Al Gobierno se le complica la situación. Al paro de transportistas de mercancías, se suma que el transporte de viajeros por carretera saldrá a la calle el próximo domingo 27 de marzo en Madrid para exigir soluciones ante la escalada del precio del combustible en una gran manifestación convocada por el gremio de taxistas Antaxi a la que se sumarán otros colectivos.
Entre ellos, el transporte discrecional. Fuentes de Direbus aseguran a este medio que secundarán la manifestación convocada por una parte de los taxistas. “Nosotros no vamos a hacer paro como el transporte de mercancías, pero sí iremos a la manifestación porque han subido tanto los costes que no podemos trabajar a pérdidas”, señalan.
Por su parte, los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) esperarán a lo que ocurra en la reunión convocada para este miércoles entre Ministerio de Transportes y el Comité Nacional del Transporte por Carretera de Viajeros. No obstante, fuentes del sector aseguran que seguramente se sumen a la convocatoria del domingo. Esta discurrirá entre la plaza de Colón y Nuevos Ministerios (Madrid).
En dicha reunión, el transporte por carretera llega para escuchar la propuesta del Gobierno para hacer frente a la subida del combustible. De hecho, los diversos sectores ya remitieron al ministerio liderado por Raquel Sánchez documentos con propuestas a poner en marcha en el sector.
El presidente de la Asociación Nacional del Taxi (Antaxi), Julio Sanz, ha recordado a este medio que la ministra les pidió medidas el pasado viernes en una reunión en la que se llevó a cabo con agentes sociales y representantes de las asociaciones profesionales, otros altos cargos del Ministerio y presidentes de las empresas públicas.
El Comité Nacional del Transporte por Carretera de Viajeros está representado por taxis, VTC, ambulancias, líneas regulares, transporte urbano y agencias de viajes.
Peticiones
Este comité ha solicitado al Gobierno en un documento al que ha tenido acceso de este medio "la puesta en marcha, de forma urgente, por la administración de medidas ágiles y fáciles de tramitar que permitan a las empresas amortiguar las duras consecuencias de esta grave crisis energética".
Por ello, en cuanto al transporte de viajeros en autobús urbano e interurbano, se considera necesaria y así se solicita, la creación un bono combustible por autocar propulsado por gasoil de 835 €/mes, un bono por autobús urbano propulsado por gasoil de 670 €/mes y un bono por autobús propulsado por GNC de 3.280 €/mes, a lo que habría que añadir 100 € para cubrir el resto de incrementos de la estructura de costes.
En cuanto al transporte sanitario, se solicita un bono combustible por ambulancia de 376 €/mes para ambulancia no asistencial (65% del total) y de 290 €/mes por ambulancia asistencial (35% del total). A ello habría que añadir 75 € para cubrir el resto de incrementos de la estructura de costes.
A su vez, el alquiler de vehículos con conductor (taxis y VTCs) requiere una ayuda concretada como en los demás casos, en un bono combustible, de 350 €/mes por licencia en alta, más 75 € para cubrir el resto de incrementos de la estructura de costes.
El ámbito temporal de estas medidas debe extenderse desde el 1 de enero de 2022 hasta que la inflación del subgrupo de la energía sea igual o inferior al IPC subyacente. En todos los casos, todas estas ayudas deberán quedar exentas de cualquier tipo de gravamen e impuestos.
El transporte de viajeros por carretera justifica que "está padeciendo una crisis sin precedentes desde el inicio de la pandemia, debido a que la principal medida adoptada para evitar la propagación del virus fue la restricción de la movilidad. Como consecuencia de esa medida las demandas se contrajeron drásticamente entre el 90% y 100% dependiendo del tipo de servicio".
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