España, excluida de la alianza entre Alemania, Italia, Francia y Holanda para obtener la vacuna del Covid-19
Nuestro país no entra en el cónclave europeo por no tener capacidad propia para producir antígenos para humanos.
6 junio, 2020 02:34Noticias relacionadas
España se queda fuera del bloque de países europeos que impulsan el desarrollo y la fabricación masiva de la vacuna contra el coronavirus. Francia, Alemania, Italia y Países Bajos han acordado unir fuerzas en una autodenominada Alianza Inclusiva por la Vacuna, cuyo objetivo es reforzar el poder de negociación con las compañías farmacéuticas que trabajan con las iniciativas más prometedoras y aumentar la capacidad de fabricación y su coordinación para obtener dosis en el menor tiempo posible.
Se trataría de ofrecer a investigadores y fabricantes importantes ayudas públicas a cambio de garantías de acceso masivo a la vacuna en la Unión Europea cuando se logre. Es decir, evitar que los países europeos tengan que depender de Estados Unidos o de China. "Los cuatro países quieren que las vacunas se fabriquen en Europa si es posible", ha dicho en un comunicado el Gobierno holandés, el primero en desvelar la iniciativa.
"La alianza está trabajando duro para explorar las iniciativas de desarrollo de las vacunas prometedoras con el fin de garantizar suficientes vacunas contra el coronavirus para los países de la UE y más allá. Este trabajo conjunto nos sitúa en mejor posición para lograr resultados rápidos y óptimos en las discusiones con los actores clave de la industria farmacéutica", señala la declaración.
¿Se ha invitado a España a sumarse a este bloque? "La iniciativa se ha cerrado únicamente entre estas cuatro capitales. Dicho eso, cualquier cosa que resulte de la Alianza estará abierta a todos los países de la UE para que se sumen, ya sea ampliar el desarrollo y la producción aquí en Europa, apoyar a las empresas europeas con las iniciativas más prometedoras o conseguir vacunas del exterior", explican a Invertia fuentes diplomáticas.
El ministro de Sanidad holandés, Hugo de Jonge, justifica este formato porque los cuatro países que conforman la Alianza son los que disponen de centros de fabricación para contribuir al desarrollo y la producción de la vacuna. "Con el esfuerzo conjunto de Países Bajos y los otros tres países, estamos dando un paso importante para que haya una vacuna accesible a precio razonable", escribe De Jonge en una carta para informar al parlamento de su país.
Déficit de infraestructuras
Bajo estas premisas, España no puede participar en este cónclave europeo. Nuestro país carece de un bien que de cara a la crisis del coronavirus se ha convertido en una infraestructura primordial: una fábrica de vacunas dentro de nuestras fronteras.
Y no es porque hayan faltado propuestas para ello. La última se remonta al final de la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero al frente del país. Entonces la farmacéutica Rovi tenía el proyecto de construir en Granada una fábrica de vacunas de la gripe para humanos en la que la multinacional suiza Novartis ponía la tecnología necesaria. Pero la Gran Recesión provocó que el proyecto embarrancara.
Ante este déficit de infraestructuras, y en caso de que alguna de las iniciativas nacionales emprendidas para descubrir una vacuna para el coronavirus prospere, se plantea adaptar las fábricas de vacunas para animales para humanos. O adaptar nuevas tecnologías que se emplean en el sector veterinario para multiplicar la producción de dosis.
Por lo pronto, la principal fortaleza de España en la carrera de la vacuna del coronavirus se queda en la investigación clínica. Así, fuentes del Ministerio de Ciencia aseguran que mantienen conversaciones con las empresas que ya están afrontando sus ensayos clínicos, incluida la estadounidense Moderna, que aún se mantienen.
En cualquier caso, el ministro del departamento, Pedro Duque, tampoco quiere se lancen campanas al vuelo. En una entrevista en Cope ha avisado de que "habrá una tensión que debemos modular" cuando haya una primera vacuna contra el Covid-19 porque "puede publicitarse mucho y funcionar poco".
Por ello, ha afirmado, es clave aconsejar al Gobierno "dónde poner el dinero y dónde no" ante la multitud de vacunas experimentales que están surgiendo. "Desde el ministerio seguimos junto a Sanidad todas las vacunas del mundo".
