Singular pierde la mitad del patrimonio que compró a UBS y se complica su salida a bolsa
El banco privado que dirige Javier Marín aún retiene 7.500 millones de euros, aunque se marcó el objetivo de debutar en el parqué a partir de 20.000.
Han pasado 15 meses desde que se anunciara la operación y tan sólo cuatro desde que se produjera la integración tecnológica, pero Singular Bank ya ha perdido la mitad del patrimonio que adquirió con la banca privada de UBS en España. Fue la operación más sonada de la temporada 2021-2022, una compra con la que Javier Marín quería ascender al liderato de mayor banco privado independiente y sacar a bolsa a Singular. Pero a tenor de las cifras, este objetivo parece alejarse.
Cuando ambas entidades oficializaron la adquisición del negocio de UBS Wealth Management por parte del banco español, el patrimonio que se incluía dentro del perímetro rondaba los 14.000 millones de euros. En la actualidad, el volumen de activos retenidos tras la operación es algo más de 7.500 millones, según portavoces de Singular, lo que implica una pérdida cercana a la mitad (46,5%).
La meta de Marín, consejero delegado de Singular, era situarse en los 20.000 millones de euros para después empezar a germinar un próximo debut bursátil de Singular Bank.
Cabe recordar que el fondo de capital riesgo norteamericano Warburg Pincus posee el 90% del banco español desde 2018 -cuando se hizo junto a Marín y otros socios particulares con el viejo Self Bank- y que el proceder habitual de estos fondos de capital privado es darles salida a sus participaciones en un plazo no superior a los siete años de media, con la venta a otro comprador (industrial o fondo) o bien con una salida a bolsa.
Atendiendo a la cifra oficial de patrimonio retenido del banco suizo, la hoja de ruta se complica por falta de volumen suficiente. Y más podría hacerlo de acuerdo con estimaciones ofrecidas por banqueros conocedores de la situación de Singular.
Nuevas pérdidas
Numerosos banqueros privados del sector coinciden al afirmar que, realmente, el volumen retenido por Singular está por debajo de los 4.000 millones. Incluso alguno aventura que, "una vez los clientes terminen de dar las órdenes de salida de sus carteras tras el cambio de ejercicio fiscal, podría bajar al entorno de los 2.000 millones de euros o menos". Unas elucubraciones que desde Singular Bank niegan taxativamente que vayan a producirse.
Otro aspecto que preocupa es el resultado de Singular al cierre de las cuentas de 2022. En 2021 perdió 15 millones de euros, mismo resultado neto negativo que había registrado en 2020. Una fuente cercana asevera que el banco podría culminar 2022 con casi el doble de pérdidas, próximas a los 30 millones, si bien todavía están por auditar.
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Aunque desde Singular Bank no entran a valorar este cálculo, sí destacan la entrada de más de 15 millones de euros para la reestructuración y sus diferentes costes y trasladan que la previsión interna de beneficio que hace el grupo para 2023 es de 15 millones.
En entrevistas concedidas a otros medios, Marín aseguraba que Singular Bank, sin contar con UBS, entraría en beneficios en la segunda mitad de 2022. Con la integración, la entrada en rentabilidad del grupo "probablemente sea en 2023", avanzaba. También ha repetido en varias ocasiones que está dispuesto a acometer nuevas operaciones corporativas tras las de MG Valores, Belgravia Capital, Quintet Private Bank y la propia UBS WM, una posible vía para compensar el dinero perdido en UBS.
Fuga de banqueros
De los 63 banqueros originales con los que contaba UBS en España y que debían pasar a Singular, apenas quedan cinco en estos momentos: dos en Madrid y tres en Valencia. El último en marcharse ha sido Carlos Domínguez, que operaba desde la capital. Si bien es cierto que Marín ha repuesto a una parte de los banqueros privados y gestores de inversiones que se han ido a otras entidades con fichajes en el mercado que han venido a cubrir parcialmente esos huecos.
En concreto, han llegado más de una treintena en diferentes puestos, cubriendo a más de la mitad de los que se fueron. Aunque las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia constatan que, salvo casos aislados, han venido prácticamente sin cartera propia, con el mero cometido operacional de dar servicio a los clientes que todavía quedan de UBS.