Los dentistas fueron considerados como actividad esencial durante los meses más duros de la pandemia. Sin embargo, solo podían atender urgencias. Una situación que ha generado un "grave quebranto económico" al sector.
El presidente del Consejo General de Dentistas, el doctor Óscar Castro, explica en esta entrevista concedida a Invertia cómo ha afectado la pandemia a las clínicas dentales. Un sector que ha perdido hasta el 50% de sus ingresos en 2020 por el incremento de los precios de los equipos de protección y la falta de pacientes.
Ya en 2019, estos centros acusaron un descenso del 30% en su facturación, a lo que se une ahora la crisis generada por la Covid-19. ¿El resultado? Entre el 20% y el 30% de las clínicas dentales terminarán cerrando, según las previsiones del Consejo General de Dentistas.
¿Cómo ha afectado la Covid-19 al sector de la odontología?
Cada comunidad autónoma ha marcado las pautas desde qué establecimientos deberían mantenerse abiertos hasta los grupos de vacunación. Durante los meses más duros de la pandemia, se nos consideró actividad esencial.
Ahora, con las medidas adoptadas por cada región, la gente tiene miedo de salir de casa y posponen sus citas con el dentista. Esto ha provocado un grave quebranto económico al sector.
Esta industria está compuesta por más de 100.000 personas con empleos directos, a los que hay que sumar los indirectos. Los problemas económicos son diferentes dependiendo de cada comunidad y esto ocurre porque no hay un criterio claro ni una labor de liderazgo por parte del Ministerio de Sanidad.
Esta situación se puede extrapolar a las vacunas contra la Covid-19. Hay comunidades que ya han vacunado a los dentistas y otras ni siquiera han empezado. Hay que entender que nosotros estamos adiestrados para las enfermedades contagiosas, pero también que la transmisión se produce a través de microgotas que puede exhalar el paciente. Por eso, demandamos ser grupo prioritario en la vacunación y no depender de criterios políticos.
Además, se nos tienen que poner la vacuna con la máxima eficacia. No solo a nosotros, sino también a toda la población. La de AstraZeneca tiene una efectividad cercana al 70%. Hay que vacunar con las que más eficacia tengan para conseguir el objetivo de tener al 70% de la población inmunizada en verano. Sin embargo, veo difícil lograr este objetivo.
Entre un 20% y un 30% de las clínicas dentales desaparecerán por no poder soportar la presión fiscal
¿Cuántas clínicas han cerrado en 2020? ¿Se prevén nuevos cierres para 2021?
La previsión de cara a 2021 es que muchos autónomos desaparecerán, entre ellos los dentistas. Entre un 20% y un 30% de las clínicas dentales desaparecerán por no poder soportar la presión fiscal. Ha habido una situación de emergencia, pero no ha habido ayudas. Las empresas están subsistiendo por los ERTE, pero cuando esta figura desaparezca será un desastre. Lo mismo pasará en el sector odontológico.
Los ERTE han sido un valor de oxígeno. Este ha sido el caso de Dentix, empresa que estaba al borde de la quiebra. Sin embargo, la pandemia y la figura de los ERTE no han permitido centrar el problema que ha tenido esta cadena de clínicas dentales. Desde el Consejo valoramos que esto tiene que estar controlado para que prime la salud y no el aspecto económico del asunto. Es deber del Estado velar por los ciudadanos.
¿Cuánto se han incrementado los gastos de las clínicas con la compra de equipos de protección individual (EPI)?
Se ha incrementado en un 50% el precio de los productos que ya utilizábamos antes de la pandemia. Hemos asistido a una etapa protagonizada por la especulación, la falsificación, la disminución de la calidad de los productos y hemos comprado los EPI al mejor postor.
También se da la circunstancia de que seguimos con un IVA del 21% en las mascarillas FFP2, cuando desde el Gobierno nos dicen que son las más efectivas. Mientras que en otros países han quitado o reducido en IVA, en España seguimos cobrando el 21% por estas mascarillas.
Ahora hay que desinfectar más a fondo antes de ver a un nuevo paciente y utilizar equipos de protección que antes de la pandemia no hacían falta. ¿Esto ha repercutido en un encarecimiento de las tarifas de los dentistas?
El problema es que no hay pacientes en las consultas. Ha habido una disminución del número de personas que acuden a las clínicas, mientras que estas continúan teniendo los mismos impuestos y gastos.
Además, se suman los protocolos de limpieza más estrictos para evitar que los pacientes coincidan en la sala de espera. La media de desinfección entre paciente y paciente es de 15 minutos. Es decir, hay que espaciar las citas y eso supone ver menos personas, a lo que se le suma el encarecimiento de los equipos de protección.
