Glovo prevé mantener a cerca de un 80% de sus repartidores actuales en España como autónomos pese a la entrada en vigor en dos semanas de la llamada Ley Rider, para lo que ha ideado un nuevo modelo de relación con ellos que en su opinión se ajusta a la normativa.
Dicho planes, según EFE, incluyen en una primera fase la contratación directa como empleados de Glovo de 2.000 repartidores antes de finalizar 2021, lo que equivale a cerca de un 20% del total, un número que no obstante se prevé "ampliar".
El director general de la plataforma de reparto para el mercado ibérico, Diego Nouet, ha explicado que el grueso de los repartidores podrán seguir como autónomos, ya que la Ley Rider lo que introduce es una "presunción de laboralidad".
La firma, que ha contado con el asesoramiento de los despachos de abogados Roca Junyent y Sagardoy, defiende que bajo su nuevo modelo podrá justificar que no existe dependencia laboral y que se cumplen con todos los criterios recogidos en la ley a la hora de definir el trabajo autónomo.
Glovo "adaptará la operativa para cumplir con esos criterios", y para ello introducirá novedades como que los "riders" puedan "conectarse en cualquier momento" -hasta ahora debían escoger con anterioridad a qué franjas horarias estaban disponibles-.
Precios
También tendrán la posibilidad de definir qué precio quieren cobrar por envío -y recibir por tanto los pedidos que superen este importe- e incluso "podrán subcontratar ellos mismos a otros repartidores para que puedan completar los servicios por ellos".
Tanto Roca Junyent como Sagardoy han coincidido en señalar que bajo la nueva regulación se debería "analizar caso por caso" para definir si existe relación laboral o no, tras "aclarar" cuándo hay trabajo autónomo y cuando no.
Nouet ha declinado entrar en más detalles para no dar información sensible a sus competidores, y se ha limitado a incidir en que con estas modificaciones cumplirán con el "nuevo marco regulatorio".
El directivo, asimismo, ha reconocido que la contratación de los 2.000 repartidores -que contarán con salarios y horarios fijos- supondrá un incremento de costes "importante" para la firma, aunque de momento no lo repercutirán en el precio del servicio que paga el consumidor final.
Costes adicionales
"Supone un coste adicional, pero calcular cuál será su impacto exacto es muy difícil. Durante los próximos meses veremos cómo se comporta la demanda y la oferta. Tenemos que estudiar aún que haremos con eso, porque hay varias alternativas: absorberlas dentro de nuestra cuenta de resultados, subir precios... Aún analizamos qué hacer", ha revelado.
Los responsables de Glovo han subrayado que han tenido que trabajar "a contrarreloj" para adaptarse a la Ley Rider, y han calificado de "muy corto" el período de transición otorgado (de tres meses).
De acuerdo con sus cifras, en España la plataforma ya trabaja con 30.000 locales -entre restaurantes y otro tipos de comercios- distribuidos en 400 ciudades y cuenta con entre 9.000 y 11.000 repartidores.
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