Mundi Ventures levanta la mitad de su megafondo Kembara pero se atasca para llegar a los 1.000 millones
Javier Santiso y su equipo han conseguido el compromiso del FEI y de distintos inversores privados, pero aún les falta dos o tres anclas más.
Javier Santiso, alma mater de Mundi Ventures, ambiciona levantar un megafondo de 1.000 millones de euros para invertir en deep tech y clima. De cumplirse, sería un hito en la historia de España. De momento, ya tiene comprometido la mitad del patrimonio, pero lo cierto es que se le ha complicado -y mucho- recaudar la otra mitad.
Su gran proyecto se llama Kembara Fund I. El Fondo Europeo de Inversiones (FEI) ya ha anunciado que les invertirá 350 millones de euros y, según fuentes del sector del capital riesgo, la gestora española habría recibido compromisos de diferentes inversores privados por otros 200 millones, hasta un total en torno a los 550 millones.
Es una gran cantidad, pero a Santiso y su equipo todavía le quedan por atar otros 450 millones. Una tarea nada fácil en un contexto donde la subida de tipos de interés ha secado el fundrasing de los fondos.
Aunque los responsables de Mundi, con Santiso a la cabeza, se han visto con potenciales inversores institucionales (fondos soberanos, fondos de pensiones, multinacionales o fundaciones) en distintas partes del globo, de momento no han conseguido esos dos o tres inversores ancla que acompañen con grandes sumas al brazo ejecutor de Nadia Calviño en el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Y ahora llega el verano y el consiguiente parón comercial en la recaudación de fondos.
Un síntoma de las dudas que acechan a Mundi Ventures es que el anuncio del lanzamiento de Kembara no lo hizo la gestora, sino el FEI. Algo raro si se tiene en cuenta la idiosincrasia del sector del capital riesgo y el venture capital.
Funcionamiento del fondo
En su comunicado, el FEI detallaba que Kembara operará a nivel paneuropeo y que tiene como objetivo invertir en startups tecnológicas con foco en deep tech y clima en fase de crecimiento (series B y C), principalmente en Alemania, España, Francia y Suecia, así como en otros Estados miembros de la UE.
Entre las temáticas a abordar por el fondo, se encuentran la inteligencia artificial (IA), la computación de futuro, la robótica, las tecnologías del espacio, los materiales avanzados y los sistemas energéticos de nueva generación.
Los escollos
“Levantar dinero privado hoy en día para este tipo de fondo sin demasiado track record, me parece una hazaña. Si Javier lo logra, me quito el sombrero”, señala un gestor de fondos competidor. “Si lo consigue con un 50% de dinero privado, me parece un éxito espectacular”, añade.
Esto deja entrever que, aunque Mundi no llegase finalmente a su meta, la iniciativa sería igualmente de mucha importancia para el ecosistema inversor europeo en general, y español en particular. Con todo, el FEI aspira a desempeñar “un papel catalizador” que arrastre a otros grandes institucionales.
Las fuentes consultadas también deslizan que el dinero captado por Kembara al margen del FEI en su mayoría procede de inversores privados de Francia, país de nacimiento de Santiso, pero que los clientes españoles son una minoría, al tiempo que el megafondo de Mundi pretende vivir de secundarios. Es decir, de comprar participadas a otros fondos europeos de venture que necesiten desinvertir por agotamiento del plazo y así dar continuidad a esas empresas algo más maduras.