El precio del alquiler sube en diez capitales de provincia hasta un 27,6% por la caída de la oferta de viviendas
El mayor descenso se da en Alicante, pero no ha sido la ciudad que más ha encarecido los precios en el último año. Ese honor recae en Gerona.
23 octubre, 2022 02:55La oferta de viviendas en alquiler se ha reducido un 25% de media en España durante el tercer trimestre de 2022 respecto al mismo periodo de hace un año. Es decir, que en los últimos 365 días uno de cada cuatro arrendamientos se ha volatilizado. Y, consecuentemente, los precios se han disparado en diez capitales de provincia y lo han hecho hasta un 27,6% en el caso más extremo.
Según Idealista, sólo diez de las 52 capitales de provincia tienen más viviendas de alquiler que hace un año. Y en otras diez su oferta ha caído por encima del 30%. En total, 41 ciudades han visto menguar su stock. En ‘tierra de nadie’ está Segovia. Es la única ciudad que mantiene su oferta.
¿Y cómo se ha traducido eso en el precio de los alquileres? Pues en el último año en todas las ciudades han subido los precios, con dos excepciones. Las únicas que los han bajado han sido Badajoz (un raquítico 0,1%) y Huesca (-0,5%). La media en España ha sido un incremento del 6,4%, según el marketplace inmobiliario. “El mercado del alquiler se enfrenta ahora mismo a un gravísimo problema de oferta que mantiene tensionados los precios en las grandes capitales”, afirma Francisco Iñareta, portavoz de Idealista.
Menos vivienda
La ciudad que ahora mismo tiene menos vivienda de alquiler que hace un año es Alicante [ver en mapa adjunto todas las ciudades]: su stock ha menguado un 52%. Y eso se ha traducido en un incremento de precio en el último año del 17,1%. Es la única que supera una caída del 50%. Pero no es la que más sube precios.
Ese honor recae en Gerona: con una caída del 33% en la oferta, resulta un 27,6% más caro acceder al alquiler. Junto a Alicante y Gerona, hay otras ocho ciudades cuya oferta se ha desinflado por encima del 30%.
A la cabeza, Palma (-47%), donde la subida de precio ha sido del 12,9%. Le siguen Barcelona y Málaga (-46%), Valencia (-36%), Madrid y Badajoz (-33%), Las Palmas (-32%) y Ciudad Real (-30%). Sin embargo, las subidas no han sido proporcionales a la escasez de oferta.
Así, en Palma ese incremento ha sido del 12,9%; en Málaga, del 19,6%; en Valencia, del 15,8%; y en Madrid, del 10,8%. Siguiendo el orden establecido, llegamos a Badajoz. Y pese a caer su oferta un 33%, el precio ha descendido: en concreto, un -0,1%. En Las Palmas y Ciudad Real, la subida ha sido del 14,3% y del 6,2%, respectivamente.
Más oferta
Más allá de Segovia, que mantiene su oferta invariable (lo que no ha frenado los precios, sino que los ha subido un 6,8%), hay una decena de ciudades que han visto engordar dicha oferta. A la cabeza, Lérida, con un 53% más que no se ha traducido en una rebaja de precios: han subido un 4,5%.
La subida de la oferta en Jaén ha sido del 27% (un 7,3% más caros los precios); en Pamplona del 17% (6% más caro); en Zamora del 16% (0,7%); en Albacete del 11% (4,4%); en Vitoria del 10% (7,4%); en Melilla del 4% (0,5) y en Cádiz del 2% (8,1%). La única ciudad que ha aumentado su oferta un 4% y ha logrado que los precios se desinflen (un -0,5%) ha sido Huesca.
Tope e inseguridad jurídica
Son datos de Idealista que ponen de relieve cómo una parte importante del mercado está pasando del alquiler a la venta. Algo que está sucediendo por una serie de razones como la inseguridad jurídica y el tope al 2% fijado por el Gobierno para la actualización de las rentas de alquiler.
“Los propietarios, tanto los particulares como las empresas, no saben si va a haber un nuevo real decreto que cambie las reglas en mitad de la partida, como ya ha sucedido anteriormente”, explican desde la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA).
Además, y según ANA, los propietarios están subiendo los precios porque les ha aumentado “de forma considerable” su riesgo con la suspensión de los lanzamientos; por la falta de medidas regulatorias para hacer frente al “acuciante fenómeno de la ocupación” y porque no quieren perder poder adquisitivo tras el tope del 2% del Gobierno, “que no se sabe hasta cuándo va a durar”.
Por tanto, la oferta de vivienda disponible para alquiler mengua sin encontrar reposición. “Sin medidas que estimulen la aparición de nuevo producto, en unos meses nos daremos cuenta de que el problema ya no es sólo el precio, sino la desaparición total del mercado”, advierte Francisco Iñareta.