
Planta de montaje de vehículos, en una imagen de archivo. Europa Press
El golpe de Trump a Mercedes y BMW pone en la diana 16.600 millones en exportaciones españolas de componentes
España envía el 65% de los componentes que fabrica a plantas de la UE. Sobre todo a Alemania y Francia, sede de las marcas más perjudicadas.
Más información: Mercedes, BMW, Stellantis, Volkswagen... el automóvil europeo 'sangra' en Bolsa por los aranceles de Trump
El nuevo golpe de la guerra arancelaria que desarrolla Donald Trump, y que apunta directamente a Mercedes, BMW o Stellantis, tendrá relevantes repercusiones para la industria automotriz española, que a partir del 2 de abril, cuando entren en vigor los aranceles del 25% para coches fabricados fuera de EEUU, se juega una factura multimillonaria.
Concretamente, de 16.655 millones de euros. Es el valor total de las exportaciones de componentes de automóviles realizadas durante el año pasado a plantas de montaje en la Unión Europea, uno de los territorios a los que EEUU más coches compra. O lo que es lo mismo, el 65% del total que vendemos fuera de nuestras fronteras.
Por ello, el sector de componentes de la automoción, que cuenta en España con más de 1.000 plantas de producción pertenecientes a 720 grupos empresariales, resultaría como el principal damnificado por la nueva ronda de aranceles de Trump.
De hecho sería prácticamente el único damnificado dentro del sector, dado que resulta irrisorio el volumen de coches que exporta España a Estados Unidos.
El país es destino de apenas 2% del total de vehículos vendidos fuera en 2023, un porcentaje que se redujo a prácticamente cero en 2024, de acuerdo con datos de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
Así las cosas, los temblores por la decisión de Trump se circunscriben a los componentes. Aquí la situación se agrava, en esencia, porque el grueso de lo que enviamos a la UE lo hacemos precisamente a los países donde se espera que se sufra más este nuevo capítulo de la guerra comercial: Alemania y Francia.
Estos son los principales destinos de los componentes de automóvil españoles (piezas relacionadas con motores, transmisiones o módulos electrónicos, entre otros). El año pasado, se realizaron ventas a Alemania por valor de 3.950 millones de euros y a Francia por 3.840 millones.
"En un sector como este, caracterizado por su nivel de globalización, con cadenas de suministro interrelacionadas, cualquier tipo de restricción a los intercambios comerciales tiene un claro impacto", ha subrayado la Asociación Española de Proveedores de Automoción (Sernauto).
Lo que se teme ahora desde la industria es que les alcance el efecto dominó de unos aranceles que encarecerán para los consumidores estadounidenses los coches alemanes y franceses y, en cascada, pueden reducir la demanda de piezas de estos fabricantes.
Mercedes y Porsche, principales perjudicadas
Es un temor que coge cuerpo con la reacción de los mercados en las primeras horas tras el anuncio de Trump. En Europa, las principales marcas sufrían con fuerza. Así, Mercedes se dejó un 2,69% en la sesión; Porsche retrocedió un 2,6%; Volvo recortó un 0,94%, mientras que BMW se dejó un 2,55%.
Stellantis, por su parte, se dejó un 4,23%, mientras que Volkswagen perdió un 1,49%.
Según los analistas de Bankinter, Mercedes sería el fabricante más perjudicado, ya que importa casi un 55% de sus ventas a EE.UU. desde Europa frente al 35% de BMW y de Volkswagen.
También otorga a Mercedes negros augurios Bloomberg, que señala además a Porsche como una de las peores paradas. De acuerdo con sus cálculos, ambas compañías pueden tener un impacto de 3.400 millones de euros por los nuevos aranceles. Esta imposición, sostiene el medio, puede eliminar cerca de una cuarta parte de las ganancias operativas proyectadas de Porsche y Mercedes para 2026.
Medidas de apoyo
Ante la situación, Faconauto, patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales, ha remarcado que resulta "esencial" anticipar escenarios de impacto "y activar, si fuera necesario, medidas de apoyo específicas que permitan mantener la competitividad del tejido productivo y comercial de la automoción".
También deja en este ámbito un recado a la Comisión, a la que pide acelerar la implementación del Plan de Acción para el Sector de la Automoción, que entre otros asuntos aplaza hasta 2028 las sanciones económicas que estaban previstas este año para los fabricantes de automóviles que no cumplieran con la reducción del 15% de las emisiones de CO2, en referencia a los niveles de 2021.
Se trata, ahora más que nunca, de aumentar la competitividad, sostienen diferentes voces del sector en España. Porque antes de Trump, recuerdan, ya estaba la presión de los coches chinos.
Mientras tanto, han recibido ya apoyo, al menos por ahora verbal, de los ministros de Economía, Carlos Cuerpo, e Industria, Jordi Hereu. Ambos se han reunido con representantes de Anfac y Sernauto, ante los que han transmitido el compromiso de acompañarles y buscar conjuntamente soluciones.