Año con más sombras que luces para el capital riesgo en España. El sector del capital privado ha cerrado el 2022 con 8.735 millones de euros invertidos en 935 operaciones, un 15% y un 0,2% más, respectivamente, con respecto a 2021. Este volumen marca un nuevo máximo histórico, superando el registro de 2019, cuando los fondos invirtieron 8.527 millones.
De esta cantidad, el 80% ha sido aportado por las gestoras internacionales, registrando un nuevo récord los fondos extranjeros y reforzando España su atractivo como destino inversor.
Pero esta es la única métrica positiva de la industria. Según el balance anual presentado por SpainCap, se ha levantado menos capital y se han llevado a cabo menos ventas de las empresas participadas: los fondos captaron 2.011 millones, un 36% menos que el año anterior, y se desinvirtieron 1.712 millones (-36%) en 307 operaciones (-15%).
Las subidas de los tipos de interés, la alta inflación, la volatilidad de los mercados cotizados y la intensidad recaudatoria de los 'megafondos' internacionales son algunas de las causas que han frenado la recolección de nuevo dinero tanto en el private equity como en el venture capital nacional.
No obstante, los responsables de la patronal creen que esta desaceleración “será coyuntural”, dada la elevada liquidez de los inversores, la apertura a la participación de los inversores minoristas y la apuesta por el capital privado desde el sector público a través de los programas Fond-ICO Global y Fond-ICO Next Tech.
Liquidez de sobra
Oriol Pinya, presidente de SpainCap, recuerda que en la actualidad hay 5.000 millones de euros sin desembolsar -lo que se conoce en la jerga financiera como dry powder-, de los cuales 2.000 millones estarían disponibles para invertir este mismo año. “Aunque los fondos no levantaran dinero durante dos o tres años, habría liquidez de sobra para invertir en las empresas españolas. Aunque eso no ocurrirá”, considera Pinya.
La asociación estima que, en estos momentos, no hay suficiente visibilidad económica y, por tanto, existen importantes diferencias entre el precio que vendedores y compradores están dispuestos a pactar para una operación corporativa. “En general, los procesos de venta se van a retrasar”, una dinámica que quizá volverá a coger tracción en el segundo semestre si el aterrizaje económico es suave.
En 2022, hubo operaciones muy sonadas tanto en el large market como en el middle market del capital riesgo. Algunas de ellas fueron las de LaLiga con CVC, Altadia (Carlyle), ITP Aero (Bain Capital y JB Capital Markets), Uvesco (Pai Partners), Facundo (Artá Capital) o Patatas Hijolusa (ProA Capital).
En el venture capital, destacaron las de Clikalia (SoftBank Vision Fund y Fifth Wall) o Housfy (DN Capital, Aldea Ventures, ICF, Frog Capital y A/O Proptech).
Por otro lado, el mecanismo de desinversión más utilizado por los fondos fue la venta a otra entidad de capital privado (53%), seguido de la venta a terceros industriales (40%).