España es uno de los países de la Unión Europea que más tarda en decidir la financiación de un medicamento. El tiempo medio de disponibilidad de un medicamento para los pacientes, pues, es elevado. Además, hay que tener en cuenta que hay medicamentos innovadores que hacen frente a enfermedades de pacientes sin otras alternativas terapéuticas. Se supone, o así se dice siempre, que el paciente siempre es el centro, pero en enfermedades como el cáncer, en las cuales el tiempo de espera es crucial para mantenerse o no con vida y unido al sufrimiento consecuente de las familias y allegados, necesitan soluciones rápidas.
“Estamos hablando de necesidad de vida; hay que tener en cuenta en estas cuestiones tan técnicas la parte emocional y eso no rige en los criterios para ver si un paciente accede o no a un fármaco”. Palabras duras, pero con mucha verdad, de Bernard Gaspar, Presidente de la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón, durante el debate celebrado en El Español en colaboración con PharmaMar en torno al uso de medicamentos en investigación para pacientes sin otras alternativas terapéuticas.
Equidad, una de las claves
Entre los cuatro invitados al debate la palabra equidad fue protagonista durante prácticamente todo el encuentro. María José Calvo, Subdirectora general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad de la CAM, lo tiene claro: “La misión de las comunidades es garantizar esa accesibilidad al medicamento, garantizar la equidad y, para todo ello, tenemos que trabajar todos juntos (clínicos, pacientes y administraciones)”.
Pero no solo existe una inequidad entre las distintas comunidades autónomas, sino en todo Europa, de ahí que estemos a la cola: “Es un drama” desde que la EMA aprueba un medicamento hasta que llega al paciente, explicaba Luis Mora, Director General de las Unidades de Oncología, Virología e Identidad Genética de PharmaMar. Y continuaba: “Se produce, así, una inequidad en el marco de Europa; estamos a la cola de los países desarrollados (…) Y la industria tiene mucho menos tiempo en recuperar esa inversión (…) Lo que entendemos es que hay un tema económico detrás”.
Bernard Gaspar, como representante de los pacientes, puso el foco en el lado humano durante todo el debate: “Imaginaos lo que es para un paciente saber que hay un fármaco del que se puede beneficiar en Alemania y no puede acceder a él en España. Eso es demoledor”.
Según Luis Mora, Director General de las Unidades de Oncología, Virología e Identidad Genética de PharmaMar, “la mejor equidad que puede haber es que los pacientes tengan la opción en cualquier parte del territorio nacional y que se gestione a nivel de comunidad autónoma”. Además, “para mejorar los tiempos de acceso se tendría, primero, que cumplir la ley para esos 6 meses. Ya sea por un trasfondo económico o de otro tipo, al final quien paga estos retrasos es el paciente y el laboratorio”.
Altos precios y largas esperas
La labor de la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios en cuanto al Uso Compasivo de los medicamentos es clave en muchas situaciones. Se trata de la utilización de un medicamento autorizado para otra indicación, o que está a la espera de ser autorizado para esa indicación concreta habiendo demostrado en estudios su eficacia, y que se solicita para pacientes que no pueden ser tratados satisfactoriamente con otro fármaco. Y aquí muchas veces la decisión de usarlos o no recae en el médico en cuestión.
Milena Peraita, representante de esta Agencia en Uso Compasivo puso de ejemplo, junto al resto de los contertulios, el papel de Francia en cuanto a tiempos y precios: “Francia es un buen ejemplo: ellos diferencian entre los medicamentos que están en fases más avanzadas, que ya han solicitado la comercialización o que están a punto, y los que están en fases iniciales de investigación”. Y añadía: “La diferencia con España es que el precio no está regulado, no ponemos límite”.
María José Calvo hizo hincapié en la necesidad de colaboración entre todos y en la transparencia como posibles soluciones en España: “Ante la toma de decisión de si un medicamento se tiene que financiar o no hay que mirar muchas cosas: la incertidumbre clínica es una de esas cosas y acompañado de un precio a veces desorbitado, hace que se retrase esa toma de decisión (…) Lo más importante es que haya transparencia en la toma de decisiones y para todos”.
En esta transparencia y en incluir a todos también está el paciente, como mencionábamos al comienzo: “Yo entiendo que sea el presupuesto el que marque a veces la aprobación de esos fármacos, pero es que estamos hablando de vidas y eso las autoridades no lo perciben”, decía Bernard Gaspar.
Así, Luis Mora, concluía que una posible solución sería “que los pacientes tengan la posibilidad de acceder a terapias antes del proceso de aprobación como ocurre en otros países y siempre con el respaldo de la Agencia del Medicamento”.