Publicada

Aunque la inflación ya ha tocado techo, se prevea que las subidas de tipos de los bancos centrales se frenen hacia el final del primer semestre de este año y ya hayamos “pasado lo peor” de la crisis generada por la invasión rusa de Ucrania, no hay que olvidar que el ciclo económico se encuentra en plena “contracción”. Y, frente a ello, Invesco recomienda a los inversores que carguen sus carteras con renta fija de alta calidad, inmobiliario y materias primas industriales.

La previsión de la gestora americana es que el PIB mundial crezca por encima del 2% en 2023. “A partir del segundo semestre habrá un periodo de recuperación, pero el crecimiento seguirá por debajo de la media”, estima Fernando Fernández, responsable Estrategias Activas de Invesco en España y Portugal. En una presentación ante la prensa, ha señalado que la inflación, una vez se relaje, “se quedará en niveles del 3% ó 4%”.

A corto plazo, Invesco apuesta por la renta fija en vez de por la renta variable. Los bonos de más calidad ya ofrecen cupones de entre el 5% y el 6%, mientras que los de menor calidad -pero más rendimiento- pagan TIRes del 8% al 9%. No obstante, Fernández se queda con los primeros.

[Muzinich suaviza con bonos corporativos europeos de corto plazo el explosivo renacer de la renta fija]

“El diferencial del high yield con el grado de inversión se sitúa en el 5,5% de media. En épocas de recesión, se suele ir hasta el 7% u 8%. Cuando se produzca una nueva ampliación, aumentaremos la exposición a este tipo de renta fija”, asegura el ejecutivo de Invesco.

La entidad también se muestra optimista con el inmobiliario, sobre todo si se tiene un horizonte de inversión a siete años vista. Lo prioriza frente a otros activos alternativos no cotizados como el capital riesgo o la deuda privada. “A partir del segundo trimestre, el repricing se dejará notar en algunos activos privados como el inmobiliario. Se repercutirá la mayor inflación y eso servirá de cobertura a los inversores”, explica Fernández.

Su tercera recomendación son las materias primas industriales -cobre, aluminio, níquel o hierro- con la reapertura de China, efecto dinamizador que ya se está produciendo en algunas de ellas.

En líneas generales, los países emergentes son muy del agrado de Invesco. En especial, las economías asiáticas. La política monetaria se está relajando en China y se mantiene en Japón, regiones que se han librado de una alta inflación junto al resto del Asia oriental.

Bolsa europea y emergente

De ahí que, con la mirada puesta en los próximos 12 a 18 meses, la gestora favorezca ir tomando posiciones en bolsa europea con sesgo value y acciones emergentes panasiáticas. Pero no antes. Dos nichos que “suelen tener dificultades en periodos de relajación de la actividad manufacturera mundial, pero luego obtienen mayores resultados durante la recuperación”. En el particular de Asia, Invesco ha virado su apuesta desde la India hasta China.

Ante el rally de los parqués en este comienzo de año, Fernández anticipa una caída de los beneficios empresariales que daría lugar a una nueva corrección bursátil en los próximos seis meses, aunque “nada dramático”.