El maná del BCE: coste del crédito y márgenes bancarios
La política expansiva que lleva instrumentando el BCE desde hace años ha supuesto un drástico abaratamiento del coste de la financiación bancaria.
Gracias al maná del Banco Central Europeo (BCE) en forma de financiación a los bancos a tipos cada vez más reducidos y a las multimillonarias compras de activos, la economía española (y la europea) en su conjunto se ha ahorrado millones de euros en costes financieros en los últimos años. Es un maná que ha ido a parar al bolsillo de empresas y familias al pagar tipos de interés bancarios cada vez más reducidos, y también al sector público por el menor coste de la deuda pública.
Desde que hay registros en la base de datos del BCE (enero de 2000), nunca los préstamos para la compra de vivienda habían sido tan baratos en España, ya que el tipo de interés se ha situado en el 1,5% en abril de 2021. No es algo que ocurra solo en España, sino que se reproduce en la banca de la Eurozona en un contexto en el que el euríbor lleva en terreno negativo más de cinco años.
Los españoles pagan ahora mismo un tipo de interés en sus hipotecas que es menos de la cuarta parte en relación con el 6,4% que pagaban hace una década. No obstante, las nuevas hipotecas son más caras en España que en el promedio de la Eurozona (1,5% vs. 1,32%) y también en relación con sus principales economías: Alemania (1,23%), Francia (1,15%) e Italia (1,37%).
No ha ocurrido exactamente lo mismo en los préstamos al consumo, ya que el tipo de interés en España lleva aumentando de forma ininterrumpida desde noviembre de 2020 (ha aumentado 68 puntos básicos) y se sitúa en la actualidad en el 6,68%. Sin duda, la crisis de la Covid-19 y el aumento del riesgo de prestar al consumo ayudan a entender esta reciente subida de tipos.
En cualquier caso, también en este tipo de financiación se ha hecho notar el maná del BCE, ya que el tipo de interés actual es casi la mitad del que pagaba un español en 2008, justo cuando estalló la crisis financiera.
La cruz de la moneda está en la penalización que sufren los ahorradores que traspasan su renta a los deudores
Al igual que en el préstamo para la compra de vivienda, también los españoles pagan un precio más caro que los europeos por un préstamo al consumo, ya que el 6,68% actual supera en 151 puntos básicos al de la banca de la Eurozona y sus principales economías: 5,37% en Alemania, 3,48% en Francia y 6,43% en Italia. Estos tipos más elevados en relación con las hipotecas son un caramelo para algunas instituciones financieras, que ofrecen préstamos preconcedidos a determinados clientes, máxime en el actual contexto de baja rentabilidad del negocio bancario.
A diferencia de las hipotecas, los tipos actuales en el préstamo a las empresas tampoco están tampoco está en sus niveles mínimos, ya que el tipo de interés de abril de 2021 del 1,75% está en un nivel similar al de mayo de 2020 como consecuencia de la subida que ha tenido lugar en abril de este año.
No obstante, el coste actual que pagan las empresas españolas es la cuarta parte del que pagaban en 2008, lo que demuestra de nuevo el ahorro de costes financieros del que se benefician las empresas gracias al BCE. Como les ocurre a las familias, también las empresas españolas pagan un tipo de interés por sus préstamos superior al promedio de la Eurozona (1,47%) y sus principales economías: 1,52% en Alemania, 1,36% en Francia y 1,19% en Italia.
La caída de los tipos de intervención del BCE obviamente también se ha transmitido a los depósitos bancarios hasta el punto de que son negativos en algunos casos, como los depósitos a plazo de las empresas. En enero de 2019 entraron en terreno negativo por primera vez en España y se sitúan en la actualidad en el -0,22%, dado que el coste que pagan los bancos al BCE por su exceso de liquidez (0,5%) lo trasladan a las empresas, aunque no a las familias, ya que estas últimas obtienen una rentabilidad por sus depósitos a plazo muy reducida (0,05%), pero positiva.
Ese tipo negativo del -0,22% de España supera al -0,17% de la Eurozona, aunque es inferior al de Alemania (-0,25%). En Francia e Italia, en cambio, las empresas siguen recibiendo un tipo de interés positivo por sus depósitos del 0,07% y 0,37%, respectivamente. En el caso de los depósitos a plazo de las familias, el tipo de interés actual del 0,05% que paga la banca en España es el más bajo de todos los países de la Eurozona y, por tanto, también inferior al 0,25% del promedio de los sectores bancarios de la Unión Económica y Monetaria.
La visión conjunta de los tipos de interés de préstamos y depósitos permite analizar los márgenes con los que intermedia la banca, información que también ofrece el BCE en sus estadísticas. Para el total de esa actividad de intermediación créditos-depósitos, el margen en las nuevas operaciones se sitúa en abril de 2021 en el 1,82%, por encima del de Alemania (1,66%), Francia (1,15%) e Italia (0,50%).
Nunca los préstamos para la compra de vivienda habían sido tan baratos en España
Lo mismo ocurre en el caso del préstamo para la compra de vivienda, cuyo margen actual del 1,60% de España supera al de Alemania (1,45%), Francia (1,03%) e Italia (0,65%). Es un margen inferior, por ejemplo, al de 2019, pero claramente superior al de 2008.
Lo que toda esta información refleja es que la política monetaria tan expansiva que lleva instrumentando el BCE desde hace años para combatir las sucesivas crisis (financiera, de la deuda soberana y la de la Covid) ha supuesto un drástico abaratamiento del coste de la financiación bancaria en beneficio de empresas y familias, y también de las Administraciones públicas gracias a la caída del tipo de interés de la deuda pública.
Lo mismo ha ocurrido en España, aunque en la actualidad los tipos de interés de las nuevas operaciones son algo superiores en relación con la Eurozona y sus principales economías. La cruz de la moneda está en la penalización que sufren los ahorradores que traspasan sus rentas a los deudores con remuneraciones de los depósitos que son testimoniales e incluso negativos para las empresas.
Los márgenes bancarios intentan resistir para conseguir una rentabilidad que haga viable el negocio de la intermediación financiera, algo que consiguen en mayor medida los bancos españoles viendo los márgenes actuales con los que intermedian que son superiores a los de la Eurozona.
***Joaquín Maudos es catedrático de economía de la Universidad de Valencia, director adjunto del Ivie y colaborador del CUNEF