Los viajeros han vuelto a poner deberes al sistema ferroviario español. En general, los representantes de los usuarios del transporte ferroviario continúan teniendo una opinión positiva del servicio, pero hay algunas cosas que deberían mejorar en su opinión, según un informe realizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En cuanto a la aparición de nuevos competidores en alta velocidad (Ouigo e Iryo), valoran positivamente el acceso a una oferta con más trayectos y precios más económicos. Pero los comentarios recibidos expresan inquietud por la posibilidad de que la liberalización del sector pueda provocar una disminución en la calidad del servicio y atención al usuario, por centrarse en las líneas más rentables descuidando o dejando sin servicio al resto.
Respecto a cómo impulsar el ferrocarril en el transporte de viajeros, los usuarios se decantan por mejorar frecuencias y la accesibilidad para las personas con movilidad reducida, modernizar las infraestructuras y los trenes, y mejorar el mantenimiento y el acceso al tren con animales y bicicletas.
En cuanto a la calidad de las estaciones permanece prácticamente invariable con respecto a encuestas precedentes, con una valoración de 2,7 puntos. Empeoran respecto a 2021 los aspectos de limpieza, seguridad, parking y comodidad, valorados entonces entre 3,1 y 3,7 puntos con un 14% de insatisfacción, y valorados ahora entre 1,8 y 3 puntos con un 83% de insatisfacción.
Además, como en años anteriores, se vuelve a señalar el desacuerdo con el cobro por el uso de los baños y con los precios de los servicios de restauración en las estaciones.
Cercanías
El informe advierte de que las frecuentes averías y retrasos pueden llegar a desincentivar el uso del servicio de Cercanías. Averías y retrasos afectan a la valoración que hacen los usuarios de la puntualidad y el tiempo de los trayectos, aspectos estos que, junto con el acceso con bicicletas, son los únicos que ven empeorar su valoración. No obstante, se califica positivamente la comodidad y limpieza de los trenes, con 3,7 puntos.
Los servicios de media distancia presentan una valoración de 2,9 puntos, casi idéntica a la valoración obtenida en 2021 (2,8). Los aspectos con mayor nivel de insatisfacción son los relacionados con los servicios de a bordo y el tiempo de los trayectos (50% de insatisfacción).
La larga distancia convencional obtiene una valoración de 2,9 puntos, empeorando respecto a 2021 (3,3 puntos). Las valoraciones relacionadas con la comercialización del producto y los canales de venta, la accesibilidad y la información durante el trayecto, mejoran ligeramente o se mantienen respecto al 2021.
Pese a que mantiene su valoración como aceptable, el precio es visto como un factor disuasorio a la hora de escoger el ferrocarril como medio de transporte, ya que en ocasiones el mismo trayecto en autobús es significativamente más barato sin ahorrar tampoco tiempo el tren.
Alta velocidad
Finalmente, la alta velocidad es el servicio mejor valorado por los usuarios con 3,7 puntos (3,8 en 2021). Ello es consecuencia, en opinión de los representantes de los usuarios, del esfuerzo inversor que la Administración ha realizado en los últimos años, en muchos casos en detrimento del resto de los servicios.
El aspecto mejor valorado continúa siendo la puntualidad de los trenes, con 4,5 puntos, le siguen la comercialización del producto y los caneles de venta, el tiempo de los trayectos y la limpieza de trenes, con 4 puntos. Lo peor valorado es el precio de los billetes, con 2,8 puntos frente a los 3,1 de 2021.
Pese a que la entrada en el mercado de nuevos operadores ha traído una reducción en el precio en determinados trayectos, se considera que en aquellos en los que no hay competencia el precio, que ya era elevado antes, aún se ha incrementado más. Los precios, salvo en trayectos y horarios concretos, son percibidos nuevamente como demasiado caros para las rentas bajas.
La parte más positiva es que puede decirse que los representantes de los usuarios perciben al tren como un medio de transporte ideal. Consideran como principales ventajas su menor impacto ambiental y comodidad, allí donde la infraestructura está suficientemente desarrollada.
Empresas ferroviarias
Por otro lado, las empresas ferroviarias han reclamado la revisión “urgente” de los cánones de Adif, además de solicitar mejoras en la gestión de las restricciones de capacidad.
Asimismo, han denunciado la escasez de maquinistas y las dificultades para la puesta en servicio de nuevo material rodante, en tanto que han señalado que su sector ha sido "discriminado" al no recibir ayudas en el contexto de crisis energética, por lo que han propuesto que se reconozca su carácter de “electro-intensivo”.