La farmacia, una aliada estratégica en salud pública
Este 25 de septiembre celebraremos el Día Mundial del Farmacéutico, que este año está marcado por la grave situación sanitaria que estamos viviendo. Desde la Organización Farmacéutica Colegial queremos aprovechar esta ocasión para compartir con el conjunto de la sociedad nuestra preocupación y, sobre todo, nuestras propuestas para ser lo más útiles posibles en esta pandemia.
Queremos contribuir a evitar daños en la salud de la población, retrasos en la atención a los pacientes, e, incluso, la posibilidad de que se produzca un colapso en determinados puntos del sistema sanitario.
Y lo hacemos con contundencia. A través de un manifiesto abierto marcado por nuestra actitud constructiva y que antepone la salud de las personas a cualquier otra consideración.
Nos avalan las palabras del ministro, que recientemente ha afirmado que la farmacia “es un servicio más relevante de lo que hasta ahora se ha transmitido” y que se está trabajando "para sacar más provecho a las farmacias”.
Nos avala la legislación vigente, en la que no existe ningún obstáculo para potenciar las funciones de la farmacia. Y nos avalan las conclusiones de la Comisión de Reconstrucción, que apuestan por potenciar la farmacia en labores de Salud Pública.
En este contexto, los 75.000 farmacéuticos colegiados que estamos luchando contra la Covid-19, especialmente los 54.000 farmacéuticos que desarrollamos nuestra labor a través de la red de 22.102 farmacias, conscientes de nuestra responsabilidad como profesionales sanitarios más cercanos a los ciudadanos, hemos elaborado y traslado a las autoridades sanitarias nacionales y autonómicas cuatro propuestas concretas.
Propuestas, todas ellas, que parten de una convicción: no se puede avanzar en salud pública sin contar con la farmacia.
Queremos contribuir a evitar daños en la salud de la población, retrasos en la atención a los pacientes.
La primera de ellas es el desarrollo urgente de una Estrategia de Salud Pública ambiciosa y coordinada en cada una de las Comunidades Autónomas, donde la red de farmacias sea un agente sanitario activo, como ya se hace en otros países de nuestro entorno.
Los farmacéuticos somos capaces de hacer más por nuestros pacientes, hasta el punto que contar o no contar con la farmacia puede ser la diferencia que determine el éxito o el fracaso de las estrategias contra la Covid.
La segunda propuesta es la participación de las farmacias en las estrategias y programas puestos en marcha para el cribado, prevención y detección precoz de casos de Covid-19 garantizando la equidad y su accesibilidad a toda la población.
No podemos olvidar que la farmacia es la mayor red de inteligencia sanitaria de España –ningún país de Europa cuenta con un recurso similar- y que los farmacéuticos podemos ser un potente sensor epidemiológico mediante el registro y notificación de casos y la disponibilidad y realización de test rápidos, dentro de protocolos definidos por las autoridades.
La farmacia es la mayor red de inteligencia sanitaria de España.
La tercera es asegurar la mayor accesibilidad posible de la futura vacuna de la Covid-19 y de la vacuna contra la gripe a toda la población. Para ello necesitamos la puesta a disposición de la red de farmacias de la adecuada formación y de los correspondientes protocolos de actuación definidos por las autoridades sanitarias, como ya ocurre en muchos países europeos; así como la garantía de existencias suficientes de vacunas contra la gripe a través de este recurso sanitario.
La última es la coordinación de la red de farmacias con los centros de Atención Primaria para aumentar su capacidad asistencial, como ya se ha venido haciendo en los primeros meses de la pandemia, contribuyendo a la descongestión de las consultas y derivando a los pacientes en los casos necesarios.
Una situación excepcional necesita soluciones excepcionales. No bastan las palabras. Se necesitan hechos. Sólo se precisa de voluntad política para que los españoles tengan una mayor y mejor atención sanitaria a través de la red de farmacias. Como país no nos podemos permitir el lujo de contar con todos. Las Administraciones y la sociedad saben que tienen en los 75.000 farmacéuticos colegiados y en la red de 22.104 farmacias unos aliados estratégicos.
Por nuestra parte, los farmacéuticos, como siempre, seguiremos demostrando nuestra vocación de servicio, dispuestos a colaborar incondicionalmente en una mejor protección a los ciudadanos y a estar junto a ellos, y junto al resto de profesionales sanitarios en la lucha contra la pandemia. Ese es nuestro compromiso.
*** Jesús Aguilar es presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos