El consejero delegado de AstraZeneca, Pascal Soriot, se ha convertido este jueves en el protagonista absoluto de la audiencia pública organizada por la Eurocámara con los fabricantes de las vacunas contra la Covid-19. Soriot ha tenido que escuchar un aluvión de críticas de los parlamentarios por recortar drásticamente el número de dosis prometidas por contrato a Bruselas y por dar preferencia a Reino Unido sobre la Unión Europea en el suministro.
Soriot se ha defendido de los ataques atribuyendo todos los problemas a la baja productividad de las plantas de fabricación de la UE (en concreto, la de Bélgica). Además, ha vuelto a negar que AstraZeneca haya desviado a Reino Unido vacunas producidas en territorio comunitario. Pero ha insistido en que Londres tiene prioridad porque el Gobierno de Boris Johnson fue el que invirtió en el desarrollo del antígeno de Oxford y en el aumento de la capacidad de producción.
"Estoy decepcionado de que una producción inferior a la esperada en nuestra cadena de suministro dedicada a Europa haya afectado a nuestra capacidad de entrega", ha dicho el consejero delegado de AstraZeneca a los eurodiputados. "Estamos haciendo todo lo posible para entregar 40 millones de dosis en el primer trimestre de 2021", ha agregado. Se trata de menos de la mitad de lo que la compañía había prometido por contrato.
Pese a las reiteradas preguntas de los eurodiputados, Soriot ha eludido asumir ningún compromiso cifrado de entregas a la UE durante el segundo trimestre del año. Según la agencia Reuters, había prometido a Bruselas 180 millones de dosis pero sólo podrá suministrar menos de 90 millones. La compañía ha desmentido estas cifras y ha asegurado que cumplirá sus compromisos a partir de abril.
Londres invirtió más
El consejero delegado ha explicado que el laboratorio está trabajando contrarreloj para aumentar su productividad en las plantas europeas y también tiene previsto recurrir a fábricas en otros lugares del mundo -ha citado Estados Unidos- para suministrar a la UE, pero no ha ofrecido ningún cálculo. Se ha limitado a decir que a partir del segundo trimestre espera recuperar el ritmo de entregas que había previsto incialmente y cumplir los objetivos.
Soriot ha resaltado en varias ocasiones que el Gobierno británico invirtió ya desde febrero del año pasado "decenas de millones de libras" en el desarrollo de la vacuna de Oxford y en plantas de producción, una de las cuales está situada en Holanda. Unos compromisos que luego asumió AstraZeneca al firmar en mayo su alianza con Oxford. Eso explica, según el consejero delegado, que Londres tenga preferencia sobre la UE en el suministro.
De todas formas, el responsable del laboratorio ha asegurado que "la gran mayoría de lo que producimos en la UE se queda en la UE". A su juicio, redirigir al continente las vacunas que se fabrican en Reino Unido tampoco serviría para resolver los problemas, puesto que se trata de un mercado de 450 millones de habitantes frente a 65 millones de suministro británico.