La reciente polémica sobre la fiscalidad de Madrid parece indicar que ahorrar en Madrid es de derechas e insolidario. En efecto, Rufián, el diputado de ERC ha levantado la liebre. Considera que Madrid es insolidaria porque sus ciudadanos no pagan el impuesto de patrimonio, y casi nada en el impuesto sobre herencias y donaciones entre los consanguíneos de primera línea.
Dos impuestos que gravan el ahorro. El patrimonio de una persona procede de sus ahorros o de los de sus antepasados. Se hace a base de rentas que quedan después del gasto y el pago del IRPF y otros impuestos. Cómo el denunciante milita en un partido de izquierdas, es lógico pensar, por tanto, que el ahorro de Madrid, que quiere gravar, es de derechas. Como la izquierda se jacta de ser solidaria es también lógico pensar que ese ahorro es insolidario. ¿Es cierto?
El ahorro, o capital acumulado, se puede utilizar de dos maneras. Una es gastándolo, otra invirtiendo. Si se gasta da lugar a rentas de otras personas que gracias a ello mantienen su puesto de trabajo. Si se invierte crea puestos de trabajo y aumenta la oferta de bienes y servicios que también se exportan, creando riqueza para la nación.
De manera que el ahorro es solidario, lo más solidario del mundo, porque estimula el mantenimiento y la creación de puestos de trabajo y el bienestar de los ciudadanos; no solo del que ahorra que con el respaldo de sus bienes asegura su futuro económico y el de sus descendientes, también del conjunto de la nación. Algo que no debería ser de izquierdas o de derechas, sino de buen sentido ciudadano.
Como la izquierda se jacta de ser solidaria es también lógico pensar que ese ahorro es insolidario
Entonces ¿porque Rufián quiere aumentar los impuestos de los ahorradores madrileños? Una razón puede ser porque piensa que Madrid está “robándole a Cataluña” algo valioso. La imagen de ahorradora.
Siempre se ha pensado que los catalanes son personas serias, ahorradoras y trabajadoras, responsables. Responsables en lo tocante al dinero. Ya se sabe el dicho aquel de antes del euro: “la pela es la pela”.
Dicho que identificaba esa característica. Lo cual ha sido cierto y reconocido durante mucho tiempo y espero que siga siéndolo a pesar del despilfarro de algunas de las partidas presupuestarias de la Generalitat en materia de TV3 y “embajadas”, como ha señalado recientemente la Presidenta de Madrid, Sra Ayuso, ante los ataques a su gestión fiscal.
Puede ser que Rufián piense que Madrid está “robándole a Cataluña” algo valioso. La imagen de ahorradora.
Si Rufián consigue gravar con impuestos al ahorro de los madrileños, la lógica económica dice que aumentará la propensión al gasto y disminuirá la propensión al ahorro. Así -debe pensar Rufián- los catalanes recuperarán su primacía de ahorradores y no se la quitarán los madrileños. Un ranking es un ranking y perder puestos en el de ahorradores, no es agradable.
O sea, que no se trata de un tema económico, ni político, ni siquiera hacendístico; es un tema de “honrilla” local ¿Cómo permitir que Madrid tenga imagen de comunidad industriosa y trabajadora, ahorradora y responsable cómo Cataluña? Para Rufián es el colmo ¡Hasta ahí podríamos llegar!
También es posible qué Rufián quiera que Madrid aporte más a la Hacienda del Estado. Pero en ese caso los números son abrumadores en su contra. Madrid aporta más que ninguna otra autonomía al Fondo de Garantía de Servicios Públicos Fundamentales (FGSPF), una de las claves de la solidaridad Interterritorial.
En este año deberá aportar 3.919 MM de euros. Cataluña aporta menos que Madrid, pero también lo hace; 1579 MM de euros. La otra autonomía que aporta es Baleares. Pero ni Madrileños, ni catalanes, ni baleáricos con sentido común se quejan de eso. Saben que la solidaridad entre españoles es necesaria. Madrid lo hace protegiendo el ahorro y por eso puede dar más. A lo mejor, si otras autonomías hicieran la misma política fiscal el resultado sería también tan solidario como el de Madrid.
Por tanto el ahorro en Madrid no es de derechas, aunque lo proteja la política fiscal del Gobierno PP-Ciudadanos; es de sentido común. Ahorro solidario porque ayuda a crear riqueza y trabajo y, como demuestran los números del FGSPF, permite ayudar a los que lo necesitan.
*** J.R. Pin Arboledas es profesor del IESE.