Ouigo, el nuevo operador de trenes de alta velocidad de la empresa francesa SNCF, calienta motores en un primer viaje inaugural institucional realizado hoy entre Madrid y Barcelona. Aunque llega con dos meses de retraso debido a la Covid, su puesta en marcha al público el próximo lunes 10 de mayo supone el estreno de la liberalización ferroviaria en España.
Al acto de presentación han acudido en Madrid Cani Fernández, presidenta de la CNMC; Pedro Saura, secretario de Estado de Transportes; Isabel Pardo de Vera, la presidenta de Adif; Hélène Valenzuela, directora general de Ouigo. Mientras que en Barcelona la comitiva estaba formada por el vicepresidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès; y Janet Sanz, segunda teniente de alcalde de la Ciudad Condal.
“Llegó el día. Hoy, por fin, estamos celebrando el inicio de operaciones de nuestros trenes y que la liberalización es una realidad a pesar de la pandemia. Estamos comprometidos con la recuperación del sector de la economía. Queremos popularizar la alta velocidad y ser el medio de transporte para todas las familias”, ha señalado Hélène Valenzuela durante la presentación.
Isabel Pardo de Vera, la presidenta de Adif.
Por su parte, para la presidenta de Adif también es un momento histórico. “Somos los primeros en reconocer que no los hemos usado eficientemente. No éramos capaces de sacarle partido. El proceso de liberalización tiene como objetivo remediar esta situación”, ha explicado. Desde Adif han recordado que ha incrementado en un 65% la capacidad de los corredores y asegurarnos que los surcos estarán tan llenos como sea posible.
Saura ha asegurado que España está a la cabeza en km de alta velocidad y ha invertido 65.000 millones de euros en alta velocidad en los últimos 30 años.
10 salidas
La nueva compañía de alta velocidad, la primera en operar en el marco de la liberalización del transporte en España, contará con un total de 10 salidas diarias que unirán Madrid y Barcelona en 2 horas y 30 minutos. La línea incluirá paradas en Zaragoza y Tarragona.
Ouigo, propiedad de la empresa pública francesa SNCF, ha invertido 600 millones de euros en la adquisición de 14 trenes y dar empleo a 1.300 personas, la práctica totalidad en puestos fijos y con más de un 50% de la plantilla siendo mujeres.