La ministra de Sanidad, Mónica García, ha lanzado un mensaje de tranquilidad a la sanidad privada: "No debería estar preocupada. Siempre le he tenido mucho respeto".
"Tengo buena relación. Llevo mucho tiempo hablando con los operadores de la sanidad privada y no tengo nada contra ellos", ha señalado la ministra en una entrevista en Cadena SER.
"Me han dicho una cosa muy importante que es que para que ellos funcionen bien, también tiene que hacerlo la pública. Son conscientes de que la pública se lleva los peores riesgos, las intervenciones y procedimientos más caros. La pública tiene que funcionar bien para que funcione la privada", ha añadido.
[Los pacientes que se operan por la sanidad privada esperan 93 días menos que en la pública]
Sin embargo, sí ha mostrado su rechazo a los conciertos sanitarios. "Lo que he criticado muchas veces son esas fórmulas híbridas, que con dinero público se paga unos determinados beneficios económicos de unas empresas que, la mayoría de las veces, no están en España y hacen que sean más caros los procedimientos".
En esta línea, García ha explicado que "en Europa, los conciertos con los hospitales privados tienen un control y dan por hecho que el euro que se destina a la sanidad es un euro que tiene que llegar al paciente, dejando unos pequeños márgenes para ganancias económicas. Se rompe la baraja cuando esas ganancias son obscenas y cuando el paciente es visto como un cliente".
La ministra ha indicado que estas colaboraciones público-privadas "se pueden regular". "Hay maneras de hacer una buena colaboración, honesta y simbiótica, que no sea parasitaria".
A nivel regional, las comunidades autónomas con un mayor porcentaje de gasto en conciertos son Cataluña, con un 24,1%; Madrid, con un 11,8%; y, Baleares, que destina un 8,6% del gasto sanitario. En el resto de las comunidades autónomas, el gasto en conciertos representa entre un 2,8% y un 8,6%, según los datos del IDIS.