BlackRock prevé que los fondos alternativos extiendan su vida media por tres años
La gestora augura un mercado secundario de mayor calidad por las ventas forzadas que muchos institucionales se van a ver abocados a realizar.
Nuevas dinámicas para los fondos alternativos de capital privado. BlackRock, la mayor gestora del mundo, prevé que estos vehículos extiendan su vida media hasta en tres años -lo que tendrá profundas repercusiones para inversores y empresas participadas- y considera que el mercado secundario empieza a presentar oportunidades de inversión “de mayor calidad”.
Quien hace estas predicciones es Edwin Conway, responsable global de BlackRock Alternatives. Para un 2023 del que espera “algunas turbulencias”, que serán afrontadas con “optimismo cauto”, tal y como se desprende del último informe de perspectivas elaborado por la rama de inversión en activos ilíquidos del gigante de los fondos.
“Creemos que los activos privados ofrecen una recompensa de riesgo potencialmente mayor. Teniendo en cuenta que el periodo de inversión de la nueva generación de fondos puede extenderse de uno a tres años, la perspectiva de valoraciones de entrada más bajas es una cualidad atractiva en este momento”, resalta Conway.
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Esto tiene dos lecturas. Por un lado, los consejeros delegados de las compañías contarán con más tiempo para desplegar sus planes estratégicos y no sentirse tan presionados por la habitual desinversión de los fondos transcurridos los años preestablecidos. No es lo mismo que un fondo venda una empresa en cinco o siete años, que en ocho o diez años. Y esto lleva a lo segundo.
Como recuerda BlackRock, “las añadas de capital privado que invierten durante las recesiones tienden a tener un rendimiento superior en el largo plazo”. Así ocurrió con las versiones de los fondos que empezaron a tomar posiciones en la burbuja puntocom, en la gran crisis financiera mundial o con la irrupción de la pandemia de Covid-19.
“También estamos empezando a ver oportunidades de mercado secundario de mayor calidad, ya que algunos inversores se ven obligados a vender carteras. Dado el largo tiempo de espera entre la decisión de vender un activo y la venta efectiva, esperamos más de estas oportunidades en 2023”, reconoce su director global.
Los fondos de capital riesgo se frotan las manos tras el revolcón de los mercados cotizados el año pasado. Muchos inversores institucionales -aseguradoras, fondos de pensiones, grandes grupos empresariales o family offices- han perdido fuertes sumas de dinero con la bolsa y la renta fija en 2022, lo que ha provocado que el peso relativo que tenían los activos alternativos en su cartera se incremente hasta superar los límites asignados para ellos. Y esto inducirá a ventas forzadas por su parte de activos que son catalogados como premium.
Menos de un año de liquidez
“Con menos de un año de pólvora seca disponible en la actualidad, se espera que nuevas dislocaciones del capital mejoren aún más lo que ya es una oportunidad de compra atractiva”, a juicio de Conway.
Dado el incierto contexto actual, “en los próximos 12 a 18 meses se tratará de ser un capital paciente y selectivo, mientras los compradores capitalizan las dinámicas cambiantes del mercado”, añade el ejecutivo.
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De lo que no cabe duda es de que el mercado privado seguirá copando mayor cuota sobre el total de los mercados financieros. A cierre de 2021, la proporción de los activos no cotizados frente a los cotizados era del 17% sobre el total, porcentaje que en 2026 se elevaría hasta el 19% según las estimaciones de BlackRock Alternatives.
En palabras de Conway, “vemos la incertidumbre a corto plazo como una oportunidad para continuar invirtiendo en megatendencias a largo plazo”. Es decir, megatendencias “tales como la transición energética a una economía baja en carbono, la aceleración en la adopción global de la tecnología, un crecimiento en el cuidado de la salud y cambios demográficos impulsados por estilos de vida y preferencias cambiantes”.