Dos empleados de una 'startup'.

Dos empleados de una 'startup'. Proxyclick Visitor Management System, Pexels.

Fondos de inversión

El capital riesgo se abre a minoristas en plena incertidumbre económica

Ya se podrá invertir desde 10.000 euros en los fondos que lo habiliten con dos condiciones: asesoramiento y hasta un 10% sobre el patrimonio total.

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Más de tres años después de que se iniciara el debate entre los principales estamentos financieros públicos, la posibilidad de que los minoristas inviertan en capital riesgo es ya una realidad. Con la aprobación a mediados de septiembre en el Congreso de los Diputados de la Ley de Creación y Crecimiento de Empresas (‘Crea y Crece’), la inversión mínima en los fondos de capital privado ya no será 100.000 euros como hasta ahora, cuando solo podían entrar los inversores institucionales y cualificados, sino 10.000 euros.

La Ley ‘Crea y Crece’ es una de las principales reformas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, dirigida a fomentar el dinamismo del tejido productivo y dar respuesta a las demandas y recomendaciones de los diferentes organismos internacionales. Se centra en facilitar la creación de empresas, reducir obstáculos regulatorios, luchar contra la morosidad e impulsar su crecimiento y expansión, si bien introduce un conjunto de reformas que buscan impulsar y mejorar la inversión colectiva y el capital riesgo en España.

Además de bajar el mínimo de inversión a 10.000 euros para este tipo de fondos, se añaden dos condiciones para su inversión efectiva: que el cliente minorista sea asesorado por un banco, aseguradora o firma de inversión autorizada, y que esta cantidad no represente a su vez más del 10% del patrimonio total del cliente, que no podrá sobrepasar los 500.000 euros.

Por ejemplo, un inversor minorista con 400.000 euros, podría comprar participaciones de fondos de capital privado hasta los 40.000 euros.

Los bancos mayoristas ya han movido ficha para promover soluciones en las que puedan engancharse y adaptar a su sistema los bancos comerciales, aseguradoras y firmas de inversión que luego tratan con minoristas. El año pasado Allfunds se alió con iCapital Network, y esta primavera ha sido Inversis quien ha apostado por su propia solución.

[Carlyle y EQT toman posiciones para vender fondos de capital riesgo a minoristas]

Las entidades ya se preparan para 'democratizar' la inversión en fondos de capital riesgo, deuda privada, infraestructuras, energías renovables o inmobiliario, hasta ahora reservados para los inversores sofisticados. La publicación en el BOE el pasado jueves de la Ley 'Crea y Crece' supone el pistoletazo de salida.

Pero a este 'campo' se le han abierto las puertas justo en el peor momento del mercado: hundido en una fase bajista de la bolsa y la renta fija que parece no tener fin, con la volatilidad en niveles altos de casi el 2011 y con una recesión técnica que EEUU ya sufre y que Europa va camino de ella. Pero, sobre todo, al capital riesgo le afectan las subidas de tipos de los bancos centrales, que podrían dinamitar su burbuja.

¿Esquema piramidal?

Cuando los tipos estaban en terreno cero y negativo, los fondos se llenaron de cantidades ingentes de liquidez que buscaban una fuente extra de rentabilidad. Las primeras añadas de fondos que se lanzaron a mediados de la década de 2010 obtuvieron rendimientos muy notables, pero últimamente han aparecido voces que alertan contra la "dispersión de rentabilidades".

Esto quiere decir que antes era fácil escoger el fondo que lo fuera a hacer bien, porque en un entorno deprimido de rendimientos, prácticamente todos los vehículos lo hacían de notable a sobresaliente. En cambio, fuentes de las gestoras consultadas por este periódico advierten de que hoy la dispersión es "muy alta", por lo que elegir el producto adecuado ya no es tan sencillo: "algunos lo siguen haciendo con nota alta, pero hay muchos cuyos múltiplos son bajos y ahora es difícil dar en el centro de la diana".

Para colmo, algunos gestores de renombre internacional como Vincent Mortier (Amundi) o Mikkel Svenstrup (ATP) han llegado a calificar a algunas partes del capital privado como "esquema piramidal o Ponzi", con fondos que se venden las empresas de unos a otros -a veces, incluso, dentro del mismo grupo-, con lo que "pueden no reflejar el valor real del activo".

Con todo, buena parte del sector financiero aún cree en el potencial del capital privado y sigue defendiendo que los fondos de capital riesgo se han vuelto estructurales en las carteras de los inversores más relevantes, que todavía ofrecen un plus de rentabilidad y que su descorrelación con los activos tradicionales los hace un vehículo perfecto para la ocasión.

"Dejar una cantidad de dinero bloqueada en un producto ilíquido hace que te olvides de los vaivenes temporales de la bolsa y la renta fija y que cumplas tus objetivos a largo plazo", argumentan algunos valedores del capital riesgo en conversación con este diario. La gran oportunidad está ahí, pero el riesgo también. Ya no vale todo.