La operación del Gobierno español para sacar cereal de Ucrania por tren: así se fraguó el plan que la UE vigila
Renfe Mercancías ha enviado 25 contenedores de 40 pies a la frontera entre Polonia y Ucrania para transportar 600 toneladas de maíz.
14 agosto, 2022 02:30La guerra en Ucrania provocó que millones de toneladas de cereales quedaran atrapadas en sus puertos y que muchos países, especialmente de África, tuvieran escasez de alimentos. Aquí en España recordemos que se racionó el aceite de girasol en los supermercados. Ante esta situación, el Gobierno ucraniano pidió ayuda para poder sacar el cereal del país. Y esta semana, el Ejecutivo español ha puesto en marcha un plan para transportar por tren 600 toneladas de maíz en el que la UE tiene los ojos puestos.
“Todo el proyecto nace del compromiso del presidente Pedro Sánchez tras la petición del Gobierno de Ucrania”, detalla a EL ESPAÑOL-Invertia Francisco Díaz Pardo, asesor de la secretaría de Estado del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
Muchos países atendieron esa llamada, pero España lo tenía muy difícil. ¿Por qué? “Por la distancia que nos separa de Ucrania y la dificultad de buscar una alternativa al transporte marítimo”, señala.
El transporte por mar que suele ser más rápido y permite transportar 5.000 toneladas de cereal. Pero que con el estallido de la guerra se bloqueó la vía marítima hasta hace unos días que se produjo la reapertura de los puertos del mar Negro. Aún así, “todavía es inestable”, reconoce el asesor ministerial.
Tras esta llamada de socorro, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) y Renfe aunaron esfuerzos en busca de esa ruta alternativa. Tardaron un mes y medio en montar el operativo, pero esta semana Renfe Mercancías envió 25 contenedores de 40 pies a la frontera entre Polonia y Ucrania para transportar 600 toneladas de maíz ucraniano hasta nuestro país.
Operativa
Durante ese mes y medio diseñaron el recorrido de 2.400 kilómetros y su operativa, que no era nada fácil. En concreto, el tráfico de ida es Madrid-Ludwigshafen-Duisburgo-Lodz-Chelm, mientras que el de vuelta es Chelm-Lodz-Duisburg-Barcelona Can Tunis a través de la autopista ferroviaria.
La logística del transporte está prevista que se realice entre Ucrania y España haciendo el trasvase de la mercancía en Chelm (Polonia), a 25 kilómetros de la frontera con Ucrania.
Los contenedores, cuyo interior se ha adaptado con liners (grandes bolsas especiales para el transporte del grano) partieron la noche del 9 de agosto de la madrileña estación de Abroñigal con destino a la localidad polaca de Chelm, donde se espera que llegue en la cuarta semana de agosto.
Allí, la mercancía será trasvasada a los contenedores de Renfe Mercancías para su posterior traslado a la terminal utilizada por el operador logístico Kombiverker, en Lodz. El traslado entre Lodz y Chelm lo realiza el operador ferroviario polaco DBP.
Una vez cargados los contenedores, el tren circulará en ancho estándar (UIC) desde Lodz hasta Barcelona Can Tunis, como destino final ferroviario. Este trayecto será de cuatro días, por una autopista ferroviaria sin paradas para que sea más rápido y en una única composición. “De forma convencional se tardaría el doble de tiempo”, asegura.
Desde la terminal barcelonesa se realizaría el acarreo de la mercancía hasta el cliente final. La previsión de llegada se sitúa a primeros de septiembre. “Los retrasos están vinculados a la logística en la frontera entre el Gobierno ucraniano y las empresas polacas”, señalan desde el Mitma.
Renfe aportará, además, sus locomotoras 252 para facilitar la tracción desde Le Soler (Francia) hasta Barcelona.
La UE vigila
Este proyecto va más allá incluso de sacar el cereal de Ucrania. La UE lo sabe y por ello vigila con especial interés el resultado final. “Los proyectos que se han llevado a cabo no hablan de alternativas al transporte marítimo, excepto el de Alemania”, señala el asesor de la secretaría de Estado. España sería el segundo país en usar las vías de tren.
El proyecto español busca analizar las capacidades del transporte terrestre que puedan ayudar al transporte marítimo usando autopistas ferroviarias en coordinación público-privada con las industrias de transporte y de gestión de materias primas en la UE.
Eso quiere decir que si sale bien, el proyecto “sería escalable”. Es decir, que se puedan añadir más vagones para igualar los fletes marítimos hasta encontrar el punto de rentabilidad. “El tren podría ser de ida y vuelta, llevar aceite de oliva, coches o cualquier otra cosa y por cualquier otra autopista ferroviaria”, explica Francisco Díaz Pardo, quien reconoce también el interés de muchas empresas por estos trayectos.
Hay que tener en cuenta que las autopistas ferroviarias son un sistema de transporte combinado en el que los vehículos de carretera (camiones) son transportados por ferrocarril en servicios lanzadera empleando material rodante y terminales específicamente acondicionadas.
Uno de sus objetivos es reducir las emisiones que genera el transporte de mercancías por carretera, pero también muchos costes, como los generados por el combustible.
Por eso, “España está muy implicada en este proyecto y a la UE le interesa mucho”, remarca el asesor. En nuestro país, ahora mismo se está construyendo la autopista ferroviaria que unirá Zaragoza y Algeciras. Y también se espera que el Corredor Mediterráneo, cuando esté terminado, actúe como autopista ferroviaria.