El mito de los fondos activos, al desnudo: caen más que los 'low cost' en la gran corrección
Siempre se ha dicho que, en épocas bajistas, los fondos activos batirían con creces a la gestión pasiva. No está siendo así y los flujos se van a los ETFs.
El mito de los fondos de gestión activa parece desvanecerse entre la gran corrección que sufre este año el mercado. Se decía que, frente a la creciente popularidad de los fondos indexados, esos productos pasivos que tan solo replican un índice bursátil o de bonos y que han funcionado tan bien en momentos alcistas, la burbuja del low cost explotaría cuando llegaran los números rojos. Pero nada más lejos de la realidad.
La gran mayoría de fondos de inversión de bajo coste (ETFs, fondos indexados…) están cayendo menos que sus comparables en la gestión tradicional y los flujos de dinero los están recompensando. Todo un varapalo para aquellas gestoras activas que ‘deseaban’ que hubiera un traspié para sacar a relucir sus buques insignias.
Un análisis de las tres mayores categorías de fondos de renta variable llevado a cabo por Morningstar indica que, en su conjunto, los fondos activos no han batido a los pasivos en esta última fase bajista del mercado.
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Para las grandes categorías de fondos (bolsa europea, bolsa estadounidense y bolsa global), la tasa de supervivencia -es decir, el porcentaje de fondos activos que baten a los fondos pasivos- en todos los periodos analizados (un año, tres años, cinco años, diez años, 15 años y 20 años) ha estado siempre muy por debajo del 50%. Eso de entrada. Pero ¿qué pasa en los ciclos bajistas del mercado?
El principal argumento a favor de los fondos de gestión activa es el hecho de que pueden ser más cautos que los fondos pasivos al destinar una parte de su cartera a liquidez, o bien rotando a valores más defensivos. Pero de nada les ha servido cuando todo cae a plomo.
Los ETFs ganan por goleada
En el caso de Europa, si se compara de enero a mayo la media de la categoría (de fondos activos de bolsa europea) contra el iShares Core MSCI Europe ETF, como producto indexado representativo, se observa que el promedio ha caído un -9,2% frente a un -6,6% para el ETF.
Mismas conclusiones para los parqués de Wall Street y globales. En el primero, la media ha perdido un -8,8%, por un -7,5% el Vanguard S&P 500 UCITS ETF. En los segundos, -9,2% la categoría de activos frente a un -7,6% el Xtrackers MSCI World ETF 1C.
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“Podríamos esgrimir como argumento para explicar este comportamiento que los fondos activos son más caros que los fondos pasivos, pero las diferencias de rentabilidad superan las diferencias de costes en ambos productos”, destaca Fernando Luque, de Morningstar.
Estos datos empíricos se traducen en un mayor impulso comercial de los ETFs, los grandes reyes de la gestión indexada low cost. En un estudio realizado por el neobróker europeo Scalable Capital a partir del comportamiento de más de 500.000 inversores del continente que utilizan su tecnología, se refleja cómo los ETFs (o fondos cotizados) se han convertido en la opción más demandada por los inversores minoristas (66%), seguida por las acciones (31%).
Incorporación de la mujer
Por destino, dos tercios del dinero invertido en ETFs van a parar a índices diversificados, el 18% a inversiones sostenibles y el 7% a índices temáticos. Y una curiosidad que ya no lo es tanto: el aumento de la inversión entre las mujeres, que han pasado de representar el 7% del total de inversores al 24% en un plazo de dos años.
Si los fondos activos no se ‘ponen las pilas’, terminarán por ser canibalizados por la gestión pasiva, el bajo coste y la automatización. El 2022 era una prueba de fuego, y la están suspendiendo.