Con los esfuerzos puestos en la vacunación masiva contra la Covid en España, la industria farmacéutica ya empieza a pensar también en el antígeno de la gripe que se tendrá que inocular a la población el próximo invierno. Una vacuna que puede ser menos efectiva que otros años.
A finales de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) proporciona a las compañías farmacéuticas las cepas que están en circulación en esos momentos. Es a partir de estas con las que la industria desarrolla los antígenos que se inocularán el próximo invierno.
Este año, los virus de la gripe han circulado menos debido a las medidas de higiene y las restricciones de movimiento impuestas por la pandemia de la Covid-19, además de por la alta tasa de vacunación.
De hecho, en España se han detectado, hasta ahora, 959 casos frente a los 173.939 del año pasado. Incluso a nivel mundial la actividad gripal se mantiene en niveles más bajos de lo esperado para esta época del año.
Al haberse reducido drásticamente los casos de gripe, la industria farmacéutica se enfrenta a un problema: "La vacuna tendrá menos probabilidades de eficacia contra las gripes que puedan venir el próximo invierno", han explicado fuentes del sector a Invertia.
El desarrollo
El desarrollo de la vacuna de la gripe para la próxima temporada "será igual a la de otros años". Como se ha mencionado, la OMS proporciona a finales de febrero las cepas que están circulando más en ese momento. Con ellas, las farmacéuticas desarrollan el que será el antígeno a inocular durante el próximo invierno.
En concreto, la organización proporciona cuatro cepas (dos tipo A y dos tipo B) que son las que, con casi toda probabilidad, circularán durante la siguiente temporada. "Pueden ser una, dos o incluso combinaciones entre las cepas identificadas", han indicado fuentes del sector farmacéutico.
Cabe recordar que las vacunas de la gripe "no son perfectas" precisamente por las mutaciones del virus. De ahí que la eficacia no llegue nunca al 100% y se sitúe alrededor del 60%. Y este año, la efectividad puede ser todavía menor por la baja circulación del virus.
A pesar de ello, desde la industria farmacéutica no prevén sobresaltos en este sentido. Al fin y al cabo, la OMS, a través de sus centros de vigilancia, "está determinando qué cepas están circulando y, aunque haya habido menos casos este año, sí se han detectado virus".
Disminución generalizada
La disminución generalizada de la circulación de virus gripales se ha observado a nivel mundial. A pesar de ello, su circulación se sigue vigilando en todos los países, ahora de forma especial en el hemisferio norte, puesto que estamos en temporada de gripe estacional.
De momento persisten los bajos niveles de actividad gripal, que podría deberse a las medidas de control y distanciamiento social que siguen en vigor para el control de la pandemia de la Covid-19, si bien otros factores pueden haber contribuido.
Desde el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) explican que la crisis sanitaria generó una disrupción de la atención médica y la capacidad de la realización de pruebas en la Región Europea de la OMS que afectó negativamente en la notificación de datos epidemiológicos y virológicos al final de la temporada 2019-20.
Como en la actualidad la pandemia continúa, "los datos de gripe presentados deben interpretarse con cautela, especialmente en términos de patrones estacionales", advierten.