El sector farmacéutico, sorprendido
Se trata de una estrategia que, en cualquier caso, ha cogido con el paso cambiado a la propia industria farmacéutica. Según fuentes de este sector, el comunicado de Holanda habría sorprendido incluso a sus otros tres socios, que esperaban hacer el anuncio más adelante y habiendo podido informar de la iniciativa a las multinacionales que producen vacunas dentro de sus fronteras.
¿Y cuál es la visión de la industria ante este paso? Primero, prefieren esperar a tener más información. Los laboratorios consideran precipitado emitir una opinión todavía, aunque, por lo pronto, ven lógica la estrategia europea, sobre todo desde el punto de vista de la producción masiva que será necesario generar y de tener un acceso, cuanto antes y de la forma más rápida posible, a un bien estratégico como será la vacuna del Covid-19.
La crisis sanitaria provocada por el coronavirus y el impacto económico que genera la única solución eficaz hallada hasta ahora, el confinamiento y el aislamiento de la población, obligan a que sea necesario producir miles de millones de vacunas en un tiempo récord. Un esfuerzo sin precedentes para el que las alianzas internacionales y empresariales serán fundamentales, sobre todo para reducir plazos, puesto que la fabricación de una vacuna puede durar entre tres y seis meses.
De hecho, para acortar esos tiempos lo máximo posible, las multinacionales ya han anunciado sus planes de producir dosis mientras las vacunas todavía se estén probando en ensayos clínicos. ¿Si no funcionan en estas pruebas? Tendrán que desecharlas, lo cual supone asumir un importante riesgo de pérdidas.
Alianza contra Trump
Alemania, Francia, Italia y Países Bajos también han enviado una carta conjunta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para informarle de esta iniciativa. En la misiva justifican haber conformado este "núcleo duro de Estados miembros" como una vía para "lograr los resultados más rápidos y mejores en las negociaciones con los actores clave de la industria farmacéutica".
El acceso a las vacunas contra el coronavirus "es una de las cuestiones más urgentes que debe abordar la UE en este momento", dice la carta adelantada por el diario alemán Handelsblatt. Entre las compañías con las que ya ha entrado en contacto la Alianza Inclusiva por la Vacuna se encuentra el grupo británico Astra-Zeneca, según afirma este periódico. Un grupo en el que el presidente de Estados Unidos ya ha invertido 1.200 millones de dólares y con el que tiene comprometidas al menos 300 millones de dosis de la vacuna.
En Berlín se interpreta esta Alianza como una iniciativa contra Trump, que se ha desentendido del esfuerzo mundial por la vacuna del coronavirus. El presidente norteamericano no confía en la cooperación internacional, sino que aplica su lema America First también en este ámbito. Su administración está invirtiendo miles de millones en la investigación de las farmacéuticas, pero exige que a cambio la vacuna vaya inicialmente a EEUU.
A la Comisión le parece bien la iniciativa conjunta de Alemania, Francia, Italia y Países Bajos, eso sí, siempre que esté abierta al resto de Estados miembros. "Todos los pasos que se den para avanzar hacia una vacuna deben beneficiarnos a todos. Trabajando juntos de la forma más inclusiva posible, aumentamos nuestras probabilidades de éxito", asegura un portavoz a este periódico.
El Ejecutivo comunitario ha consultado con los Estados miembros y con la industria y en las próximas semanas presentará una estrategia de la UE para la vacuna del Covid-19, cuyo objetivo es definir las necesidades exactas y ayudar a maximizar el acceso cuando esté disponible, algo que no se espera hasta bien entrado 2021. Bruselas estudia también movilizar fondos europeos para garantizar que la industria farmacéutica pueda producir cantidades suficientes.
Algo de efectivo puede haber ya sobre la mesa. Según informa Reuters, la UE ya está preparando un fondo de emergencia de 2.400 millones de euros para hacer compras anticipadas de vacunas prometedoras para el Covid-19.
La visión de la UE es que la vacuna contra el coronavirus, el día que exista, debe ser un "bien público mundial". Es decir, que tiene que llegar lo antes posible a todos los ciudadanos del mundo, no sólo a los países ricos que se lo pueden permitir, sino también a los más vulnerables, como los del continente africano.