La Policía Nacional ha presentado esta mañana el balance de su actividad para prevenir las agresiones a sanitarios, correspondiente al año 2020. Según los datos aportados, los episodios violentos se han reducido un 33% en comparación con el ejercicio anterior.
En total, se interpusieron 197 denuncias, frente a las 294 que se registraron el pasado año. Esta disminución se debe, principalmente, “a la labor que realiza la Policía Nacional desde la puesta en marcha de la instrucción en 2017 y, seguidamente, a la modificación del modelo asistencial como consecuencia de la actual situación sanitaria”, según el comunicado remitido.
Cabe matizar que los datos presentados este martes corresponden únicamente a los recogidos por la Policía Nacional. Si se suman también los de la Guardia Civil y cuerpos de Policía Local, el número de agresiones hasta noviembre de 2020 creció un 32,3%, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior a Invertia.
Perfil del agresor y la víctima
De los datos analizados por la Policía Nacional, el perfil del agresor detenido suele coincidir con el de un varón de entre 36 y 55 años y de nacionalidad española. Mientras, la víctima es una mujer en el 51% de las ocasiones, de edad similar y también de nacionalidad española.
Según estos resultados, los martes y los jueves son los días de la semana con mayor incidencia, en una franja horaria comprendida entre las 10 y las 13 horas. Además, Málaga y Sevilla fueron las provincias con mayor número de denuncias por agresión, 26 en la primera de ellas mientras que en la segunda fueron interpuestas 19.
Durante el año 2020, los agentes de radiopatrullas de la Policía Nacional realizaron un total de 7.000 intervenciones en hospitales y atención en domicilios.