A pesar de ello, no están los tiempos para incrementar tarifas. No conozco a ningún dentista que haya incrementado sus precios porque sería contraproducente para la propia consulta. Los gastos extra los están asumiendo sin que estos repercutan en los pacientes.
No conozco a ningún dentista que haya incrementado sus precios porque sería contraproducente para la propia consulta
El sector prevé un descenso en los ingresos de 2020, ¿de cuánto?
Objetivarlo con las circunstancias del cierre de clínicas es difícil, pero prevemos pérdidas de un 50% en los ingresos, es decir, la mitad. Ya en 2019 ya se intuía una crisis económica porque había habido un descenso del 30% en la facturación. 2020 ha sido caótico y eso repercute en las clínicas dentales, llegando algunas incluso a desaparecer.
¿Cuántos dentistas se han contagiado de la Covid durante la pandemia?
No tenemos una estadística clara, pero tenemos censados tres fallecidos por enfermedad declarada. El problema es seguir la línea de contagios. Es mucho más fácil contagiarse en la cola de un supermercado que en el dentista. Dentro del grupo sanitario, los dentistas hemos sido los que menos bajas hemos tenido en cuanto a mortalidad y morbilidad.
Los dentistas son uno de los grupos prioritarios en la vacunación. ¿Cómo lo valoran?
Los dentistas estamos en el grupo 3a y se nos pondrán las vacunas de Moderna y Pfizer. A otros colectivos se les pondrá la de AstraZeneca. Creo que se debería poner los antígenos que hayan demostrado mayor eficacia, pero es mejor ponerte una del 70% que no ponerte ninguna.
¿Qué opinión tiene de que el Ministerio de Sanidad no cuente con el sector sanitario privado para acelerar la campaña de vacunación?
Sanidad es una. Después se le puede poner el apellido de la privada. Lo que se busca con una sanidad es curar al paciente y este no se plantea dónde se le atiende. Entrar en una comparación entre lo público y lo privado tiene una connotación política más que social. Hacer separaciones se llama sectarismo. Hay que hablar de una sola sanidad.
Si los dentistas, de forma extraordinaria, tenemos que vacunar, lo haremos sin preguntar. Somos sanitarios y estamos para curar. En Reino Unido, por ejemplo, pidieron voluntarios y han hecho un ejército de 30.000 personas a las que les ha dado la formación adecuada para inocular los antígenos.
Estamos en un momento crucial. Hay que vacunar y con todo el mundo que pueda hacerlo.
Sanidad es una. Después se le puede poner el apellido de la privada. Lo que se busca con una sanidad es curar al paciente
Hace unas semanas, las clínicas dentales de Madrid comenzaron a realizar test de diagnóstico rápido de la Covid. ¿Cómo están funcionando?
Ahora mismo hay una serie de clínicas, a través de dentistas voluntarios, haciendo test de diagnóstico rápido de la Covid-19. En zonas donde hay una mayor prevalencia de coronavirus se están haciendo estas pruebas en farmacias y clínicas dentales, ayudando así a hacer cribados para poder limitar la enfermedad. Los dentistas tenemos que estar ahí, al igual que los farmacéuticos, los enfermeros y los veterinarios.
¿Cómo valora esta iniciativa? ¿Pediría que se implantase en toda España?
Por supuesto que sí. Todo lo que sea a detectar posibles casos asintomáticos es ir en la buena dirección para limitar la enfermedad. Todo lo que hagamos es poco para salir cuanto antes de esta situación. En definitiva, hay que hacer test.
El Ministerio de Sanidad está trabajando en la ampliación de la cartera de servicios en salud bucodental. ¿Cómo debería ser esta ampliación?
La ampliación debe ser racional. Lo que no puede ser es que no teníamos absolutamente nada en la cartera de servicios. Los interlocutores a la hora de elaborar protocolos de salud bucodental son los dentistas. Tendríamos que empezar por los grupos más vulnerables de la sociedad.
Hace falta un sistema de cohesión del Sistema Nacional de Salud y no dejarlo en manos de las comunidades autónomas para evitar desigualdades. Ahora mismo, la salud de la boca de los españoles depende del código postal, depende de donde nazcan.
Hay que destinar partidas presupuestarias a la salud bucodental. Habría que priorizar hacer un estudio racional y sobre eso ponerse a trabajar. El Consejo General de Dentistas ha tenido contactos con sanidad y estamos abiertos a todo lo que necesiten.