La llegada a España de la Covid-19 y el confinamiento impuesto para frenar los contagios hizo que buena parte de la población activa tuviera que trabajar desde casa. Esta nueva realidad ha derivado en la aparición de dolencias, en su mayoría, dolores cervicales y lumbares agudos, cefaleas tensionales e, incluso, problemas circulatorios.
"El teletrabajo implica estar muchas horas sentados de cara a un ordenador. En los domicilios muchas veces no tenemos las condiciones ergonómicas que hay en los puestos de trabajo donde hay sillas que se adaptan, la altura de la pantalla es la correcta y la iluminación está estudiada", señalaba el coordinador Nacional Grupo Trabajo de Dolor de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), Pedro Ibor, a Europa Press.
La aparición de dolores musculares, como consecuencia de estas condiciones durante el teletrabajo es una de las posibles explicaciones al aumento de las ventas de analgésicos en los últimos doce meses. Según el último informe de la consultora Iqvia, las ventas de este tipo de productos en las farmacias españolas se han disparado un 30% hasta noviembre de este año en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En España, el 63% de la población está teletrabajando actualmente, de acuerdo con los datos de la consultora norteamericana Oliver Wyman. Según explica Iqvia en la evaluación del mercado farmacéutico, este aumento de las ventas de analgésicos puede estar relacionado con el teletrabajo.
Las dolencias mencionadas pueden aparecer a causa del estrés o una mala postura. Cuando aparecen estos dolores, la población suele recurrir a medicamentos que no requieren receta médica, de ahí que hayan subido las ventas hasta un 30,7% en los últimos doce meses.
El mayor aumento se produjo el pasado mes de marzo. Las boticas facturaron casi 41 millones de euros por la venta de productos como el ibuprofeno o el paracetamol (analgésicos). Los meses posteriores, las ventas se estabilizaron, con ventas por valor de alrededor de 27 millones de euros.
Sin embargo, coincidiendo con el inicio de la segunda ola de la Covid-19, las ventas de analgésicos comenzaron de nuevo a incrementarse. En julio y agosto, las boticas facturaron algo más de 30 millones cada mes, mientras que en septiembre subió hasta los 31 millones. En octubre, esta facturación ascendió hasta los 33 millones.
Las ventas de los últimos 12 meses (hasta noviembre de 2020) de estos productos han sido por valor de 134,6 millones de euros. De hecho, ya suponen el 5,5% de la cuota del mercado de los medicamentos de venta libre.
Productos relacionados con la Covid-19
Por su parte, cuatro de las cinco clases con mayor aporte al crecimiento en el mercado de Consumer Health se relacionan directamente con la Covid, tanto por medidas de higiene y prevención como por medidas contra los efectos que pueda causar la situación actual.
Los geles hidroalcohólicos, las mascarillas y los productos para dormir acumulan más de 15 millones de euros.
Precisamente, por el uso de las mascarillas y el cumplimiento de las medidas para evitar contagios por la Covid-19, como es el distanciamiento social o el lavado frecuente de manos, han decrecido las ventas de productos antigripales.
En concreto, según los datos facilitados por Iqvia, decrecen los productos para la faringe, los antigripales/anticatarrales y los productos para la tos acumulando pérdidas de más de -25,7 millones de euros.