrollo en particular, es uno de los que más han podido comprobar su capacidad para trabajar en remoto.
Dado que, además, es un mercado de trabajo con escaso desempleo y en el que la movilidad es posible, los profesionales tienden a exigir ahora condiciones que no exigían antes de la pandemia, que pueden suponer un reto para muchas compañías, pero que son fundamentales para lograr atraer al talento adecuado.
Pero además, el área tecnológica tiene un reto mayor: la cualificación de toda la plantilla en ámbitos como la seguridad, uno de los grandes retos del momento, y que depende fundamentalmente del que siempre es el eslabón más débil: el trabajador.
En muchos sentidos, las áreas relacionadas con la tecnología se han convertido en avanzadilla de muchos de los cambios que van a experimentar los entornos corporativos en los próximos tiempos. ¿Te suena? ¿Son esos los temas de los que habla tu CIO en las reuniones? ¿Está tu compañía preparada para un contexto así?