La Comunidad de Madrid ya está contando con la sanidad privada para vacunar contra la Covid-19. Tal y como ha podido confirmar Invertia, desde el miércoles 21 de abril, algunos hospitales de titularidad privada ya están administrando dosis a personas con condiciones de muy alto riesgo, es decir, el grupo 7 de la estrategia de inmunización.
Se trata de pacientes oncológicos e inmunodeprimidos. Para este grupo, el Ministerio de Sanidad ha estipulado el uso preferente de vacunas de ARN mensajero, es decir, las de Pfizer o Moderna; aunque se puede utilizar cualquiera de los antígenos autorizados hasta el momento.
De momento, la Comunidad de Madrid está contando con el músculo de la sanidad privada para avanzar en la inmunización de este grupo prioritario. Tal y como ha anunciado la Consejería de Sanidad autonómica, los centros hospitalarios privados de la región inocularán la vacuna de Moderna a sus pacientes de este colectivo a partir de la próxima semana.
Concretamente, lo harán la Clínica Universitaria de Navarra, Grupo Quirón, Grupo HM Hospitales, Grupo Vithas, Centro MD Anderson Cancer Center, Hospital Moncloa, Clínica Santa Elena, Hospital de la Zarzuela y el Sanatorio Francisco de Asís.
Sin embargo, algunos ya lo están haciendo. El presidente de HM Hospitales, Juan Abarca, ha anunciado a través de LinkedIn, que los centros del grupo en la Comunidad de Madrid ya han comenzado a administrar dosis a pacientes oncológicos e inmunodeprimidos.
Cabe recordar que las personas incluidas en el grupo 7 incluye a pacientes trasplantados o en listas de espera, en tratamiento sustitutivo renal (hemodiálisis y diálisis peritoneal), con enfermedad oncohematológica, cáncer de órgano sólido, inmunodeficiencias primarias, infección con VIH inferior a 200 cel/ml, y síndrome de Down de más de 40 años.
De momento, Madrid es la única región que ha permitido la colaboración de este sector, según las fuentes consultadas por este periódico.
El Ministerio de Sanidad, en contra
Cabe recordar que el exministro de Sanidad, Salvador Illa, dejó muy claro a principios de año que el Gobierno descartaba que la sanidad privada participase en la campaña de vacunación contra la Covid-19. Argumentó que el sistema público “tiene capacidad para llevar a cabo la inmunización en España”.
Declinaba así la oferta de los hospitales privados para vacunar gratis a la población y acelerar el ritmo de inmunizaciones.