Las faltas de medicamentos se agravaron en 2023. Según los datos del Consejo General de Farmacéuticos, las incidencias en el suministro de fármacos se elevaron un 30% respecto al año anterior. Productos tan populares como el analgésico Efferalgan, el antidepresivo Orfidal y Primperan (que se emplea para las náuseas) han escaseado en las boticas españolas.
El top 10 de medicamentos más difíciles de encontrar en las farmacias españolas se completa con Nutrasona, Celestone Cronodose, el ibuprofeno de Aristogen, el Condrosulf, el popular Ozempic (que se emplea contra la diabetes), el ibuprofeno arginina de Kern Pharma y el paracetamol de Qualigen.
Así lo indican los datos del Centro de Información sobre el Suministro de Medicamentos (Cismed), que apuntan a que el año pasado 475 productos dieron problemas de suministro. A la semana, escasearon de media 95 medicamentos.
Aunque puedan parecer cifras bajas, los farmacéuticos alertan de que la carencia de estos productos afecta a un número muy elevado de pacientes.
La clase terapéutica que más ha sufrido este problema es la de los antihipertensivos. Sin embargo, sólo en el 7% de los productos afectados no hay equivalentes terapéuticos o solución similar, ha explicado Juan Pedro Rísquez, vicepresidente del Consejo de Farmacéuticos.
De hecho, hay parte de estos problemas de suministro que se han solventado con el paso de las semanas, como fue el caso de las amoxicilinas pediátricas, cuya escasez se ha ido rebajando según ha avanzado el año.
¿Cuáles son las causas de este incremento de los desabastecimientos de los medicamentos? Tanto Rísquez como Jesús Aguilar, presidente del Consejo de Farmacéuticos, consideran que son multifactoriales y complejas. "Es más difícil solucionar la inflación que esto", opinan.
"Es un problema global", ha indicado Aguilar, que ha participado en la presentación de los datos de Cismed en el marco del Congreso Nacional Farmacéutico que esta semana se celebra en Valencia. "Hemos dejado en manos de países de fuera de la Unión Europea la producción de medicamentos. La solución viene de las estrategias europeas y de tener más plantas para ello, generando importantes movimientos económicos".
Por su parte, Rísquez admite que también hay un problema de "rentabilidad". Es decir, medicamentos con precios tan bajos (cabe recordar que los decide el Estado) que sus productores deciden restirarlos del mercado porque no cubren costes. Por ello, "revisar precios" también debe formar parte de las soluciones.
En este sentido, los farmacéuticos consideran que habría que facilitar que pudieran echar un cable desde sus mostradores. Reclaman modificar la Ley de Garantía y Uso Racional del Medicamento (que se quiere reformar este 2024) para poder variar la forma farmacéutica de los medicamentos cuando exista escasez de determinados productos.