En los últimos días el peaje de las carreteras a partir de 2024 ha entrado en campaña electoral con motivo de las elecciones del 23 J. Primero fue en el debate cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo el pasado lunes. Un enfrentamiento televisado en el que Feijóo preguntaba a Sánchez si el Gobierno iba a dejar cómo herencia el pago por el uso de las autovías el próximo año. "¿Usted va a pasar las autovías gratuitas a de peaje?", preguntaba el dirigente del PP. Una cuestión a la que Sánchez no contestó en televisión.
Sin embargo, esta polémica se ha avivado aún más cuando el director general de la DGT, Pere Navarro, echaba más leña al fuego este jueves señalando en TV-3 que "los peajes son una exigencia que se tienen que hacer, nos los exige Bruselas". Unas declaraciones que eran desmentidas por la propia Dirección General de Tráfico, primero, y el Gobierno, después, en cuestión de horas.
En este sentido, la propia DGT señalaba que este organismo no tiene "ningún tipo de información directa ni competencias atribuidas para poder pronunciarse". Además, la DGT lamentaba "profundamente la confusión".
Un desmentido que llegaba también a instancias más altas del Gobierno y en concreto a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, quien señalaba que el Gobierno no quiere introducir los peajes en 2024: "Quiero desmentir categóricamente que el Gobierno esté pensando en la imposición de peajes por el uso de carreteras". Sin embargo, y a pesar de los desmentidos, estas declaraciones de Pere Navarro han servido de combustible para que, de nuevo, el PP acuse al Gobierno y a Pedro Sánchez mentir en la introducción del peaje de las carreteras.
En este sentido, Cuca Gamarra, secretaria general, ha acusado a Sánchez de dejar "como herencia" los peajes en autovías. "Lo que no quiso reconocer Sánchez en el cara a cara con Feijóo, lo reconoce el director general de Tráfico. El sanchismo se va con mentiras y deja como herencia peajes en las autovías", criticaba la dirigente del PP. Unas declaraciones que respaldaba Esteban González Pons, diputado al Parlamento Europeo, señalando -con relación a Sánchez- que "se coge antes al mentiroso…"
Los peajes, un compromiso ante Bruselas
Lo cierto y es que, aunque los peajes se hayan magnificado durante la campaña electoral, este asunto es algo que lleva latente varios años. En concreto en mayo de 2021 el propio Gobierno ya barajaba que la fecha en la que se podría implementar el sistema de pago por uso en la red de carreteras era 2024.
Una medida que, al no ser muy popular, el Gobierno quería acompañar de una campaña de "concienciación y sensibilización". También por aquel entonces, era el propio director de la DGT, Pere Navarro, quien se pronunciaba en este sentido señalando que "en todos los países europeos se paga por la conservación y el mantenimiento de las carreteras de alta capacidad".
Meses más tarde, el 19 de octubre de 2021, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, recalcaba este objetivo señalando que el Gobierno estaba "estudiando un sistema de tarificación para asegurar el correcto mantenimiento de la red de carreteras de alta capacidad".
Y aunque desde el Gobierno señalaban que era un estudio, lo cierto es que en realidad fue un compromiso del Ejecutivo ante Bruselas de tener listo un sistema de peajes en todas las autovías del país para aplicarlo en 2024. De esta manera, el Gobierno buscaría formas alternativas de financiar el coste de las carreteras, cumpliendo así uno de los objetivos indispensables para recibir parte de los Fondos Europeos de recuperación.
En concreto, así figuraba en el informe de la Comisión Europea sobre el plan de recuperación de España en el que se revisaba el sistema de pago por carreteras. Unos "impuestos o pagos relacionados con la movilidad, como la introducción de peajes de carretera y la revisión de las figuras tributarias que gravan la matriculación de vehículos", señalaba el texto. Una medida, además, que se preveía lanzar en la Ley de Movilidad Sostenible y Financiación del Transporte y que iba a ver la luz antes de finales de 2023, si bien finalmente ha quedado en suspenso con el adelanto electoral.
