Desde hace unos meses, la primera fase de obras de la estación de Chamartín ya está en marcha. Bajo el nombre ‘Chamartín ecosistema abierto’ y una inversión de 1.000 millones de euros, la nueva terminal multiplicará su capacidad dando, por primera vez en la historia, más espacio a la alta velocidad.

Cuando terminen las obras, la nueva Chamartín contará con 31 vías, de las que 18 serán de alta velocidad. Eso quiere decir que la estación dará más espacio a la alta velocidad que a los trayectos de corta distancia que generalmente prestan a través de los servicios de Cercanías. Estos tendrán 13 vías (cifra ligeramente superior a la actual). 

¿Qué conexiones de alta velocidad acogerá Chamartín? Actualmente están los servicios de alta velocidad que se dirigen a Galicia, Burgos o León, entre otros. Y más recientemente, se han incorporado los del Levante (corredor en el que además ya han entrado a competir Ouigo e Iryo con Renfe). Y es que la liberalización ferroviaria está detrás de este incremento de capacidad. 

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“Vamos a multiplicar por dos la capacidad de la estación por el fenómeno de liberalización”, señaló el jueves la presidenta de Adif y Adif AV, María Luisa Domínguez en un acto de presentación. En concreto, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, avanzó que, tras la finalización de las obras de remodelación, la estación acogerá a 150.000 usuarios diarios.

Desde Adif explican que los nuevos operadores están demostrando que están apostando por estas estaciones. “Levante ha subido las cabeceras a Chamartín y está registrando grandes incrementos de tráfico”, apuntan. 

Cabe recordar que Iryo y Ouigo tienen establecida la cabecera del corredor de Levante en la estación de Madrid-Chamartín y que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) dio luz verde a Renfe para seguir lanzando servicios a Levante desde la estación madrileña de Atocha y no desde Chamartín (al menos por ahora). Por ello, Competencia obliga a Adif a bonificar a las dos operadoras que se quedan exclusivamente en Chamartín. 

Además de los trayectos de alta velocidad de Levante y los del norte de España, Chamartín también conectará con el aeropuerto de Barajas en un proyecto que lleva años planeando y reclamándose por parte de operadores de tren, pero también de compañías aéreas como Iberia. 

Primera fase

En una primera fase, es decir, la que se está acometiendo ahora mismo, la estación tendrá 25 vías. De ellas, doce van a estar destinadas a la alta velocidad. Eso quiere decir que en el momento inicial los trayectos de corta distancia seguirán siendo mayoritarios. 

En esta primera fase de obras se está realizando una remodelación de vías y andenes destinados a estos trenes con la apertura de un nuevo vestíbulo. Además, la conexión a través de dos túneles con Atocha (uno de ellos ahora en obras) permitirá llegar del centro de la ciudad al norte “sin cruzar las vías (con saltos de nivel)”, recuerdan desde Adif. 

De hecho, la transformación de Chamartín contribuirá de forma determinante al desarrollo de Cercanías: una vez finalizadas las obras, la estación podría gestionar entre un 25% y un 30% más de viajeros, hasta 900 trenes diarios.

En definitiva, la operación en su conjunto transformará Madrid-Chamartín Clara Campoamor en un nodo estratégico del transporte ferroviario en España, de Cercanías y de alta velocidad, articulando y absorbiendo -mediante el túnel Atocha-Chamartín y la interacción con Puerta de Atocha, donde también se desarrollan actuaciones de ampliación y mejora- el incremento de tráficos asociados a la liberalización de los servicios de viajeros.

Asimismo, la estación se convertirá en un centro intermodal y de servicios integrado en la trama urbana, corazón del desarrollo de Crea Madrid Nuevo Norte.