Bruselas

"Se trata de una auténtica Constitución digital europea que estructurará la organización del mundo digital en los próximos decenios".

Así define un alto funcionario de la UE la ambiciosa reforma legal que presenta este martes la Comisión Europea con el objetivo de poner coto al enorme poder de mercado acumulado por gigantes tecnológicos estadounidenses como Facebook, Amazon o Google.

"Necesitamos reglas para evitar que se imponga la ley del más fuerte y para defender la libertad, la democracia y la privacidad", asegura.

La reforma ha sido elaborada por la vicepresidenta de la Comisión, la danesa Margrethe Vestager, y el comisario de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, tras casi un año de preparación en el que se ha consultado a todos los sectores afectados. "La filosofía es muy simple: todo lo que está autorizado en el espacio físico debe estarlo también en estas redes en internet. Sin embargo, todo lo que está prohibido en el espacio físico lo estará también en el espacio online", ha dicho este lunes Breton en una entrevista en France Inter

El Ejecutivo comunitario parte de la constatación de que la normativa actual de la UE -que data del año 2000, cuando ni siquiera existía Facebook- se ha quedado totalmente desfasada. Los gigantes de EE. UU. se han convertido en "guardianes de entrada" a internet y han alcanzado una posición de dominio tal que amenazan con sofocar la innovación y la libertad de elección de los consumidores. 

El comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, durante una rueda de prensa Jennifer Jacquemart/CE

Bruselas ya combate estas prácticas mediante el derecho de Competencia. Pero los procedimientos son muy largos, las sanciones llegan tarde y no son suficientemente disuasorias: a menudo, el mal ya está hecho y es irreversible. El caso más paradigmático es el de Google, empresa a la que Bruselas empezó a investigar en 2010 por sus abusos monopolísticos -cuando Joaquín Almunia era comisario de Competencia- y que acumula una cifra récord de 8.250 millones de euros en multas.

Pero sus rivales sostienen que las sanciones de la UE -que aún están siendo revisadas por el Tribunal de Justicia de Luxemburgo (TJUE)- no han corregido el problema: Google mantiene intacto su poder de mercado en Europa y sigue cometiendo abusos. "El objetivo es vigilar constantemente a estas empresas, identificar sus abusos en tiempo real. Ir adelantados y no llegar siempre tarde", explican las fuentes consultadas.

Ley de Servicios Digitales

La reforma de Bruselas consta de dos pilares centrales. El primero es la Ley de Servicios Digitales, cuyo objetivo es aumentar la responsabilidad de las plataformas sobre los contenidos y productos que intercambian sus usuarios, por ejemplo falsificaciones o estafas, contenidos ilegales como la pornografía infantil o la incitación al odio, pero también campañas de desinformación y fake news

Según explicaba Vestager en una reciente entrevista con EL ESPAÑOL, no se trata de que Google, Facebook o Twitter se conviertan en policías de internet y filtren todos los contenidos que descargan los usuarios. Pero sí de obligarles a poner en marcha un sistema con criterios transparentes sobre lo que está o no permitido, con medidas para hacerlo respetar y mecanismos de recurso.

"El ejemplo más obvio sería el de eBay: cada día se descargan en esta plataforma 25 millones de artículos, según me cuentan. Hacer a eBay responsable de cada uno de esos artículos no es factible. Pero exigirle que cuente con un sistema que minimice el riesgo de tener productos falsificados o peligrosos, eso sí que se puede hacer", asegura la vicepresidenta. 

La Ley de Servicios Digitales se aplica a todas las plataformas, pero establece exigencias más estrictas para las más grandes, que se definen como las que tienen más de 45 millones de usuarios, el equivalente al 10% de la población europea. En caso de incumplimiento, los gigantes tecnológicos se enfrentan a multas que podrían llegar al 6% de su volumen de negocios total el año anterior, según ha adelantado Reuters.

Ley de Mercados Digitales

La segunda pieza de la ofensiva de Bruselas es la nueva Ley de Mercados Digitales, que tiene en su punto de mira únicamente a los gigantes tecnológicos. La norma establece una lista de obligaciones y prohibiciones que se aplicará de forma preventiva y automática a las plataformas con poder de mercado en Europa, como Facebook o Amazon. Es decir, sin necesidad de que Bruselas tenga que realizar una larga investigación previa para demostrar daños a los consumidores.

En la lista de restricciones se encuentran por ejemplo la prohibición de favorecer a sus propios servicios frente a posibles rivales, la obligación de facilitar a los usuarios la portabilidad de datos o la interoperabilidad con otras plataformas. Además, la Comisión quiere nuevos poderes para investigar, también de forma preventiva, mercados en los que detecta riesgos de monopolización, con el fin de actuar antes de que sea demasiado tarde.

En el caso de la Ley de Mercados Digitales, las multas para los incumplidores podrían llegar al 10% de su volumen de negocios y a los reincidentes se les podría llegar a obligar a desinvertir determinados negocios, según adelanta Bloomberg.

Google acumula multas por valor de 8.250 millones por abusos monopolísticos en la UE Brett Jordan Unsplash

En estas medidas están de acuerdo países intervencionistas como Francia y otros más liberales como Países Bajos. París y La Haya firmaron en octubre una iniciativa conjunta en la que reclaman a Bruselas que contemple como última instancia desmembrar a los gigantes digitales en compañías más pequeñas. Una solución de último recurso que cuenta con el apoyo de Breton pero no convence a Vestager porque considera que costaría mucho aplicarla.

La presentación este martes de la 'Constitución digital europea' es sólo el primer paso de una tramitación que se espera larga y tortuosa. La reforma tiene que ser ahora negociada y aprobada por los Gobiernos y la Eurocámara. En Bruselas se espera un contraataque de los gigantes norteamericanos para tratar de frenarla. Y el gran miedo es un choque diplomático con la nueva Casa Blanca de Joe Biden, en un momento en que la UE quiere recomponer sus relaciones con EE. UU. tras la era Trump.

"Lo que estamos haciendo aquí no es por proteccionismo. Europa está abierta para los negocios. Pero si una plataforma tiene acceso a nuestro mercado, somos nosotros los que debemos fijar las reglas de cómo funciona ese mercado. Es lo justo. Lo importante no es la bandera que lleve la plataforma, sino su comportamiento en el mercado", aseguraba Vestager en su entrevista con este periódico.

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