Y aunque en 2022 la Dirección General de Carreteras, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ya encargaba la elaboración de diferentes informes… el propio Gobierno enfriaba la llegada de este peaje. En concreto, la ministra Raquel Sánchez, señalaba, en un giro de guion, que el Gobierno se había comprometido al estudio de la aplicación de peajes antes de 2024, si bien su implementación ocurriría en otra fase.
Las carreteras cuestan miles de millones
Lo cierto es que el siguiente Gobierno que se forme en las urnas del 23 J tendrá que enfrentarse con la más que posible aprobación de estos peajes al agujero económico que están dejando las carreteras actualmente. Unas carreteras que 26.400 kilómetros pertenecen al Estado, 75.300 kilómetros a las comunidades autónomas y 67.700 a las diputaciones.
De todas ellas, las primeras -las que pertenecen al Estado- son las que soportan el 52% del tráfico total y el 65% del tráfico pesado. Además, del total de la red, 17.551 kilómetros son vías de gran capacidad (autopistas y autovías principalmente) y poco más de 1.400 kilómetros en España tienen peaje, según datos de 2021.
En total son 165.375 kilómetros de carreteras que, de forma conjunta, acumulan un déficit de 9.000 millones de euros. Un déficit que no solo lo reconoce el Gobierno sino también entidades independientes como la Asociación Española para la Carretera (AEC) que señala que las carreteras españolas de la red general del Estado y comunidades autónomas necesitan cerca de 10.000 millones para alcanzar unas condiciones de mantenimiento y seguridad óptimas.
Un mantenimiento que está en déficit sobre todo en la última década tras la caída de las inversiones como consecuencia de los recortes derivados de la crisis de 2008. Además, este déficit no deja de aumentar en los últimos años.
Por ejemplo, la cifra mencionada de los 10.000 millones supone un 32% más que en dos años anteriores. Un déficit que solo en deterioro supone cerca de 2.000 millones y en el aumento de costes de los materiales sería cerca de 1.500 millones.
Peajes en los países europeos
En relación con la situación de los peajes en los diferentes países, hay muchas opciones diferentes. Comenzando por Francia, este país cuenta con una red muy extensa de carreteras. En concreto dispone de más de un millón de kilómetros, es decir, unas seis veces más que España. Sin embargo, la red de autopistas es inferior, con 12.000 kilómetros. En cuanto a los peajes, cuenta con cerca de 9.150 kilómetros de peajes, según datos de diferentes empresas concesionarias.
Alemania, por su parte, cuenta con más de 650.000 kilómetros de carreteras, lo que supone alrededor de cuatro veces más que España. En relación con el número de kilómetros de autopistas es de 13.000 kilómetros de autopistas. Y en relación con los peajes, aquí los turismos no tienen peajes, mientras que sí existe un pago por uso para el transporte pesado.
Italia contabiliza algo menos de 500.000 kilómetros de carreteras, una cifra también mucho más elevada que en España. En este sentido, Italia, además, cuenta con alrededor de 7.000 kilómetros de autopista. Y todos estos kilómetros de autopista en Italia son de peaje, al menos para vehículos pesados.
Otro de los ejemplos de países cercanos a España, tenemos a Portugal, que cuenta con algo más de 17.000 kilómetros de carreteras, de los que aproximadamente 3.000 son de autopista. De todos estos kilómetros, un número muy elevado tiene peaje. Además, son peajes tradicionales con barrera y peajes electrónicos mediante pórticos. Por ejemplo, un vehículo extranjero que visita Portugal durante tres días tiene un coste en peaje de 20 euros.
Y por último están otros países como Bélgica, Dinamarca, Luxemburgo, Países Bajos y Suecia que tienen fórmulas como la Euroviñeta, un peaje obligatorio para transitar por sus autopistas y vías rápidas. Un peaje destinado principalmente al transporte pesado.